IAPG ENCABEZADOPAN AMERICAN ENERGY (CABECERA
CINTER ENCABEZADOTGN
SACDE ENCABEZADOSECCO ENCABEZADO
KNIGHT PIÉSOLD ENCABEZADO
SERVICIOS VIALES SANTA FE ENCABEZADO MININGTGS ENCABEZADO
WEGRUCAPANEL
Induser ENCABEZADOSAXUM ENGINEERED SOLUTIONS ENCABEZADO
GSB CABECERA ROTATIVOFERMA ENCABEZADO
METROGAS monoxidoMilicic ENCABEZADO
INFA ENCABEZADOPIPE GROUP ENCABEZAD
cgc encabezadoGenneia ENCABEZADO
EMERGENCIAS ENCABEZDOPWC ENCABEZADO ENER
WIRING ENCABEZADOWICHI TOLEDO ENCABEZADO
METSO CABECERACRISTIAN COACH ENCABEZADO
BERTOTTO ENCABEZADOOMBU CONFECATJOFRE
ALEPH ENERGY ENCABEZADONATURGY (GAS NATURAL FENOSA) encabezado
AMÉRICA LATINA
La derrota chavista en Venezuela
07/12/2015

Venezuela da la espalda al chavismo

El País

Venezuela inicia una nueva era. El país ha decidido dar la espalda al chavismo el día en que se cumplían 17 años de la primera victoria de Hugo Chávez. La oposición venezolana superó todas las adversidades posibles y ha vencido las elecciones parlamentarias. La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) tendrá el control de la Asamblea Nacional al obtener 99 diputados, por 46 del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Quedan por adjudicar 22 escaños, que definirán el grado de poder con el que contarán los ganadores. 

El triunfo supone un varapalo monumental a la figura y a la gestión del presidente, Nicolás Maduro, toda vez que las elecciones se habían convertido en una suerte de plebiscito. La crisis económica, la inseguridad o la persecución a los dirigentes opositores han sido motivos suficientes para que la sociedad haya dicho basta y optado por un cambio en el mapa político del país. El mandatario reconoció los "adversos resultados" y culpó de la derrota a la "guerra económica". Además, aseguró, en tono desafiante, que había ganado "una contrarrevolución". La derrota del oficialismo conlleva un golpe político para la revolución bolivariana y el socialismo del siglo XXI, que hace dos semanas sufría un primer revés, después de la victoria de Mauricio Macri ante Daniel Scioli en las presidenciales de Argentina.

Pese a que en los últimos días los sondeos auguraban una diferencia ajustada, con una participación del 74,25%, los resultados evidencian la brecha existente entre la oposición y el oficialismo, que conserva la presidencia y mantiene el control sobre todo los poderes del Estado.


La tardanza en conocerse los resultados no pudo evitar que, mientras llegaba el anuncio oficial del Consejo Nacional Electoral, los principales líderes opositores celebraran unos resultados que ya consideraban irreversibles. Era el caso de Lilian Tintori, esposa del preso político Leopoldo López, encarcelado desde hace casi dos años y condenado a más de 13, que rebosaba felicidad. Una de las primeras medidas que prometió adoptar la oposición si ganaba los comicios era aprobar una ley de amnistía para los presos políticos.

La victoria es también un brindis a la unidad. Por primera vez, todas las formaciones opositoras confluyeron bajo un mismo paraguas, el de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), un crisol de partidos políticos que van desde el centro izquierda hasta la derecha más conservadora y que ha conseguido sobreponerse a losamedrentamientos y las trabas que, durante años, le ha impuesto el oficialismo.

El cierre tardío de los colegios empañó una jornada que había transcurrido con tranquilidad y provocó las críticas unánimes de la oposición. Pese a que el sistema electoral estaba concebido para favorecer al chavismo por diversas medidas que se han tomado durante años, el oficialismo puso toda la maquinaria a funcionar en torno a mediodía. Maduro llamó a la “ofensiva popular” para que nadie se quedara en casa. El chavismo intensificó la presión sobre su electorado cuando quedaban dos horas para el cierre de las urnas, a las seis de la tarde. Tantos los mensajes de los líderes como los que se emitían incesantemente por televisión dejaban entender que los colegios seguirían abiertos pasada la hora prevista, algo que confirmó el Consejo Nacional Electoral al prolongar el cierre al menos una hora. La ley permite que permanezcan abiertos mientras haya gente por votar. Lo que hizo el chavismo fue movilizar a la gente.

