Se aprobó el acuerdo climático en París. La Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático -COP21- sesionó durante dos semanas de febriles negociaciones para llegar a un acuerdo vinculante que ayude a reducir las emisiones de gases que calientan la atmósfera, así como también, generar planes de adaptación a los efectos del cambio climático, en particular en los países más vulnerables.
Esta tarde, Francia presentó el texto “definitivo” que intentaba mejorar los tres borradores previos e incluir las principales demandas, intereses y necesidades de todos los bloques de países para que pudiera ser aprobado .
Tras varias horas de deliberaciones y algunas modificaciones menores -aunque siempre significativas-, el texto fue logrando un apoyo extendido de organizaciones ambientales y reconocidos científicos, aunque alertaron que los los compromisos nacionales que los países presentaron a Naciones Unidas poco antes de la COP21 no son suficientes para el cumplimiento de varios de los objetivos que proponía el texto logrado. Finalmente, el texto se aprobó con la aceptación de los 195 países participantes y se convirtió en el histórico “Acuerdo de París”.
Aún con sus deficiencias, se trata de un hito en la historia de las negociaciones internacionales en torno al cambio climático y sienta las bases para ser mejorado en el futuro cercano, de cara a 2020, cuando comenzará a entrar en vigencia.
1 -El acuerdo es jurídicamente vinculante pero no completamente. Los objetivos nacionales de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero que presentaron los países (INDC, por Intended Nationally Determined Contributions) no serán vinculantes. El acuerdo, como ya dijimos, entrará en vigor en 2020.
2 – Se propone limitar el aumento de la temperatura del planeta “bien por debajo” de los 2 grados centígrados y realizar “esfuerzos para limitar ese aumento a 1,5 grados centígrados”. El objetivo choca con las contribuciones nacionales, que llevarían la temperatura a por lo menos 2.7 grados por arriba de los valores preindustriales.
3 -El acuerdo prevé un mínimo de 100 mil millones de dólares anuales para los países en desarrollo a partir de 2020 para enfrentar el calentamiento global. Ese monto deberá ser revisado a más tardar a partir de 2025. Al mismo tiempo, se invita a países que sin obligaciones a dar apoyo de manera voluntaria.
4 – Cada cinco años los países deberán revisar sus contribuciones mediante un mecanismo de “reporte y rendición de cuentas transparente”, con la idea de ir renovando sus compromisos nacionales y mejorarlos. Los nuevos compromisos siempre tendrán que ser más ambiciosos que los anteriores.
5 – Los derechos humanos son sólo mencionados en el preámbulo del acuerdo, a pesar de que varios países presionaron para un rol más claro. Pero sí hay una referencia a la equidad de género, sosteniendo que la adaptación y la construcción de capacidades deberán tener en cuenta ese enfoque.
6 – Las emisiones deberán tocar un techo “tan pronto como sea posible”, según el acuerdo, reconociendo que lograr ese objetivo llevará más tiempo para los países en desarrollo. Una vez logrado, se deberán reducir de manera rápida las emisiones para encontrar “un equilibrio entre las emisiones provocadas por la acción del hombre y lo que puede absorber la atmósfera” en la segunda mitad de siglo.
El texto acordado hoy se pondrá a la firma de cada uno de los países en abril de 2016 en Nueva York y luego se iniciará un período de 18 meses para que cada país lo ratifique internamente.