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El ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, anunció que el fin del cepo cambiario no sólo comprende la libre compra y venta de moneda extranjera a un cambio único, en lugar de los tipos múltiples, más alto para el turismo y los importadores y más bajo en proporciones variadas para los exportadores del complejo sojero, por efecto de las retenciones, sino también la extinción de los ROE (Régimen de Operaciones Autorizadas de Exportaciones) y las Declaraciones Juradas de Necesidades de Importación, por un régimen de Autorizaciones de Importación Automático y no Automático, que se suman a los anuncios de eliminación de las retenciones sobre las exportaciones de productos del agro, con la excepción de la soja, y de los industriales. Nada dijo sobre el impuesto a las exportaciones mineras.
También comprende la venta de cambio para girar dividendos generados por filiales de compañías y bancos extranjeros radicados en el país a sus casas matrices.
Fuerte refuerzo a las reservas del Banco Central
Resaltó el ministro que del lado de la oferta de divisas por parte del sector productivo "se acordó con las empresas cerealeras que comenzarán a liquidar USD 200 millones por día en las próximas 3 semanas, unos USD 6.000 millones que generará una oferta fluida que contribuirá a apuntalar las reservas del Banco Central.
Pero también se espera, por negociaciones informales de diversos funcionarios con otros empresarios que dijeron: "si los exportadores anticipan liquidaciones, nosotros también podemos hacerlo, en particular de inversiones que teníamos planeadas, pero demoradas", dijo Prat-Gay. Se trataría de unos USD 4.000 millones adicionales.
De este modo, junto a la conversión de parte de los yuanes en dólares para usos amplios, no sólo para pagar importaciones desde China, y el ingreso de créditos a tasa de mercado de un grupo de bancos extranjeros, Hacienda esperar incrementar las reservas que cayeron a USD 24.156 millones a un piso de USD 40.000 millones en un mes.
LAS RESERVAS PODRÍAN ALCANZAR LOS USD 40.000 MILLONES EN UN MES
El ministro consideró que al levantarse el cepo cambiario y el cupo a las exportaciones, se incentivará la generación de divisas por parte del agro en su conjunto, tanto las economías regionales, como las explotaciones extensivas de cereales, oleaginosas y el sector ganadero y tambero.
Mientras que un mejor horizonte de precios en dólares de la producción nacional, se espera que se aceleren las inversiones del exterior en sectores con alta potencialidad de crecimiento, tanto en el sector de la alta tecnología de la comunicación, como para obras de infraestructura e incorporación de modernos procesos y equipos que permitirán elevar la competitividad.
Se estima que por la imposición del cepo cambiario, en los últimos cuatro años la Argentina dejó de percibir inversiones extranjeras directas por unos USD 80.000 millones, que en la medida que los anuncios se complementen con un programa monetario, fiscal y financiero, dirigidos a reducir la inflación a un dígito, comenzará a llegar al país a un ritmo de USD 20.000 millones por año.
Mientras que para el caso de los importadores, la liberación del cepo es sólo para las nuevas operaciones, que se ubican en torno a los USD 5.000 millones por mes, levemente por debajo de las exportaciones.
Liberación parcial para las deudas de importadores
Para las operaciones de compras de insumos, partes y máquinas en el exterior que no fueron concertadas y no liquidadas, y que "el BCRA estima en USD 5.000 millones", dijo Alfonso Prat-Gay, frente a cálculos de las entidades representativas de los importadores que calcularon los atrasos en unos USD 9.000 millones, se "establecerá un cronograma de venta a acordar con el BCRA, en dólares o suscripción voluntaria de bonos de la autoridad monetaria", para que no se intenten liquidar de una vez.
DEUDA CON IMPORTADORES UN TEMA DE ANÁLISIS
Se prevé que ese cronograma permitirá dar previsibilidad de cobro a los proveedores del exterior y con ello reabrir o ampliar las líneas de crédito para poder retomar las compras al ritmo de las necesidades que demande una economía que el ministro aspira a poner en marcha, después de cuatro años de estancamiento.
Ambito
Analistas y operadores consultados por ámbito.com revelaron las expectativas que existen en el mercado sobre el levantamiento del cepo cambiario. La mayoría coincide que al principio el tipo de cambio se disparará cerca de los $ 15, pero que luego se ubicará alrededor de $ 14,50.
