Más allá de los perfeccionamientos para simplificar la reforma tributaria, hoy será un día clave para el gobierno en el terreno laboral. El Ejecutivo ingresaría hoy un nuevo paquete de indicaciones tras sucesivas postergaciones marcadas por las fuertes disonancias de la Nueva Mayoría que arriesgan con llevar el texto a comisión mixta.
Así, se abrirá la fase final de discusión de un debate que ya se extiende por casi un año en el Congreso y cuya incertidumbre en torno a sus ajustes obligó a que, incluso, se convocara una reunión extraordinaria de comité político para hoy, enfocado casi en su totalidad en el articulado.
Si bien el acento del gobierno es mantener los pilares sustantivos del proyecto, por estos días ha trascendido que los ajustes apuntarían a que en caso de huelga las empresas puedan hacer "adecuaciones necesarias" con los trabajadores no sindicalizados, lo que implicaría eliminar del texto la prohibición de reemplazo en puestos de trabajo. Otros ajustes menores irían en la línea de la extensión de beneficios.
Por esto, según comentan parlamentarios, la iniciativa de realizar el comité político tras el ingreso de los ajustes es ampliamente valorada, ya que permitirá socializarlos y resolver las inquietudes de los legisladores.
Ajustes que, como era de esperar, son vistos con ansiedad tanto en el mundo de los trabajadores como en la vereda empresarial. Aún más en la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), considerando que el ingreso de perfeccionamientos en septiembre estuvo lejos de dejar conformidad. En ese entonces, la multisindical rechazó principalmente el hecho de incorporar la facultad del empleador de hacer las adecuaciones "necesarias" para que los trabajadores que no estén en huelgan puedan cumplir su función.
"Ello podría atentar contra la huelga y abre un incentivo para que el empleador obligue a los trabajadores que no son parte de un sindicato a confrontarse con ellos por esta vía, algo muy distinto a garantizar que el trabajador que no está en huelga pueda seguir trabajando", explicó la Central.
Sin embargo, luego de tres meses las relaciones entre el mundo sindical y el gobierno viven hoy un camino aún más pedregoso tras la discusión del reajuste al sector público. De hecho, desde la multisindical aseguran que "no se me ocurre que el gobierno envíe sus indicaciones sin conversar con la CUT".
Para la líder de la CUT, Bárbara Figueroa, a casi un año de tramitación de la reforma "nos hemos visto empantanados producto de la incapacidad de la NM de ponerse de acuerdo y de la presión de un grupo de senadores respecto de un proyecto que ya a estas alturas debiera haber sido finiquitado".
Agrega que las indicaciones no pueden hacerse cargo hoy de temas que ya votó la comisión. "Sólo resta hacerse cargo dentro de los temas estructurales del debate de huelga, donde vamos a insistir en que el gobierno estableció un compromiso de huelga sin reemplazo y sin descuelgue".