Fabián Ruocco*
Si la visión de la minería del nuevo gobierno electo en Argentina el domingo pasado como problema recibe un mal diagnóstico, la fórmula para la corrección será, necesariamente, equivocada. La transición es entre muy y demasiado breve: los nombramientos se irán develando pronto, según pasen los contados días. La Secretaría de Minería no está exenta de semejante torbellino de ansiedad de empresarios, políticos y oportunistas.
La verdad es que en estos nuevos escenarios no se vislumbra ningún "Cisne Negro", como bien expresa Nassim Nicholas Taleb, en su libro de titulación homólga. Definiéndolo como un suceso con tres atributos:
1. Primer, una rareza, pues habita fuera del reino de las expectativas normales, porque nada del pasado puede apuntar de forma convincente a su posibilidad.
2. Produce un impacto tremendo.
3. Pese a su condición de rareza, la naturaleza humana hace que inventemos explicaciones de su existencia después del hecho, con lo que se hace explicable y predecible.
Sin embargo, más allá del postulante que resulte ganador de tomar en sus manos semejante "papa caliente", un diagnóstico equivocado de toda la sectorial tendrá una consecuencia facilmente previsible: la situación minera continuará siendo la misma, con algunas correcciones superficiales que no harán otra cosa que remendar la estructura actual con la lógica del "todos pierden".
Crear un clima psicológico de optimismo para el sector ha sido difícil en estos años de pensamiento binario, pero perder ese clima es fácil. La fuerza impulsada desde diferentes lugares logró posicionar la minería sustentable en las agendas de la campaña presidencial. Eso no es poco. Diferentes Centros de Estudios como el CEDyAT hemos venido abordando los múltiples problemas existentes pudiendo formular con la debida claridad cuáles son nuestros puntos de vista sobre la materia. Algunos de los cuales son coincidentes con las propuestas efectuadas por diversas Cámaras de Empresarios, de Ingenieros y de Profesionales, Secretarías Provinciales, entre otros.
En otros casos no las compartimos. Dado que tienen varios puntos débiles. Particularmente sobre la gestión del agua, la ejecución del desarrollo sustentable, el concepto concreto de la licencia social, planes de contingencia para manejar lo inesperado (caso Derrame en la mina de Veladero) junto con lo que ya sabemos respecto a que este tipo de actividad requiere reglas claras y estables para que pueda desarrollarse.
Los inversores que inician el ciclo minero , las empresas exploradoras, necesitan tener cierta seguridad de que quince o veinte años después pueda concretar un negocio. Si no tienen esa seguridad mínima, no tiene sentido que hagan una inversión de riesgo y entonces optan por irse a invertir a otro lugar, como ha ocurrido en los últimos años.
Algunos puntos débiles en las propuestas escuchadas o recabadas, tienen contradicciones de fondo, que yacen disimuladas bajo un repertorio de ideas y proposiciones que tiene toda la apariencia de una teoría orgánica y eficientes, pero andan flojitos de papeles a la hora de su ejecución real desde un sillón de Ministro, Secretario y/o Subsecretario de Minería de la Nación/Provincia junto con la articulación con los sindicatos varios/ trabajadores o tan solo acordar con una Cámara de Empresarios/Empresas encima se le suman las experiencias jurídicas del Paquete Minero de los noventa junto a los parches de Mayoral. Estas relaciones archiconocidas por sus protagonistas funcionan como el tejido de la telearaña.
Bien sabemos que, ciertas arañas tejen telas en forma de embudo, otras en forma de hoja e, incluso, otras tejen las telas espirales que son comúnmente asociadas con el orden. Estas telas pueden ser hechas con seda pegajosa de captura, o con seda "peluda" de captura, dependiendo del tipo de araña. Las telas pueden ser en un plano vertical (como la mayoría de telas espirales), un plano horizontal (telas de hoja), o en cualquier ángulo intermedio. Algunas telas, especialmente las de la familia de telas de hoja, presentan irregulares enredos de seda sobre ellas.
Muchas propuestas son más para remendar que para transformar. Según el diccionario remendar es un verbo transitivo, con dos claras características:
1. Coser un trozo de tela u otro material a una pieza de ropa vieja o rota para reforzarla o cubrir un roto.
2. Reforzar con puntadas la parte gastada o rota de una pieza de ropa.
Con un diagnóstico errado y un funcionario equivocado lo que se obtiene es un cambio para empeorar, porque el fracaso agota la energía de la sectorial. La repetición del fracaso la destruye.
Resulta más que necesario llevar a la Minería Argentina "al siguiente nivel", lo que es ya una necesidad inexorable y supone un proceso global que debe ser emprendido simultáneamente por todos los actores intervinientes. Hay que volver a leer y releer un documento que tuvo poca trascendencia pública, en donde los mineros advirtieron que el país no cuenta con estadísticas actualizadas sobre la actividad y que todo lo que se difunde, en realidad, se basa en un 60 por ciento de las exportaciones mineras de proyectos anteriores al 2001.
Es indispensable no engañarse. Un error en la estrategia minera no puede sino prolongar la crisis y conducirnos a una nueva forma de frustración.
*Presidente del CEDyAT
