La fortuna de las 782 personas más ricas de la Tierra sería suficiente para abastecer en el horizonte de 2030 con electricidad de fuentes renovables a la población de África, Latinoamérica y gran parte de Asia, es decir, la mitad de la humanidad, según Amigos de la Tierra Internacional.
En un informe publicado hoy, a una semana del inicio de la cumbre sobre el cambio climático de París, esta organización no gubernamental quiso ilustrar así que "existen fondos para una revolución energética, pero hay una gran ausencia de voluntad política para generar la transformación".
En esa misma línea, explicó que las 53 personas más ricas del planeta con sus respectivas posesiones tendrían dinero para que todos los africanos dispusieran de energía renovable en 2030.
Las necesidades de los latinoamericanos quedarían cubiertas -siempre con renovables- con los las fortunas de las 32 personas más ricas, calculó.
Amigos de la Tierra Internacional insistió en que para que la mitad de la humanidad dispusiera de electricidad renovable en 15 años se necesitarían 5,148 billones de dólares de inversión.
Y eso es lo que tienen las 782 personas más ricas, que representan un 0,00001% de los habitantes de la Tierra.
Sam Cossar-Gilbert, de esa ONG, subrayó que las conclusiones del estudio suponen "una llamada de alerta para los políticos y los Gobiernos".
"El mundo afronta dos crisis destructivas interrelacionadas: la creciente desigualdad y el cambio climático. Ha llegado el momento de abordarlas al mismo tiempo", añadió Cossar-Gilbert.
Sobre la segunda, la ONG advirtió: "Si no se adoptan medidas drásticas de inmediato para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, afrontaremos efectos aún más devastadores del cambio climático que superarán lo que hemos visto hasta ahora y afectarán principalmente a las personas y los países más pobres, que son los menos responsables del cambio climático".
La coordinadora del programa Justicia Climática y Energía de la organización, Dipti Bhatnagar, avisó de que "la transformación energética implica no solo pasar de los combustibles fósiles a la energía renovable, sino también una transformación más profunda que incluya la propiedad democrática de los recursos de energía renovable".
La ONG aseguró que en su estudio habla de la fortuna de los más ricos para dar a entender que hay fondos disponibles para contener el cambio climático, y no para sugerir la expropiación de ese dinero para que pueda utilizarse directamente para llevar a cabo la transformación energética necesaria.