La situación no era nueva. Hace tres años, en las últimas elecciones a las que se presentó el fallecido líder bolivariano, se estima que Chávez logró 800.000 votos en horas de la tarde que terminaron por ser decisivas en la victoria final. Una situación similar se produjo meses después, cuando el opositor Henrique Capriles, que partía con una amplia ventaja, terminó derrotado de nuevo, esta vez por Nicolás Maduro. Gracias la denominada Operación Remolque consiguió arañar cerca de medio millón de votos.

Por primera vez en 17 años las encuestas, que auguraban una victoria contundente para la oposición, se cumplieron. Para tratar de evitarloMaduro fue intensificando su discurso, hasta el punto de llegar a decir que tendrían que ganar “como sea”. No obstante, el presidente se mostró especialmente conciliador la noche previa a las elecciones; aseguró que sus declaraciones se habían malinterpretado e insistió en que reconocería los resultados, fuesen los que fuesen. De alguna forma, ponía la piedra sobre el tejado de la oposición en caso de que no consiguiesen una victoria que daban por segura. Y que ha consumado el comienzo de una nueva época en Venezuela.

 

Maduro atribuye la derrota a “la guerra económica”

EL país

Apenas terminó el primer boletín del Consejo Nacional Electoral (CNE), pasadas las doce y media de la noche del lunes, cuando el presidente Nicolás Maduro se dirigió a la nación desde el Palacio de Miraflores. En su intervención, el mandatario venezolano aceptó oficialmente los resultados, que significan una derrota aplastante y sin precedentes para el oficialismo.

En compañía del alto mando del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), ministros de su gabinete y representantes de las Fuerzas Armadas, Maduro atribuyó la derrota a la “guerra económica” que, dice, se libra contra su Gobierno. “No me queda duda de que la guerra económica inhibió a parte del electorado… Por ahora”, dijo, remedando la muletilla del comandante Chávez, que convirtió en un presagio durante su fallida intentona golpista de febrero de 1992. Confió, sin embargo, que muchos de quienes no votaron hoy a las fuerzas del chavismo “pronto sabrán que nosotros somos quienes representamos la paz de Venezuela”.

La lección que saca del apabullante resultado en los comicios –con cómputos todavía parciales, el número de escaños asignados a la oposición era más que el doble del oficialismo- es que la tarea principal de la revolución es promover “un sistema económico productivo” que le permita librarse del “chantaje económico”. Valoró que su coalición, “a pesar de tantas adversidades”, fuera capaz de captar alrededor de 42% de los votos emitidos este domingo.

“Mundo, mundo, mundo, escúchanos: a Venezuela se le ha sometido a una guerra”, clamó en un pasaje dramático de la intervención.

Hizo un llamado a los nuevos diputados de la Asamblea Nacional para ponerse de acuerdo y “terminar con la guerra económica, ya es hora”. Ese aparente llamado al entendimiento contrastó, sin embargo, con su diagnóstico de la victoria de sus adversarios, a quienes evitó felicitar. Dijo que no se trataba de un simple “triunfo de la oposición, sino de un triunfo circunstancial de la contrarrevolución” que se propondría, según sus palabras, imponer un plan para desmantelar los loros del chavismo y retornar a la esfera del neoliberalismo.

En un segmento de la alocución dirigido explícitamente a sus seguidores, el también ex canciller y ex presidente de la Asamblea Nacional vaticinó un próximo reverdecer de la Revolución Boilivariana: “No es tiempo de llorar, es tiempo de luchar”, exhortó. Maduro llamó a la unión de los revolucionarios y propuso iniciar un ciclo de reuniones la próxima semana “para corregir lo que haya que corregir”. Apuntó que una de esas posibles áreas de mejora reside en el “compromiso de los revolucionarios” y puso como prueba del relajamiento de la militancia su propia experiencia de la jornada electoral: el domingo, muchos de sus partidarios que le vitorearon en horas de la tarde mientras recorría algunas calles del oeste de Caracas –cerca de su mesa de votación-, contó, “todavía no habían votado”.

QUÉ CAMBIOS PUEDE IMPULSAR LA OPOSICIÓN DE VENEZUELA CON SU VICTORIA PARLAMENTARIA

BBC


Lágrimas, pólvora y abrazos: así celebraron las decenas de caraqueños que llegaron al comando de la oposición horas después del tardío anuncio de los resultados de las parlamentarias.

No es para menos, decían: la oposición venció al chavismo por primera vez en 16 años de revolución bolivariana en Venezuela.

Salvo aquella derrota sufrida en el referendo de 2007 para hacer una reforma constitucional, el oficialismo siempre se había impuesto en las urnas desde que llegó al poder.

En esta oportunidad, de 167 asientos en disputa, la oposición ganó 99 y el chavismo 46.

