Inmediatamente después de que abrieran las primeras casas de cambio, el dólar libre subió más de cinco pesos y llegó a los 15 pesos. Sólo duró unos minutos. La divisa empezó a bajar. Se quedó en $14,20 un tiempo y luego cerró a $ 13,95 en el mercado minorista.
En tanto, en el mercado mayorista, la divisa llegó a $ 13,55. Sin embargo, se concretaron muy pocas operaciones. En total, el mercado movió apenas US$ 40 millones, sin la intervención del Banco Central que, por primera vez en varios días, no tuvo que sacrificar reservas
Prat Gay se negó ayer mencionar a qué precio esperaba que cotizara el primer día del dólar libre, pero apeló más de una vez a la cotización del que se negocia en Bolsa, que ayer quedó cerca de $14,50
¿Se quedará en $14 el precio del dólar, en línea con lo que se fijó el Gobierno? Lo único seguro es que nadie lo sabe. En el juego de libre oferta y demanda al que el ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, quiere someter al dólar es imposible predeci
El equipo económico ya se preparó subiendo las tasas de interés y consiguiendo compromisos para reforzar las reservas. La primera medida apunta a incentivar formas de ahorro alternativos al dólar (dejando los ahorros en pesos y a plazo fijo). Con la segunda buscan el poder de fuego necesario para participar en el mercado de cambios con esas generosas ofertas de divisas que enfriarían su precio.
La impresión que tienen los operadores financieros, los bancos y los analistas, es que no hay riesgos de una disparada del tipo de cambio, ni siquiera para lo que se conoce como “overshooting”, es decir una suba tal vez exagerada que se produce ante cada episodio de desregulación de un mercado. Aunque al Banco Central no le disgustaría, tal vez, una escapada que les permita “escarmentar” a los que se atrevan a pagar demasiado caro el dólar.
Ayer, en el mercado financiero se subrayaba la fuerte demanda de Lebacs que se observó en el mercado secundario, “señal de que hay cierto entusiasmo en colocar pesos a estas tasas de interés”.
A pesar de que ayer el ministro de Economía Alfonso Prat Gay anunció que desde hoy se liberaría la posibilidad de comprar dólares libremente, a primera hora los bancos no habían terminado de ajustar sus sistemas para poder operar a través del homebanking.
En el caso del Santander, al ingresar, el banco informaba a sus clientes que "dadas las modificaciones de las normas cambiarias producidas en el día 16/12/2015 (...) estamos ajustando los procesos internos de compraventa de moneda extranjera para estar en condiciones de operar a la mayor brevedad". Pasadas las 11.30, ya se pudieron concretar operaciones.
En esa misma situación se encontró el Banco Galicia, que primero informó a sus clientes que estaba modificando el sitio para que los clientes pudieran volver a comprar a la brevedad.
En tanto, el Banco Francés todavía pedía a los clientes el número de autorización ante la AFIP a primera mañana, para después liberar la compra
La AFIP, en su página web, aclaró que "a partir de la fecha todos los ciudadanos que deseen adquirir moneda extranjera no deberán solicitar la validación previa en la “Consulta de Operaciones Cambiarias”.
Las primeras horas del fin del cepo cambiario mostraron una city convulsionada, en la que conviven los bancos, las casas de cambio que se ilusionan con un reflorecer y los clásicos arbolitos, quienes lejos de desalentarse siguieron atentos para hacer su propio negocio.
Fueron muchas las personas que se acercaron a las casas de cambio a consultar el precio para comprar dólares, sin embargo se desilusionaron cuando les informaban que sólo se realizaban operaciones mediante transferencia bancaria y que por el momento no había luz verde para operaciones de contado, tal como explicaron a ámbito.com en distintas agencias del microcentro.
Pero además, algunas casas de cambio aplicaron un recargo del 5% a las transacciones en efectivo para la compra de dólares. Fueron varios los que, al enterarse del recargo que se les quería aplicar, desistían de realizar la operación. Era entonces el turno de los arbolitos.
Al menos una docena ofrecieron la moneda estadounidense en los doscientos metros de la peatonal Florida que van desde la Av. Corrientes hasta Tucumán. El precio promedio se ubicó en $ 14,80, que para compras por grandes montos podía caer hasta $ 14,60. Pero había quienes se animaron a llegar hasta los $ 15. "Nosotros te aceptamos peso billete", era la explicación, atentos a las últimas novedades sobre los inconvenientes en el circuito oficial. Un par de ellos, sin embargo, eran reticentes a la venta y esperaban una tendencia más fuerte sobre el precio de cotización. Preferían comprar a $ 14.
La incertidumbre en los bancos por esas horas alimentaron también las ansias de los vendedores callejeros, ya que tuvieron paralizadas las transacciones: la falta de un precio de referencia y los operativos contrarreloj para adaptar el sistema a la nueva modalidad de operatoria impidieron todo intento. Cinco de las grandes entidades relevadas explicaron a este medio que esperaban solucionar la operatoria de en las próximas horas.
Horas felices para los arbolitos, aunque el lógico plazo de adaptación a los cambios en controles que llevaban ya cuatro años, hizo que muchos potenciales compradores tomaran recaudos a la espera de un escenario con tendencia más firme. Y precios más bajos. Los que se multiplicaron, entonces, fueron los curiosos, que repetían como un mantra su inquietud: "¿A cuanto abrió el dólar?".