Teófilo Lacroze, el nuevo CEO de Shell -una de las principales petroleras del país-, fue quien cerró el 8º Encuentro de los Líderes organizado ayer en La Rural por El Cronista, Apertura e ITechnology.
Se trató del último panel el cual estuvo reservado para que los asistentes puedan recoger la visión empresarial sobre lo que viene en la Argentina. Para el joven ejecutivo de 42 años, el país se encuentra ante una "gran y única oportunidad". De todos modos, aclaró que la Argentina "necesita de consensos y esfuerzo conjunto que reúna no sólo a las cámaras empresariales sino a políticos, gobierno y sindicatos".
El sucesor de Juan José Aranguren, quien estuvo al frente de Shell durante 37 años y ayer fue confirmado como ministro de Energía y Minería de Macri, enumeró cuatro desafíos que se deberán encarar para el sector energético.
Como ya había consignado públicamente unos meses atrás, Lacroze estimó necesaria la concreción de "un marco regulatorio estable, como la nueva Ley de Hidrocarburos". Aseguró que se trata de un tema que "es esencial", sumado a la "libre disponibilidad de utilidades".
El directivo de una de las petroleras más grandes del mundo aseguró también que "el sector petrolero puede aportar entre u$s 20.000 y u$s 25.000 millones anuales en inversiones" a la economía de la Argentina.
Pero remarcó que para que esto suceda en la práctica "es clave que las empresas puedan disponer de sus ingresos".
Por otra parte, Lacroze puntualizó como tercer desafío "el trazado de un lineamiento, de un sendero de hacia dónde vamos". Y por último resaltó como cuarto reto la productividad. "Se debe invertir en tecnología, revisar los tiempos no productivos y las jornadas continuas", evaluó el CEO de Shell. Como ejemplo aseguró que "hoy un pozo horizontal en la Argentina cuesta el doble de lo que vale en países como Canadá y Estados Unidos, sus principales competidores".
El flamante número uno de la filial local de la petrolera anglo-holandesa también se refirió a Vaca Muerta, la gran apuesta del país para recuperar el perdido autoabastecimiento energético y que hoy opera en su gran mayoría la estatizada YPF. "El partido recién empieza. Si no tenemos en cuenta los desafíos que mencioné anteriormente, Vaca Muerta va a ser historia. Nos falta mucho pero tenemos que empezar ahora, es progresivo. El déficit en energía recién se resolverá en el 2030", señaló Lacroze.
El petrolero se mostró también optimista con los cambios que se avecinan. De hecho, se manifestó "contento" con anuncios como el caso de Aranguren, quien pasará a comandar un ministerio de Energía, porque consideró que "es bueno que haya gente que conozca del sector".
Sin embargo, rescató medidas del gobierno actual que, a su criterio, deberían tener continuidad. En esta línea, mencionó los incentivos a la producción de gas nuevo (desde 2012 se estableció un valor mayor, de u$s 7,5, por millón de BTU para la nueva producción). También el precio sostén para el barril interno de crudo (con valores más elevados a los internacionales) que pactó la administración kirchnerista con empresas y sindicatos para evitar despidos y una caída en la actividad petrolera. Hoy el barril de petróleo cotiza en valores cercanos a los u$s 50, tanto en Estados Unidos como en Europa.
En la Argentina, a través de este pacto, y según la cuenca, se paga entre u$s 60 y u$s 77. Este acuerdo -no escrito- tiene fecha de vencimiento en diciembre y todavía se desconoce si la gestión de Macri lo va a prorrogar.
Sin embargo, Lacroze aseguró que los precios de hoy no son tan importantes porque "la actividad petrolera se mide a largo plazo" y las inversiones se realizan teniendo en cuenta valores futuros.