El oro cayó el miércoles por segunda sesión consecutiva, dentro de un ajustado rango en medio de escasas operaciones antes del feriado por Navidad, con los principales mercados bursátiles registrando sólidas ganancias y el dólar avanzando junto con los rendimientos de los bonos estadounidenses.
El metal precioso ha tenido problemas para mantener las ganancias de las últimas semanas por los escasos volúmenes de operaciones y pese a un repunte del petróleo, mientras que las acciones globales extendieron sus alzas por tercer día consecutivo y el dólar subía 0,3 por ciento frente a una cesta de importantes monedas.
El oro cedió 0,41 por ciento a 1.069,30 dólares la onza, dado que los inversores están renuentes a tomar posiciones cerca de final de año.
Los precios del oro han caído casi un 10 por ciento en lo que va del 2015 en una serie de tres años consecutivos de pérdidas, sobre todo en anticipación a que la Reserva Federal de Estados Unidos subiera las tasas de interés, decisión que finalmente se produjo este mes.
La atención ahora está girando hacia la velocidad en que se darán los próximos aumentos de los tipos de interés. Señales de que la Fed subirá las tasas a un ritmo constante podrían deprimir aún más los precios del oro, dijeron analistas.
El respaldo al oro desde los mercados físicos también parece escaso. En China, el máximo consumidor mundial, hay temores de una extendida pérdida de confianza entre los compradores y muchos prevén que la demanda podría caer por tercer año en 2016.
La plata, por su parte, subió 0,2 por ciento a 14,28 dólares la onza. El platino bajó 0,4 por ciento a 866,85 dólares la onza, mientras que el paladio descendió un 0,3 por ciento a 551,24 dólares la onza.
Esta semana el oro se acercó a su mínimo de varios años en el mercado de valores, mientras que el dólar se fortaleció tras la decisión de la Reserva Federal de elevar las tasas de interés, informa la cadena CNBC. No obstante, de acuerdo con los expertos en finanzas, el doloroso descenso del oro está lejos de terminar y se extenderá para el año 2016.
Así Rich Ross, director gerente y jefe de análisis técnico en Evercore ISI, cree que "la fortaleza del dólar, las tasas más altas y el colapso en curso en las materias primas como, el crudo [...] es casi una tormenta perfecta para el oro". Según cita CNBC al especialista, el gráfico del oro muestra una tendencia bajista bien definida, lo que sugiere que podría romper su nivel crítico de 1.000 de dólares a finales del año.
Ross también ha señalado que, en vez de caer en pánico, para adquirir el metal precioso los inversionistas deben esperar hasta que el oro trate de hacer una nueva subida, que tarde o temprano se producirá.
No obstante, otros expertos como, por ejemplo, el fundador de la Nueva Escuela Austríaca de Economía, Antal Fékete, opinan que hoy en día la divisa de reserva mundial, el dólar, sigue manteniendo su valor solo porque todavía puede ser cambiado por oro.
Los financistas, partidarios de esta teoría, hasta advierten de un posible y muy probable colapso del sistema monetario global cuando el dólar pierda por completo su precio dejando la negociación en divisa en el olvido, haciendo que el oro sea de vuelta la medida principal de valor, sostiene el economista y bloguero mexicano Guillermo Barba en su artículo para la revista 'Forbes'.
La posibilidad de este escenario catastrófico para la economía mundial, por su parte, se explica con la demanda permanentemente insatisfecha por el público de dos materias primas en el mercado: el oro y la plata. Es decir, "para fines prácticos la utilidad marginal del oro es constante", según afirma Fékete.