El ministro de Energía, Juan José Aranguren, completó el nombramiento de los 18 funcionarios que lo acompañarán. Los elegidos causaron una reacción favorable en las empresas, donde se les reconoce idoneidad y experiencia.
El consultor cordobés Andrés Chambouleyron, uno de los que mejor conoce la problemática de los precios de la energía, será subsecretario a cargo de Coordinación de Políticas Tarifarias, y reportará directamente a Aranguren. El otro que quedó en una posición idéntica –de reporte directo al ex número uno de Shell– es Sebastián Scheimberg, que viene de la Fundación Pensar.
Bajo la órbita de Alejandro Sruoga, que será secretario de Energía Eléctrica, quedó Osvaldo Rolando, que venía trabajando en la asociación de distribuidores (Adeera) y fue director de distribuidora Edesur.
“Empezó desde abajo y llegó por puro mérito. Hay mucha satisfacción”, comentaban ayer sus ex compañeros. Será subsecretario de energía térmica y termoeléctrica. Sus pares son Sebastián Kind (Energías Renovables), Jorge Martolini (Hidroeléctrica) y Julián Gadano (Energía nuclear, hermano de Nicolás, el historiador)
Con el secretario de Planeamiento Energético, Daniel Redondo, estará Mauricio Roitman, reconocido consultor que trabajó con Daniel Montamat, que será subsecretario de Escenarios y Evaluación de Proyectos. Sus pares son Andrea Heins (subsecretaria de Ahorro y Eficiencia Energética), Alberto Brusco (Infraestructura Energética). Para el regulador ENRE (de luz) se menciona a Juan Garade (ex Edesur) y para Enargas a Daniel Perrone (ex TGS).
En la secretaría de Minería quedó Daniel Meilán y en la de Recursos Hidrocarburíferos, José Luis Sureda, un ex Pan American Energy.
PERFIL
Nicolas Gandini
Juan José Aranguren, flamante ministro de Energía y Minería, completó la nómina de funcionarios que lo acompañarán al frente de la naciente cartera. Serán José Luis Sureda, que asumirá como secretario de Combustibles; Nicolás Redondo, en el área de Planeamiento Energético; Alejandro Sruoga, en Energía Eléctrica, y Daniel Meilán como secretario de Minería. El equipo se completa con Andrés Chambouleyron, en la Subsecretaría de Política Tarifaria, y de Sebastián Scheimberg, en la de Coordinación Administrativa. En tanto que Sebastián Kind liderará la cartera de Energías Renovables.
La designación de Sureda tenía en vilo a las petroleras. Ocupará un cargo estratégico, ya que deberá definir los precios que recibirán los productores de petróleo y gas durante el año que viene. En esa lista figuran los empresarios más poderosos del establishment local, como Paolo Rocca, presidente de Techint, que opera en el mercado petrolero a través de Tecpetrol, y los hermanos Carlos y Alejandro Bulgheroni, dueños de Pan American Energy (PAE), la segunda petrolera del mercado junto con BP y la china Cnooc.
Sureda transitó toda su carrera en el sector privado dentro de esa compañía, donde se desempeñó como vicepresidente de Gas. Allí trabó un estrecho vínculo con los accionistas locales. Como amplio conocedor del mercado de gas se complementará con Aranguren, que se enfocará en el negocio petrolero. El ministro tendrá la posibilidad de presentarse en sociedad este lunes cuando participe del almuerzo por el Día del Petróleo que se realizará en el Sheraton de Retiro.
Formado profesionalmente en Gas del Estado, Sureda saltó a PAE tras la privatización de esa empresa en los 90. Quienes lo conocen lo definen como una persona analítica. Su pase a la gestión pública llega hacia el final de su carrera profesional. Con casi 70 años afrontará el desafío de reordenar la industria gasífera tras una década de caída de la producción por la madurez de los yacimientos y el congelamiento de tarifas pregonado por el kirchnerismo. Entre las múltiples áreas que manejará como secretario de Hidrocarburos figura la importación de gas desde Bolivia. Deberá realizar una recodificación veloz: hasta hace pocos meses, estuvo del otro lado del mostrador, dado que PAE es uno de los grandes productores de gas en el país del Altiplano.
"Lo único seguro es que habrá cortes de luz." Con esa sentencia premonitoria, un funcionario del Gobierno resumió ayer ante LA NACION el escenario que maneja el nuevo ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, con respecto al suministro de los próximos días.
