La policía brasileña arrestó este viernes a un abogado que autoridades afirman fue grabado en un video cuando arreglaba sobornos con un senador oficialista para evitar que su cliente, un ex ejecutivo de Petrobras, fuera testigo en la investigación por corrupción dentro de la petrolera.
El abogado Edson Ribeiro, que estaba en Estados Unidos cuando la policía brasileña arrestó al senador Delcidio do Amaral y al presidente ejecutivo del mayor banco de inversión independiente local por sospechas de obstruir la investigación por corrupción en la petrolera que administra el Estado.
Edson Ribeiro
Ribeiro fue detenido cuando llegó a Río de Janeiro proveniente de Miami.
La detención sin precedentes de Amaral, hombre de confianza de la presidenta Dilma Rousseff en el Senado, y del banquero multimillonario Andre Esteves -presidente ejecutivo de BTG Pactual SA- provocó sacudidas en Brasil y paralizó al Congreso el miércoles.
El nombre de Ribeiro apareció en la lista de vigilancia de Interpol y las autoridades estadounidenses lo localizaron, pero la policía dijo que él compró su propio boleto aéreo de regreso a Río de Janeiro, donde había sido representante legal de Nestor Cerveró, ex ejecutivo de Petrobras.
El abogado había dicho a Reuters que se oponía a los acuerdos de delación compensada que han usado los investigadores para desarmar el esquema de fijación de precios y sobornos a políticos dentro de la petrolera. Eventualmente, Cerveró contrató a otros abogados para negociar un acuerdo.
El Ministerio Público acusa a Esteves de obtener por medios ilícitos un borrador del acuerdo, que lo involucraría a él y a Amaral en el esquema de sobornos en el que participaron decenas de ejecutivos y cerca de 50 legisladores.
Andre Esteves - BTG Pactual SA
Ribeiro, Amaral y Esteves fueron delatados por Bernardo Cerveró, hijo del ejecutivo. El directivo de Petrobras podría ser condenado a 12 años de prisión.
En una reunión registrada en video por Bernardo Cerveró y mencionada en los documentos judiciales, Amaral dijo que se podría convencer a algunos de los jueces de la Corte Suprema de Brasil de liberar a Nestor Cerveró.
Ribeiro dijo que él buscaría una aeronave pequeña para sacar a Cerveró del país, quizás a través de Venezuela o Paraguay, y llevarlo finalmente a España, donde el ex ejecutivo tiene ciudadanía, según una transcripción del audio.
En la grabación, también se escucha a Amaral decir a Cerveró que Esteves estaba dispuesto a pagarle a su familia 50.000 reales (US$13.500) al mes a cambio del silencio de su padre.
El abogado de Ribeiro, Bruno Lemos, no pudo ser contactado para hacer comentarios, pero declaró el jueves al diario Folha de S. Paulo que las acusaciones eran a primera vista infundadas.
Los peces gordos involucrados en el escándalo de coimas y sobreprecios de Petrobras siguen cayendo en la red de la justicia brasileña. Hoy fue el turno de André Esteves, el presidente de BTG Pactual, el banco de inversión más grande de Latinoamérica, sospechado de haber entorpecido las investigaciones del “Lava jato”, el caso de corrupción que tiene contra las cuerdas a Dilma Rousseff.
Su detención conmovió a los mercados y se convirtió en una mala noticia para Mauricio Macri. Sucede que BTG Pactual tenía planeado participar en la compra de bonos del eventual blanqueo que podría lanzar el próximo presidente, que los operadores esperan ansiosamente.
Los economistas plantean que con este mecanismo ingresarían dólares frescos a las arcas exhaustas del Banco Central, y le permitiría al sucesor de Cristina Kirchner captar una parte de la plata que los argentinos tienen en el exterior sin declarar, que fueron fugando a lo largo de los años. Los analistas creen que con esos fondos se podría no sólo engrosar las reservas sino también financiar el déficit en los primeros meses, antes de llegar a un acuerdo con los fondos buitre.
El plan diseñado por el BTG era comprar la deuda que emita Macri en un futuro en el mercado local y después venderla en Europa. Para esa operación ya estaba casi cerrada un cambio de autoridades en la filial local del BSI, el banco suizo que se compró BTG Pactual en septiembre por 1300 millones de dólares.
La relación entre el grupo brasileño y entidades suizas no es nueva. Curiosamente, en el 2006 Pactual(como se llamaba originalmente) fue adquirida por UBS, un banco de dudosa reputación, que en la Argentina está en la mira por una maniobra con bonos que orquestó el año pasado Axel Kicillof. Así se dio a luz a UBS Pactual. En 2008 Esteves abandonó ese banco junto a otros directivos para crear PTG. Desde allí compraron UBS Pactual, lo que derivó en la creación de BTG Pactual.