Sebastián Centurión, analista de ABC Mercado de Cambios, anunció que "mañana va a haber un nuevo mercado" y recomendó observar "quiénes serán los valientes de poner las primeras puntas y en qué precios".
"Seguramente el vendedor se va a poner lo más alto posible y el comprador lo más bajo posible y se irá decantando hasta llegar a un precio que todo el mundo supone que va a estar entre $ 13,50 y $ 14,50. Cuanto más alto sea más probabilidades de bajar tiene", pronosticó Centurión a ámbito.com. "Hoy las otras alternativas son el dólar MEP, que está cotizando en torno a $ 13,90, y el contado con liqui, que opera a $ 14,20. Estas cotizaciones dan una pauta de que más o menos ese sería el rango del nuevo tipo de cambio mayorista", señaló.
Para Centurión los primeros dólares que aparezcan en la plaza vendrán del campo. "Si los cerealeros prometieron que iban a liquidar u$s 10.000 millones en tres meses, mañana (por este jueves) tendrían que estar vendiendo ellos", anticipó, aunque aclaró que no van a liquidar "todo junto" porque así bajarían el tipo de cambio ellos mismos. "Este sector con la liberación del tipo de cambio más la rebaja de retenciones es el que salió ganando 100%", agregó.
A su vez, el analista de ABC Mercado de Cambios describió que "actualmente el 90% de las operaciones son todas importaciones y el 10% son exportaciones, solamente para lo que necesitan circunstancialmente, esto es para pagar sueldos o alguna cuenta, o porque no tienen pesos". "A partir de mañana, el incentivo va a estar en todos los exportadores que estuvieron bancándosela hace tiempo, que vienen haciendo a cuentagotas sus liquidaciones y al revés va a ser el importador, que va a salir a pagar lo mínimo indispensable que tenga que pagar", consideró.
Por su parte, Ignacio Martinangeli, de Arpenta Sociedad de Bolsa, coincidió que la "expectativa" es que se vaya a un tipo de cambio flotante entre $ 14,50 y $ 16. "El Gobierno intentará con las Lebacs absorber bastantes pesos de la economía, dado la gran cantidad que hay y para que todos esos pesos, sumados el aguinaldo y las vacaciones no vayan a la compra de dólares dada la apertura del cepo. Al absorber pesos se dará entre bandas", opinó en diálogo con este medio.
En cuanto a los movimientos de los ahorristas, Martinangeli estimó que habrán un nivel alto de "excitación" tras el levantamiento del cepo y que "muchos se irán por seguridad al dólar, pero también va a haber gente que viendo las tasas que se están pagando por los plazos fijos puede haber gente que tenga dólares y los venda".
"Este proceso se espera que dure unos meses, hasta que el gobierno recomponga las reservas y pueda hacer frete a una mayor demanda de dólares. El tipo de cambio arrancaría alto y bajaría",remarcó.
Según el analista, la inminente demanda de dólares se cubrirá con los préstamos de los bancos privados extranjeros, la liquidación de cosecha guardadas a la espera de un ajuste del tipo de cambio, el nuevo swap con China y otros ingresos acordados con organismos internacionales. "La demanda será alta al principio", subrayó Martinangeli. "Hay gente que saldrá a comprar dólares rápidamente para irse de vacaciones, pero otros vendarán a la espera de una buena tasa de plazos fijos", enfatizó.
Christian Reos, analista de Allaria Ledesma, consideró que habrá un escenario de base con un cambio a $ 14 y una tasa a corto plazo alrededor del 40%. "Si después la medida es exitosa se podría bajar en los próximos meses", indicó.
Como los otros analistas, Reos espera que tras el levantamiento el dólar oficial suba y luego baje, y que para el cierre de 2016 que en $ 16, aproximadamente. "Habrá una devaluación inicial y luego una depreciación más lenta", planteó en conversación con ámbito.com.
Para Reos, la unificación se trata de una medida "marketinera" y no descarta otras medidas. "Tal vez se anuncien además los nuevos límites a la compra de dólar, que no sabe en cuánto estará", afirmó, y deslizó que el Gobierno no buscará "decir el dólar es tanto", sino que va a haber fluctuaciones. El operador de Allaria estimó una inflación del 35% para el próximo año.
