El MPN reforzó este martes su relación con el gobierno nacional que asumirá el 10. El senador Guillermo Pereyra se reunió con quien será el ministro de Energía, Juan José Aranguren, de quien recibió la misma promesa que ya le había hecho el futuro funcionario a Omar Gutiérrez, gobernador electo: el precio sostén del petróleo no se modificará sin consenso con las provincias.
Pereyra, entre otras cosas, le pidió que se busque reactivar rápidamente el proyecto de explotación de potasio en el sur mendocino y norte neuquino, un tema abortado por la empresa brasileña Do Rio Doce, y que implicaría la puesta en marcha de unos 5 mil puestos de trabajo. Además habló, por supuesto, del desarrollo de Vaca Muerta, y de un tema que particularmente le interesa, el del respaldo a las destilerías pequeñas, algo que existió y después desapareció durante la vigencia del gobierno kirchnerista.
Además, anticipó que frenará en el Senado el tratamiento del proyecto de ley para la mina de carbón en Río Turbio, que impuso el kirchnerismo en Diputados. Lo hará dejando sin convocar la reunión de la comisión de energía y minería, que él preside, y que por lo tanto no se hará este miércoles.
“Allí tenemos la activación de 5000 puestos de trabajo genuinos y a muy corto plazo, y para reactivarlo sólo hace falta generar las condiciones de credibilidad para que la empresa Vale Do Río Doce vuelva a interesarse en el proyecto, para volver a invertir”, indicó el senador en referencia al proyecto de explotación de sales de potasio en Neuquén y Mendoza.
Aranguren le aseguró a Pereyra que se continuará con la explotación de los yacimientos hidrocarburíferos convencionales y no convencionales, según informó el legislador y dirigente petrolero, quien afirmó que “acordamos en que es prioridad trabajar para superar el déficit energético, que es el gran problema de los argentinos con un horizonte inmediato de terminar con la importación de combustibles”, agregó el neuquino.
Respecto del precio sostén del barril de petróleo -que rige hasta el 31 de diciembre-, Aranguren le aseguró al senador Pereyra que “va a ser debatido y acordado entre las partes intervinientes en la industria”, para lo cual convocará “a los gobernadores de las provincias petroleras, a las empresas y a los representantes gremiales de los trabajadores del sector”.
“Se terminó la era de las imposiciones, viene la etapa del diálogo”, se comprometió el futuro ministro, según el Senador neuquino.
“Esto será fundamental -señaló el dirigente petrolero- porque enfrentaremos un año muy difícil, como por ejemplo la reducción de inversiones que ya adelantó Chevron, por lo que el gran objetivo a conseguir en la industria es el de generar confianza”.
En el encuentro se abordó el diseño de YPF que el próximo ministro pretende, con un armado de estructuras orgánicas y eficientes. “La idea es transformar YPF y que el futuro presidente no tenga que ver con la parte operativa. Hay que hacer otro tipo de estructura para manejar las políticas de YPF en todos los aspectos, en cuanto a los negocios internacionales, la búsqueda de inversores; y todo eso tiene que ver con que el presidente tenga un buen gerente que lo ayude en este aspecto”, explicó el senador Pereyra.
Respecto de las pequeñas refinarías de la provincia del Neuquén, acordaron que serán convocadas una vez nombrado el Secretario de Combustibles; y a partir de allí se analizará caso por caso su situación integral. “En síntesis -sostuvo Pereyra- de la reunión surgieron muchas coincidencias: el futuro ministro es un gran conocedor de nuestra industria y creo que ese conocimiento y esa experiencia van a redundar en políticas para beneficio del país y de los trabajadores que yo represento”.
Con relación también a la política en materia minera, el senador neuquino le adelantó a Aranguren que no convocará para este miércoles a la comisión de Minería, Energía y Combustibles -que él preside en la Cámara Alta- para debatir el proyecto de la mina de carbón de Río Turbio (Santa Cruz) que aprobó la semana pasada la Cámara de Diputados por iniciativa del Ejecutivo.
“Se trató a las apuradas”; dijo Pereyra, y manifestó que no comparte “disponer del Ejecutivo nacional la suma de 5 mil millones para un yacimiento que lamentablemente es inviable, porque produce un carbón de bajas calorías”. Según Pereyra, “hay que redireccionar la mirada nacional hacia las pequeñas mineras que son las mayores generadoras de mano de obra intensiva en el sector”.
Aranguren se mostró de acuerdo y opinó que “no es necesaria la ley de Rio Turbio, y menos con procedimientos de esta naturaleza”
Dentro del esquema de medidas que planea implementar el futuro ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, (que incluye un hondo recorte de subsidios a la luz y el gas) también está contemplada la idea de sostener para las petroleras un precio diferencial del barril interno de petróleo, que en la Argentina hoy se ubica por encima de las referencias internacionales.
El ex presidente de Shell se tomó una hora de su ocupado tiempo previo a su asunción para transmitirle la intención al senador y sindicalista Guillermo Pereyra en una reunión informal que mantuvieron a solas ayer en Buenos Aires. Allí le adelantó que "habrá algunas correcciones" y nada se decidirá "sin el consenso de las provincias productoras de hidrocarburos, empresas y trabajadores".
Pereyra relató a El Cronista que entre los temas que trataron, hablaron también "de minería; del déficit energético y del compromiso de seguir trabajando para reducirlo; de la estructura interna YPF; y de las pequeñas refinerías que acordamos que serán convocadas una vez nombrado el Secretario de Combustibles"
El acuerdo de precios vence el 31 de diciembre. Un año atrás, impulsado por el ministro de Economía, Axel Kicillof, y el CEO de la estatal YPF, Miguel Galuccio, todos los eslabones de la cadena petrolera acordaron de manera implícita un plan para moderar los efectos de la caída internacional del precio del crudo sobre la actividad. Decidieron que el petróleo denominado Medanito se ubique en u$s 77, mientras que el Escalante cotice a u$s 61. Al cierre de ayer en EE.UU. el barril terminó cerca de u$s 42 y en Europa rondó los u$s 45.
Mucho antes de saber los resultados electorales, Aranguren ya había anticipado su postura sobre el asunto.
En agosto, frente a un puñado de empresarios sostuvo que "a fin de año el nuevo gobierno deberá sentarse otra vez con los gremios y empresarios del sector para acordar otro pacto social" pero que "quien gobierne tendrá que rubricar un precio diferencial por escrito con revisión semestral, por ejemplo, para sostener los ingresos y la actividad laboral".
En ese mismo momento, sin embargo, remarcó que "las inversiones no vienen por precio, sino por estabilidad interna". Lo que no definió públicamente todavía es cómo seguirán solventando este esquema, que está financiado por la suba de precios de los combustibles cada vez que los automovilistas llenan sus tanques.
El legislador por el MPN, por otra parte, le anticipó a Aranguren que frenará en el Senado el tratamiento del proyecto de la mina de carbón en Río Turbio, que aprobó en Diputados el kircherismo la semana pasada. Lo hará sin convocar hoy la reunión de la Comisión de Energía y Minería, que él preside.