El enroque en la sucursal porteña del BSI implicaba la “repatriación” al banco de Alessandro Moreno en reemplazo de Sebastián Luchessa. Durante los ochenta y noventa, ambos manejaron plata del fallecido Alfredo Yabrán, el oscuro empresario que se convirtió en emblema de la corrupción menemista.
Luego de la detención de Esteves, estos hombres de negocios analizan abandonar el país, temerosos de que los afecte el efecto Gabriel Martino, el ex titular del HSBC al que el gobierno le obligó abandonar su cargo por las cuentas en Suiza.
Sin reponerse todavía de la “perplejidad” y “enorme sorpresa” que causó la prisión del senador brasileño Delcídio Amaral, jefe del bloque oficialista en la Cámara Alta, el gobierno de Dilma Rousseff dejó trascender su posición. No fue oficial pues no hubo comunicado. Pero a través de ministros de su gabinete, la presidenta sostuvo que el parlamentario “actuó por cuenta propia”. Amaral fue detenido el miércoles por orden de la Corte Suprema, que busca procesarlo por “obstrucción” de las investigaciones sobre coimas que envuelven a Petrobras, a empresas privadas y a políticos y congresistas.
Delcídio Amaral
Al parecer, Amaral trató de evitar que un ex directivo de la estatal, Néstor Cerveró, firmara una delación premiada donde aparecería su nombre y el de otros políticos de alcurnia. Detenido desde principios de año, el ex gerente de la petrolera mencionaría en esas declaraciones inclusive a Rousseff, como alguien que “sabía todo respecto de la compra de Pasadena”, una petroquímica norteamericana adquirida por la compañía brasileña a precios sobrefacturados.
Lo que delató el interés del senador por silenciar a Cerveró fue una grabación realizada en forma disimulada por su hijo Bernardo en una reunión con Amaral ocurrida a comienzos de este mes. El joven, de 34 años, utilizó un iPhone para realizar el registro del audio, que fue entregado el miércoles a la Procuración General. En ese audio se distingue perfectamente la voz del senador preso, donde propone al muchacho que el padre se abstenga de firmar la declaración. A cambio le conseguirían un habeas corpus que lo dejaría en libertad y le permitiría huir hacia España, vía Paraguay.
Pero lo que más molestó en el Planalto es que Amaral mencionara varias veces a Dilma en ese diálogo grabado. Es esto, precisamente, lo que llevó a los ministros de la mandataria a señalar que el senador “actuó por su cuenta y riesgo” y que “nunca fue mandado por el gobierno”. También dijeron que la presidenta brasileña irá a garantizar la “total autonomía de las investigaciones”. Fueron precisamente estos partes del registro de la reunión de Amaral con el hijo de Cerveró y con el abogado, lo que condujo al Planalto (sede del gobierno) a concluir que la situación del titular del bloque oficialista es “indefendible”. De hecho, tanto el Partido de los Trabajadores como los propios colegas en el Senado decidieron soltar la mano del legislador y ratificaron la prisión decretada por la Corte.
Con todo, el gobierno debe andar con pies de plomo. Decidieron, de esta manera, postergar el nombramiento de un sucesor como jefe del bloque gubernamental en la Cámara Alta. En principio, eso quedaría para la próxima semana y se haría sin la presencia de Rousseff en Brasilia, quien debe viajar a París el domingo para luego continuar con una gira por Vietnam y Japón. Recién volverá el sábado de la semana siguiente. Ayer, el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva también despegó del caso, a pesar su relación de amistad con Delcídio Amaral forjada a partir de 2001, cuando el senador dejó el PSDB y entró en el PT.
El parlamentario estuvo vinculado durante años a la socialdemocracia brasileña e incluso fue directivo de Gas y Energía de Petrobras durante el gobierno de Fernando Henrique Cardoso (del 2000 al 2001). Y en esa función trabajó directamente con Cerveró, que por entonces era su asesor, y también con otro detenido por la Operación “Lava Jato”, Paulo Roberto Costa.
Según trascendió de una reunión de ayer en el Instituto Lula, el líder del PT calificó las acciones de Amaral como “una burrada, una idiotez”.
Según opiniones de analistas políticos como Josías de Souza, que publica un blog especializado en el portal de Folha de Sao Paulo, “Amaral cayó en una emboscada”. Cuenta que las reuniones donde el legislador participaba en forma reservada los asistentes eran chequeados y sus grabadores y celulares apagados. De acuerdo con Josías, el 4 de noviembre último Bernardo Cerveró (hijo del detenido Néstor) recibió al senador en el cuarto del hotel donde se encontraba hospedado. Y antes de que se iniciara el diálogo, el jefe de gabinete de Amaral revisó y recogió todos los celulares. Pero el muchacho tenía su iPhone en el bolsillo y logró accionarlo a tiempo para la grabación de 1 hora y 45 minutos.
