Una interesante propuesta fue presentada este año ante el Instituto Provincial de Exploraciones y Explotaciones Mineras (IPEEM) con el fin de asignar fondos de ese organismo al desarrollo de un sistema de reservorios que permitan captar excedentes de agua en épocas de lluvia para su aprovechamiento. El proyecto toma como hilo conductor el impacto del cambio climático que ya se hace palpable en San Juan y que como saldo dejó dos veranos con temporales de lluvias en zonas de menor altitud.
Al cierre de esta edición aún no estaban definidos los nuevos miembros del IPEEM que se renuevan cada cuatro años y son designados por el Ejecutivo. Sin embargo, los proyectos presentados en el año en curso pueden ser puestos a consideración nuevamente, actualizados y con otra impronta, en caso de tratarse de propuestas que resulten beneficiosas a la comunidad.
Ricardo Gutiérrez, vocal del IPEEM, fue quien presentó la iniciativa mediante un proyecto denominado “Cosecha de Agua de Lluvias”, con el fin de que parte de los fondos con los que cuenta este organismo autárquico provincial (procedentes de derechos de explotación de área mineras como Veladero, por ejemplo) sean destinados a la construcción de obras para captación de agua pluvial en cinco localidades sanjuaninas y por un monto cercano a 1,7 millones de dólares. “La idea es vincular el concepto de cosecha de agua de lluvias con preservación de la infraestructura y valor agregado a terrenos de San Juan. A principios de año por ejemplo, Bermejo y La Difunta quedaron anegados tras el descenso de una creciente generada por la intensas lluvias que además provocaron daños en la ruta 141, cerca del límite con La Rioja. Entonces con obras puntuales podría captarse el agua en momentos de lluvias intensas, eventualmente preservar la infraestructura del lugar y a su vez dotar a zonas con escasez de agua de un reservorio mejorando su valor agregado, este es un poco el hilo conductor”, explicó Gutiérrez, cuya iniciativa se da en el marco del artículo 19 de la Ley 6029, de creación del IPEEM, que establece un programa anual de inversiones que contempla la presentación de propuestas que, oportunamente aprobadas por el Ejecutivo, se remiten a evaluación a la Cámara de Diputados.
El concepto de “Cosecha de agua de lluvias” resulta novedoso para San Juan aunque está muy extendido en diferentes sitios del mundo con climas áridos o semiáridos (con frecuencia, duración e intensidad variable de lluvias), mediante el aprovechamiento de la captación pluvial como agua de riego e incluso para el consumo humano (México y Perú como emblemáticos en América Latina, por ejemplo). En este caso puntual, la iniciativa tiene asidero en el concepto de cambio climático.
En el caso de la propuesta de Gutiérrez, se basa en la construcción de obras como reservorios, estanques, ollas de agua y presas entre otros, para captar y almacenar el agua de lluvia que escurre en una ladera o en una microcuenca hidrográfica. A su vez las obras dependerán de aspectos como la topografía, suelo, pendientes, escurrimiento y permeabilidad de las zonas en las que resulte estratégico el desarrollo de una obra para la captación de aguas pluviales.
Entre las zonas consideradas en el informe como las adecuadas para la captación de aguas pluviales, destacan: Sarmiento (con obras en Santa clara y El Durazno), Valle Fértil (para aprovechamiento de agua y consecuente mejora productiva de Las Tumanas, Chucuma y Astica), Zonda (obras y mejoras aguas arriba del río La Ciénaga), Calingasta (zona estratégica para el aprovechamiento del escurrimiento pluvial de gran número de quebradas que desembocan en época de lluvias sobre la ruta 149) y el aprovechamiento de la cuenca y terrenos aledaños a lo largo del Río Bermejo, desde el límite con La Rioja al norte, hasta los límites con San Luis y Mendoza al sur, recorrido que con obras de captación se podría brindar valor agregado a zonas como Bajo de Caballo Anca, Bajo de Los Toros, Algarrobo Verde, Mogna y Campos de Ampacama entre los ejemplos.
El proyecto resulta un valioso aporte en un marco de cinco años de crisis hídrica para San Juan que por fortuna este año cambió su racha tras la acumulación nívea de los temporales del invierno 2015, los cuales podrían aportar un piso suficiente para un año con buen caudal hídrico para riego de cultivos.