Su equipo estudia declarar la "emergencia eléctrica" y poner en marcha un plan de contingencia que permita sobrellevar las altas temperaturas de la mejor manera. En ese punto buscan diferenciarse de sus antecesores, como el ex coordinador de Planificación Roberto Baratta, que ordenaba a las empresas cortar la luz en determinadas zonas geográficas, pero sin que existiera una orden por escrito.
"No se buscará ocultar nada, sino más bien todo lo contrario: exponer crudamente la precariedad del sistema, para que la gente tome conciencia del problema y acepte mejor la quita de subsidios"
Ahora, según altas fuentes oficiales, no se buscará ocultar nada, sino más bien todo lo contrario: exponer crudamente la precariedad del sistema. Consideran que es una manera de que la gente tome conciencia del problema y acepte de mejor gana la quita de subsidios que, cuando se concrete, significará una suba sensible en la tarifa del servicio. Sólo una franja de hogares pobres y de usuarios jubilados quedará fuera del aumento.
En el Gobierno explicaron que en la actualidad la prioridad es mantener la integridad de los cables. Con las altas temperaturas, esa infraestructura se calienta y suele romperse, algo que hace más larga la reposición del servicio. Para evitar ese problema algunas alternativas involucran a los consumidores
Por estas horas se evalúa transparentar la situación y pedirle a la demanda que ahorre energía debido a una situación de emergencia, que podría declararse. Es toda una novedad en comparación con lo que ocurrió en los 12 años de kirchnerismo, un período en el que siempre se negó la crisis eléctrica.
En el sector sostienen que el propio Presidente, Mauricio Macri, promueve la propuesta, con la intención de transparentar la mala situación de la electricidad. Tiene experiencia en el tema. En diciembre de 2013, cuando la ciudad de Buenos Aires estaba colapsada por los cortes de luz, decretó la "emergencia energética" y el asueto administrativo.
Bajo el paraguas de la emergencia eléctrica, una propuesta que las empresas distribuidoras, entre las que se destacan Edenor y Edesur, le hicieron llegar al nuevo gobierno, el Presidente podría ordenar que no se enciendan carteles publicitarios por la noche y vidrieras en horas pico, o suspender la realización de espectáculos deportivos nocturnos. Además, podría exigirles a los shoppings y supermercados que fijen el aire acondicionado en 24 grados.
Anteayer, la situación se tornó por momentos acuciante, con una demanda que orilló los 23.000 MW y, el jueves, según dijeron fuentes oficiales a DyN, "se estuvo a unos 300 megavatios del límite [técnico]". Ayer todo pareció más controlado debido a que la demanda a nivel nacional aflojó en parte.
El sistema nacional generador de energía tiene una potencia instalada del orden de los 26.000 megavatios (disponibilidad plena del parque térmico, hidráulico y nuclear) y el máximo histórico de potencia utilizada se alcanzó el 20 de enero de 2014, con 24.034 megavatios.
Durante su primer día al frente del ministerio de Energía y Minería, Aranguren participó de un encuentro con los ex secretarios de Energía Daniel Montamat, Raúl Olocco, Emilio Apud, Alieto Guadagni, Julio Araoz y Jorge Lapeña.
Según un comunicado de la cartera, Aranguren les agradeció "los esfuerzos desplegados desde el año 2009 hasta la fecha para alertar sobre la crisis energética que sufre el país e iniciar el camino de debates y consensos, necesarios para salir de esta situación y encontrar una solución".
Asimismo, el funcionario ratificó la declaración de compromiso que Macri firmó cuando era candidato presidencial, como marco de referencia para elaborar los programas de gobierno por aplicar para el sector energético durante este período.
"Dicho compromiso fue considerado al preparar la organización del Ministerio de Energía y Minería, como también para recuperar la institucionalidad del sector y desarrollar las acciones de gobierno que permitan atraer las inversiones necesarias para mejorar la calidad de los servicios públicos bajo su órbita y la oferta de energía local que reemplace la abultada factura de importación que deteriora nuestras cuentas fiscales", señaló el comunicado.
"Aranguren se comprometió con los ex secretarios a mantener reuniones periódicas en las que se discutirá el avance y las mejoras a introducir en las políticas para el sector", se informó.