Entre aplausos y palmoteos en la espalda terminó la adjudicación de contratos eléctricos durante la última licitación de suministro efectuada por el gobierno a principios de noviembre, donde uno de los ganadores, la española Abengoa, enfrenta hoy una compleja situación.
El miércoles, la firma se acogió al mecanismo de protección de acreedores, paso inicial del proceso de quiebra en la ley española, luego de que Gonvarri, filial del grupo industrial Gestamp, desistiera de invertir 350 millones de euros en la multinacional a cambio del 28% del capital tras no conseguir el apoyo de la banca para tomar el control.
El proceso, que de fallar llevaría a que la firma se constituyera en la mayor quiebra de la historia en España, compromete pasivos totales por 27.356 millones de euros (unos US$ 29.054 millones) a septiembre.
Aunque todo este proceso sucede a casi 11 mil kilómetros de distancia, en el plano local hay cierta preocupación por las implicancias que pueda tener en el país.
Desde el gobierno señalan que el tema está siendo monitoreado por la autoridad energética, a través de la Comisión Nacional de Energía, pues la filial local de la multinacional se adjudicó 25% de los 1.200 GWh subastados en la última licitación, los que deben comenzar a ser suministrados en 2017.
La firma tiene proyectos solares en desarrollo, los parques solares Atacama 1 (en construcción) y 2 (con permisos aprobados), que suman una capacidad de 420 MW, y en los cuales invertirá unos US$ 1.200 millones por cada uno.
Consultada la compañía, señaló que "las plantas de Abengoa continúan operando con normalidad y, en la actualidad, no está previsto que se lleven a cabo paradas en las mismas".
Cercanos a la compañía descartan que la situación en España pueda traer problemas a Atacama 1, que es la más avanzada. Esto, porque en esa sociedad participa un inversor en infraestructura y energía. Además, señalan las fuentes, el riesgo para que no se cumpla el contrato de suministro adjudicado por el gobierno es bajo, ya que la generación de Atacama 1 sería equivalente al contrato.
Pero Abengoa también tiene otros negocios en el país. Opera en el segmento de transmisión, y a mediados de mes se adjudicó -en licitación pública- contratos por US$ 180 millones adicionales para la construcción de dos nuevas líneas de transmisión, una subestación y la ampliación de una línea ya existente.
Cercanos a la compañía dicen que dado que estas son obras a terceros, es poco probable problemas de financiamiento.
Según información publicada en España por Expansión, Abengoa tiene dentro de sus acreedores a unos 200 bancos, entre los cuales se encuentran varios locales.
Los más expuestos son el Bci, con el cual mantiene una deuda por unos 130 millones de euros, seguido por el Bice, con 45 millones de euros.
Más atrás se encuentran CorpBanca (40 millones de euros) y Banco de Chile (5 millones de euros).
También figuran entre los mayores acreedores entidades que operan en Chile, como Santander (1.550 millones de euros) y BTG Pactual (415 millones de euros).
MOODY'S REBAJA CLASIFICACIÓN
El proceso de reorganización para evitar la que sería la mayor quiebra de la historia económica de España, no para de traer malas noticias para la firma. Esto porque ayer Moody's bajó dos escalones la clasificación de la firma, desde B3 a Caa2, según consignó Expansión.
Esto se explica por "una alta probabilidad de impacto y pérdidas" para los acreedores. Esta no es la única baja en la clasificación de la firma andaluza, porque Fitch también hizo algo similar, dejándola en CC, equivalente a un alto riesgo de crédito con probabilidad de impago.
En la bolsa, dada la situación, el desempeño de los títulos ha sido paupérrimo. Ayer la acción bajó 40%, mientras que el miércoles cayó 53%. De esta forma, desde el peak de abril las acciones han caído 90%.
Expansión señaló que la capitalización bursátil se desplomó por debajo de los 350 millones de euros, menos que el capital que iba a inyectar el grupo Gestamp hace unos días -pero que finalmente no se concretó- a cambio del 28% del capital del grupo.
