El área nordeste de Brasil es una región de extraordinario potencial económico”. Así lo afirmó este jueves Antonio Simoes, embajador del país latinoamericano en España, en el foro El nordeste de Brasil: infraestructuras y energías renovables, organizado por el diario El País. Simoes calificó “la pujanza de Brasil como una realidad, debido a su apuesta por la transformación económica a través de tecnologías modernas como la eólica, que en la última década ha pasado de un 0,6% a un 4,5% en la generación de energía en el país”. Además, se prevé que esta fuente generará el 12% de la matriz energética brasileña en diez años.
El embajador señaló que, en los próximos años, el Gobierno liderado por Dilma Rousseff invertirá 49.000 millones de dólares en carreteras, puertos y aeropuertos. “En este momento, la economía brasileña está atravesando algunas dificultades, pero entre sus características está la capacidad de adaptarse a las circunstancias y superar las dificultades”, subrayó.
Además, la región nordeste –en concreto, en Bahía, Piauí, Maranhao e Itaqui– ofrece terreno para la agricultura. “Brasil logrará incrementar su producción de soja hasta los 100 millones de toneladas este año, frente a los 70 de 2012”, dijo Simoes.
Asimismo, la energía fotovoltaica ofrece grandes oportunidades en la zona nordeste debido a la elevada radiación solar, señaló Simoes, quien concluyó que el crecimiento económico de esta región va a un ritmo mayor que el del conjunto del país.
Por su parte, Aurelio Menéndez, gerente de transporte e infraestructura del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, explicó que Brasil presenta en los próximos años tres áreas principales para el crecimiento: la competitividad, la lucha por la desigualdad y la eficiencia del gasto público. En cuanto a la primera, Menéndez aclaró que el 85% de la población en todo el país vive en ciudades, por lo que la movilidad urbana es clave para el crecimiento económico. Con respecto a la desigualdad, el directivo sugirió que el nordeste es todavía una de las regiones no suficientemente interconectadas de Brasil. Por último, Menéndez apuntó que el país tiene recursos de inversión disponibles, aunque es necesaria una planificación más sostenida y predecible. “El Banco Mundial apoya iniciativas con efectos en el desarrollo socioeconómico, por lo que es necesario prestar atención a proyectos destinados a reducir la pobreza extrema”, declaró.
Menéndez recordó que la española CAF se adjudicó la construcción de los trenes del metro de Sao Paulo, gracias a una reducción de entre el 10% y el 15% en los costes de fabricación. Y añadió que “la competencia y la innovación proveniente del exterior suponen una mejora potencial en los servicios”.
Estados con potencial de crecimiento
El gobernador del Estado de Piauí, José Wellington Barroso de Araújo Dias, resaltó que este territorio tiene una ubicación estratégica a nivel internacional y es favorable para la energía fotovoltaica, la biomasa y la hidroeléctrica, así como para la extracción de petróleo, gas natural y minerales como el hierro o el mármol. “Piauí, el segundo Estado en reducción de la pobreza extrema, está abierto a socios”, declaró Barroso. Esta área experimentó un aumento del 42% en su PIB durante la última década. Además, Piauí es idóneo para el turismo (tanto arqueológico como de eventos y negocios) y para el aumento de la producción de soja y maíz, según Barroso.
Camilo Santana, mandatario de Ceará, señaló que este Estado es el segundo en número de habitantes del país (con más de ocho millones) y, por tanto, el segundo también en potencial de consumo. Incluye la quinta mayor ciudad de Brasil, Fortaleza. Ceará, con 573 kilómetros de playas y más de 11.000 kilómetros de carreteras, ofrece al inversor oportunidades en siderurgia, en la producción de fruta, pescado y marisco, y en el cableado submarino de fibra óptica. En el sector energético, presenta oportunidades, según el gobernador, en termoeléctrica, gas natural, eólica, solar y generación térmica a gas y carbón.