La caída del precio del petróleo está haciendo estragos en las empresas del sector, que ven achicar rápidamente su rentabilidad. Y la situación tiende a agravarse ahora que el crudo se ubica por debajo de los 40 dólares el barril. YPF no se quedó atrás, aún cuando en el mercado local le reconocen un precio mucho más alto (cercano a los u$s 70) por su producción. El papel sufrió ayer una nueva caída del 1,3% en Wall Street y desde el 4 de noviembre (cuando había tocado los u$s 21,80) la merma ya supera el 26%.

La acción de la compañía, en la que el Estado argentino posee el 51%, quedó muy rezagada en relación con la fuerte suba que tuvo el resto de los papeles locales en los últimos meses. La acción no pudo aprovechar en lo más mínimo la euforia generada por las elecciones presidenciales y el cambio de Gobierno que se producirá mañana. Los inversores estiman que Mauricio Macri tendrá una postura más "pro mercado" y por eso incorporaron activos locales en forma creciente.

Sin embargo, YPF terminó muy influenciada por la caída del precio del barril a nivel internacional. Mientras que algunas acciones argentinas subieron más del 80% en lo que va de 2015, la situación de este papel es completamente la opuesta. Desde fin de 2014 acumula una caída del 38%. La acción cayó desde 26,3 dólares a 16,3 dólares. Y la capitalización bursátil cayó a sólo 6.400 millones de dólares cuando superaba los 10.000 millones a fines del año pasado. Sólo como referencia, hace dos años el Gobierno pagó u$s 5.000 millones por la mitad de la compañía, lo que evidencia la depreciación que sufrió.

Otras acciones argentinas tuvieron comportamientos diferentes. La más beneficiada ayer fue Edenor, que subió un 7,6%, ante la expectativa del mercado de un reacomodamiento tarifario, aunque sea gradual. Pero el consenso es que las medidas del próximo Gobierno permitirán mejorar el flujo de caja de las empresas, sobre todo las del sector eléctrico. En lo que va del año el papel de la distribuidora acumula una ganancia del 76% en Wall Street.

Los bancos vienen más estables, pero lo más relevantes es que achicaron bastante las ganancias que habían acumulado en las jornadas previas y posteriores a las elecciones presidenciales. Un caso emblemático es el BBVA Francés: había subido de 15 a 25 dólares en un mes, pero ayer cerró por debajo de u$s 20. Se percibía un incremento exagerado y la relación entre las ganancias y el precio de las entidades había subido también muy por encima de la media de otros bancos de la región, por lo que la toma de ganancias había sido más que anunciada.