DF
La crítica situación de la firma golpeó las acciones de la banca. En Chile la compañía acaba de adjudicarse millonarios contratos.
Si no logra un acuerdo se convertirá en la mayor bancarrota en la historia de España.
En 2016, la española Abengoa cumplirá 75 años, pero el gigante de energías renovables no está de ánimo para festejar, en momentos en que corre el riesgo de convertirse en la mayor quiebra de la historia de España.
a empresa andaluza informó ayer que se acogerá a un pre concurso de acreedores ante un tribunal de quiebras "a la mayor brevedad" después de que Gonvarri, filial del grupo industrial Gestamp, desistiera de invertir 350 millones de euros en la multinacional a cambio del 28% del capital tras no conseguir el apoyo de la banca para tomar el control.
El mecanismo de la Ley Concursal blinda a la multinacional frente a los reclamos de los acreedores durante tres meses, prorrogables por uno más, plazo que tiene la española para alcanzar un acuerdo y evitar la mayor quiebra de la historia del mercado local, con pasivos totales por 27.356 millones de euros (US$ 29.054 millones) a septiembre de este año.
El regulador español mantuvo la acción de Abengoa suspendida hasta pasadas las 11 de la mañana del miércoles, pero la crítica situación de la firma impulsó la venta cuando el título volvió a cotizar y registró un desplome de 53,8% en la sesión, hasta quedar en 42 céntimos de euro por acción. El batacazo llevó a que el comité asesor técnico (CAT) del Ibex decidiera excluir las acciones B de la multinacional del índice selectivo a partir el viernes. El Ibex 35, en consecuencia, quedará temporalmente compuesto por 34 acciones, hasta que el CAT evalúe la situación en una reunión prevista para los primeros días de diciembre, consignó Expansión.
La agencia de clasificación Fitch, por su parte, recortó de golpe varios peldaños al rating de Abengoa, desde B (bono basura), hasta CC, nivel de alto riesgo de impago o cercano a la insolvencia. Fitch considera que el aumento de capital por 650 millones de euros previsto por la energética "no tendrá lugar", y destacó que la nota podría volverse a rebajar en caso de "impago", "mayor deterioro de la liquidez", "insolvencia formal" o de "medidas de reestructuración de la deuda".
Exposición de la banca
El nivel de exposición a la deuda de Abengoa de los bancos nacionales acreedores de la multinacional pasó factura a la acción de las entidades.
El más golpeado fue Banco Popular, que llegó a perder 5% en la sesión para cerrar con un descenso de 2,5%. CaixaBank cerró la sesión con una pérdida de 3,6% y Banco Santander de 3,3%.
El grueso del pasivo de Abengoa lo componen los 9.000 millones de deuda con entidades de crédito, 5.000 millones pendientes de pago a proveedores y 2.700 millones en bonos y obligaciones.
"El futuro de la compañía parece muy negro", dijo Carlos Ortega, de Beka Finance Sociedad de Valores, según Bloomberg. "Tiene una tremenda deuda que los bancos no quieren refinanciar y ahora hasta sus socios le retiran el apoyo".
Gonvarri condicionó el desembolso de 350 millones de euros para entrar como accionista mayoritario en Abengoa a la suscripción de un importante paquete de apoyo financiero. El plan de Gonvarri era obtener líneas de financiamiento por entre 1.000 y 1.500 millones de euros pero mientras que las entidades nacionales se habrían mostrado más favorables, las extranjeras se habrían cerrado a la posibilidad.
Abengoa en Chile
A principios de año, la firma dijo que tenía previstas inversiones por unos US$ 1.300 millones en el desarrollo de un nuevo proyecto solar en Chile. Hace una semana, se adjudicó la ingeniería y construcción de dos nuevas líneas de transmisión eléctrica, una subestación y la ampliación de una línea ya existente en Chile por aproximadamente US$ 180 millones. Consultada por la situación, la oficina de Abengoa en Santiago no quiso referirse a la operación en el país y se remitió a la información enviada al regulador español.