Tras haber congelado sus planes para salir del mercado local durante este año, Petrobras reactiva sus intenciones de desprenderse de sus activos en la Argentina durante el primer trimestre de 2016. Con una situación política que sigue siendo de las más complicadas de toda su historia debido a la causa de corrupción conocida como Lava Jato y con nuevo presidente, la petrolera estatal brasileña buscará el año próximo limpiar su imagen y generar mayores ingresos.
En ese marco, la venta del 65% del capital de Petrobras Argentina (PESA) ya que el resto del capital cotiza en bolsa, es uno de los objetivos que se ha impuesto el Consejo Directivo de la compañía que preside Luiz Nelson Guedes de Carvalho, ratificado en el cargo que viene desempeñando de manera interina desde septiembre y que ahora ocupará de forma efectiva hasta enero del año próximo.
Tras el fracaso sufrido este año, cuando no logró cerrar un acuerdo con YPF, comenzó a negociar con otros grupos locales. En este sentido, la semana pasada recibió una propuesta de Marcelo Mindlin. Según fuentes del sector, el dueño de Pampa Energía había ofertado entre u$s 1000 millones y u$s 1300 millones por la refinería de Bahía Blanca; más de 100 estaciones de servicio; acciones en Transportadora Gas del Sur (TGS), la central térmica Genelba y la hidroeléctrica Pichi Picún Leifú y varias plantas petroquímicas en Bahía Blanca (MEGA) y Santa Fe.
De acuerdo a los trascendidos, el también propietario de Edenor estaría dispuesto a salir del negocio energético si tiene éxito con su propuesta y Petrobras le cede la titularidad de sus operaciones en el mercado petrolero argentino. Esto significa que Mindlin analiza vender Pampa Energía, sociedad que además de Edenor, controla seis centrales térmicas e hidroeléctricas; dos transportadoras de energía y dos distribuidoras. El dinero ofertado es superior a lo que a mitad de este año acercó el directorio de YPF, cuando el control de la petrolera local estaba en manos de un directorio kirchnerista. Si bien Miguel Galuccio todavía sigue al frente del directorio, no está claro hasta cuándo ocupará el cargo de CEO ya que algunas fuentes anticipan que el presidente Mauricio Macri lo mantendría hasta abril, mes en el cual se llevará a cabo una importante asamblea de accionista durante la cual podría haber novedades referidas al nombre de quien conducirá el destino de YPF bajo las políticas del nuevo gobierno de Cambiemos. Hasta ahora en la empresa no hay planes para competir con Mindlin.
Tampoco está claro si el resto de las empresas que este año mostraron interés también lo harán el año próximo. En ese listado figuran Pan American Energy (PAE); Pluspetrol y Tecpetrol (Techint). Ninguna estuvo dispuesto a pagar el dinero que Petrobras pedía por su filial local, más de u$s 1000 millones, por lo cual sería difícil que superaran los casi u$s 1300 millones que Mindlin tiene guardados para cerrar la operación con la casa matriz de la filial local de la petrolera estatal brasileña.
También juegan en este escenario las turbulencias políticas que sufre Brasil, que afectan a la economía de ese país y alejan a eventuales inversores por la volatilidad que evidencia el mercado del país vecino y por consiguiente las acciones de Petrobras. El caso de Lava Jato y un posible juicio político a la presidenta Dilma Rousseff también complican la situación de la petrolera que planea un 2016 de ajuste tal como hizo también durante este año. La compañía pretende vender activos por u$s 15.000 millones. Actualmente se encuentra negociando la venta de entre el 25% y 35% de BR Distribuidora, subsidiaria en el negocio de la venta de combustibles en Brasil y dueña de la mayor cadena de estaciones de servicio.
Tanto su salida de Argentina como la venta de otra importante cantidad de activos tiene que ver con la necesidad de Petrobras de cambiar su cara en el marco de un proyecto de renovación a cinco años en el cual pretende convertirse en una nueva compañía, más dinámica, con perfil de rentabilidad mucho más alto que el actual y con una fuerte necesidad de reducir su deuda a través de un proceso de desinversión y no de capitalización. De todos modos, el plan de negocios para los años 2016/2020 será menor que los u$s 19.000 millones del plan actual (2015/2019) debido a la caída en el precio internacional del petróleo. En el nuevo plan, Petrobras estima el precio del barril tipo Brent, usado como referencia en el mercado internacional, a u$s 40.