En tanto, el director de Proficio Investment, Rafael Di Giorno, dijo que el fin del cepo no es nuevo. "El mercado tiende a una unificación cambiaria desde hace un mes. La brecha entre dólar blue y dólar Bolsa fue desapareciendo de a poco. El mejor referente de dónde se podría ubicar el dólar libre sería a niveles muy parecidos al dólar Bolsa, que en este momento cotiza a $ 14", enfatizó.
Di Giorno aseveró que desde la macro, se beneficiará a la entrada de capitales, dado que al valor oficial del dólar no había ingresos de divisas. "Adicionalmente el dólar oficial con la brecha actual se había convertido en un impuesto a las exportaciones, con lo que la remoción de este impuesto le dará alivio a este sector", conjeturó.
En esta línea, se acopló la idea de Martinangeli sobre la aspiradora de pesos que encendió el Gobierno y expresó que el Banco Central preparó "el camino con la suba temporal de tasas de Lebacs para que no se genere una sobrerreacción exagerada en el tipo de cambio".
Tras los anuncios del ministro de Hacienda y Finanzas, Centurión recordó que hoy el mercado mayorista tiene un volumen diario de u$s 200 millones promedio, de los cuales la mayoría provienen de la entidad monetaria. "Con el levantamiento del cepo, podría llegar a los u$s 400 o u$s 500 millones, una vez que se normalice", concluyó.
Apertura
El cepo cambiario creó a su alrededor un sinfín de otros “tipo de dólar”. Desde el blue hasta el contado con liqui se volvieron parte de vida de los argentinos. Hubo otro que, mientras tanto, apareció en el mapa de desarrolladores inmobiliarios y compradores de departamentos y casas: el dólar ladrillo, un punto intermedio entre el oficial y el blue que, ahora, modificará su historia.
Sucede que, ahora, posiblemente se unifiquen los tipos de cambio y desaparezca el dólar blue y, como consecuencia de ello, también el llamado “dólar ladrillo”. “Al irnos a un solo dólar y al estar la industria dolarizada, desaparece el dólar ladrillo. Se toma el oficial”, explicó Adrián Giménez, CEO de ZonaProp, en diálogo con Apertura.com.
José Rozados, director de Reporte Inmobiliario, aseguró en ese sentido que “si quedaba alguna discusión sobre qué dólar tomar para una operación, ahora eso terminará” y agregó que “todo lo que tenga que ver con transparencia y menor cantidad de regulaciones es mejor para cualquier tipo de mercado”.
Rozados, de todas formas, recordó que, más allá del cepo, “hoy por hoy para comprar una propiedad usada te piden los dólares arriba de la mesa”.
En abril de este año, el dólar ladrillo dio que hablar. Por primera vez en su vida cotizó a $ 13,2 y superó al dólar blue, que operaba, en ese momento, en torno a los $ 12,8. Hoy esa brecha podría pasar a los libros de historia del real estate.
Sin embargo, los cambios sí alcanzan, según Giménez, a los alquileres, que son en pesos. “Un alquiler de $ 3000 mensuales puede llegar a subir un 10 por ciento”, dijo el CEO de ZonaProp. La razón de esto es que, quien puso en alquiler un inmueble, calculó un tipo de dólar intermedio entre el blue (el más alto) y el oficial (más bajo). Es decir, se apoyó en el llamado “dólar ladrillo” para ponerle un precio de alquiler a su casa o departamento. “No sube más porque esa plata ya está asociada al dólar ladrillo”, acotó Giménez.
El dato de la suba de los alquileres no es menor. El 80 por ciento de los usuarios que ingresa mensualmente a ZonaProp.com busca alquilar pese a que, de cada 10 avisos, ocho sean de compra-venta.
Párrafo aparte merecen el cordón de terrenos ubicados en la zona norte de la provincia de Buenos Aires. El presidente Mauricio Macri prometió terminar rutas en esas áreas, lo que generó un cambio de estrategia: quienes tienen propiedades allí no las están vendiendo, a la espera de que se revaloricen con nuevas obras de infraestructura, como es el caso de la Ruta Nacional N°8.