El 2015 pasará a la historia como uno de los peores años registrados para las empresas mineras, afectadas por precios históricamente bajos de las materias primas y la desaceleración de la economía China.
El petróleo también atrasó uno de sus peores años, arrastrado a mínimos históricos por la fortaleza del dólar estadounidense.
Según un informe de CNN Expansión, para el 2016 se espera un mayor crecimiento de la economía mundial de la mano de una recuperación moderada en los mercados emergentes, que este año se vieron golpeados por la caída en los precios de los commodities. Además pronostica que continuará la fortaleza del dólar como moneda de referencia.
Desde que alcanzó un máximo histórico de US$1.902 en 2011, los precios del oro han caído alrededor del 45% hacia los US$ 1.000. El mayor viento en contra frente a los metales preciosos es reciente alza en las tasas de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos, la primera en nueve años.
Respecto a los pronósticos 2016, los enfoques son variados: analistas de Citi indicaron que los precios del metal dorado seguirán cayendo en 2016, aunque de manera progresiva.
Sin embargo, expertos consultados por Bloomberg dijeron que el oro subirá estimando una media para fin de año de US$ 1.200 la onza.
Goldman Sachs y Citi esperan que el metal industrial rebote desde el mínimo de seis años que tocó en noviembre, para el comercio alrededor de US$ 4.500 por ton en 2016.
Recientemente el Deutsche Bank informó que sus predicciones para el metal rojo se basan en un promedio para 2016 de US$4.575 por ton y US$ 4.725 por ton en 2017.
Después de tocar un mínimo de diez años de US$ 39.60 a principios de diciembre, las pérdidas de mineral de hierro han continuado. Los precios están ahora espera a caer a U$$ 38 por tonelada para la mayor parte de 2016, y alrededor de US$ 35 en 2017 y 2018.
Los analistas anticipan que el exceso de oferta, la débil demanda y los bajos precios de gas natural para continuar pesando en la industria, poniendo mayor presión sobre las empresas ya que gimen bajo el peso de sus deudas. Wood Mackenzie espera que el consumo de carbón caiga 20 millones de toneladas el próximo año, mientras que UBS Group es aún más bajista, esperando que la demanda disminuya en 30 millones de toneladas en 2016.