Quedan 22 por ser anunciados, pero por mal que le vaya a la oposición, con 101 se asegura una mayoría calificada de tres quintos, un mandato que le permite no solo promover cambios del gobierno, sino balancear el poder de un Estado que, para muchos, está en su totalidad en manos del chavismo.

Una crisis económica sin precedentes –marcada por la alta inflación, la recesión y la escasez– llevó a muchos venezolanos a ejercer el voto castigo contra el gobierno de Nicolás Maduro en estas elecciones.

"Hemos perdido una batalla pero la lucha por la construcción del socialismo ahora es que empieza (…) Esto es una bofetada para despertar", dijo el mandatario, afligido, al aceptar los resultados apenas segundos después del anuncio, que fue a las 12:30 de la mañana.

"Los llamo a la convivencia, al trabajo", señaló, pero calificó la victoria opositora como una "contrarrevolución".

Aunque la derrota del chavismo es histórica, el camino hacia el cambio que buscan los opositores no será fácil.

LO QUE VIENE

 

La oposición ha dicho que buscará dos cosas en primera instancia: promulgar una ley de amnistía que permita la liberación de los llamados presos políticos y aprobar una ley que reactive la producción nacional.

De paso, también asegura que busca "devolverle la democracia al país", pues considera que las instituciones del Estado se han politizado y perdido su autonomía.

Todo esto, en teoría, lo puede al menos promover con una mayoría simple –y aún más calificada– en el Parlamento.

"Pero estamos en Venezuela", dijeron varios de los veteranos periodistas políticos que esperaban los resultados en el comando de la oposición.

Primero, la oposición ha demostrado no ser un ente homogéneo dentro del cual todos tienen los mismos intereses.

Pero, además, la actual Asamblea Nacional, chavista en su mayoría simple, seguirá en funciones hasta el 15 de diciembre, cuando el Parlamento entra en receso.

Varios expertos han vaticinado la posibilidad de que esa Asamblea promulgue leyes que vayan en contra de los objetivos opositores, como por ejemplo una Ley Habilitante que le permita a Maduro gobernar por decreto los próximos 6 o 12 meses.

De hecho, Maduro posee poderes especiales hasta el 31 de diciembre.

El otro obstáculo que enfrenta la Asamblea opositora, que se posesiona el 5 de enero, es que cualquier ley que apruebe puede ser vetada por el presidente o por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).

El TSJ, que es considerado un aliado del Ejecutivo, no ha fallado una sola sentencia en contra del gobierno en los últimos 9 años, según un reciente libro que estudió más de 40.000 fallos.

Así, dependiendo de si la oposición finalmente se queda con una mayoría simple o calificada, existe la posibilidad de que haya un choque de trenes institucional que limite la gobernabilidad del Estado venezolano.

SIMPLE O CALIFICADA

 

El Consejo Nacional Electoral (CNE) no dijo cuándo anunciará los resultados para los 22 votos restantes.

Y el poder de la oposición depende de si obtiene esos dos asientos más que le darían una mayoría calificada.

Con la mayoría simple (entre 84 y 100 diputados) la Asamblea puede promover enmiendas para ser votadas en referendo, votos de censura al vicepresidente o ministros, autorizar enjuiciamiento o incapacidad del presidente y diputados, aceptar o negar el presupuesto, impulsar cambio de poderes ciudadanos y aprobar un estado de excepción o una reforma constitucional.

Según analistas, la mayoría simple daría con un escenario de choque de trenes o de negociación entre oposición y gobierno.

Con la mayoría calificada de tres quintos (101 diputados) el Parlamento puede –además de lo anterior– sancionar leyes habilitantes, remover miembros de el CNE y el TSJ y vetar a ministros y vicepresidente.

Esa mayoría calificada puede obligar al presidente a ceder ante la oposición para garantizar la estabilidad de gabinete.

El último escenario es la mayoría calificada de dos tercios (111 diputados), que le permite al Parlamento revisar tratados internacionales como Petrocaribe, intervenir leyes orgánicas como el control de precios y cambios, promover una reforma constitucional o una asamblea constituyente y hasta remover a las cúpulas del TSJ y los poderes públicos.

Eso sería un cambio del panorama político venezolano.

Aunque, según los miembros de la oposición que celebraban en la madrugada del lunes, "ese cambio ya se dio".

Y el gobierno, dijeron, "tendrá que acatar el mensaje del pueblo".


Vuelva a HOME


KNIGHT PIESOLD DERECHA NOTA GIF 300
Lo más leído
PAN AMERICAN ENERGY (JUNIO)
SERVICIOS VIALES LISTADO ENER
NOTA EN MÁS LEIDAS GIF
TODO VACA MUERTA
;