Luego de vivir su peor semana del año, el cobre volvió a protagonizar una jornada negativa ayer, poniendo en alerta máxima a la minería.
El metal rojo, principal producto de exportación del país, retrocedió 3,72% hasta US$ 2,048 la libra, en la Bolsa de Metales de Londres. De este modo, se ubicó en mínimos no vistos desde el 26 de mayo de 2009 y quedó ad portas de caer por debajo de la barrera de US$ 2 la libra.
¿Es posible que el commodity se desplome bajo ese nivel “psicológico”? Los expertos y el mercado creen que es muy probable.
“Yo creo que es absolutamente probable. No digo que vaya a ocurrir, pero es muy posible que ocurra”, afirmó Gustavo Lagos, ex director de Cesco y académico de la Universidad Católica.
A juicio de Lagos esto podría pasar, “porque persiste la incertidumbre sobre China y porque no se ha visto ninguna detención en la caída que han tenido todos los commodities”. El académico añadió que no se puede suponer que esta tendencia se detendrá aquí, ya que no hay ninguna señal de que se eso ocurra.
Alexis Osses, gerente de estudios de xDirect, por su parte, proyectó que “entre diciembre y enero hay posibilidades de que el precio del cobre llegue incluso a US$ 1,92 o US$ 1,85. Pero, sigo pensando que las rupturas por debajo de los US$ 2 serán estacionales”.
Pese a lo anterior, enfatizó que si efectivamente el panorama en China sigue empeorando de cara al próximo año, hay probabilidad de que el metal rojo se mantenga durante el primer trimestre más cercano a US$ 2 la libra.
Lagos advirtió que los que se ven más afectados con este panorama es el sector de la pequeña y mediana minería, pues sus márgenes operacionales se ven muy presionados y la mayoría opera con pérdidas. Esto, porque tienen costos de operación elevados, añadió. Sin embargo, pronosticó que algunas operaciones de las minas grandes también se verán impactadas.
En este contexto, quien sufre la mayor presión es la Empresa Nacional de Minería (Enami), cuyo principal objetivo es fomentar la actividad de la pequeña y mediana minería.
“Estos precios están afectando al sector y, en particular, en la pequeña minería observaremos un impacto importante a partir de fin de año”, aseguró el vicepresidente ejecutivo de Enami, Jaime Pérez de Arce.
El ejecutivo señaló que hasta octubre los pequeños mineros recibían hasta$ 2,80 por el cobre que vendían a Enami. Ello, porque el precio del metal rojo se situaba en torno a US$ 2,40 y con el mecanismo de sustentación de precios se adicionaban US$ 0,30, másUS$ 0,10 de recursos que la Enami les había cobrado como sobreprecio en épocas pasadas.
De acuerdo con Pérez de Arce el precio que se está pagando hoy a los pequeños productores es similar al del año pasado. Por ello, precisó, “el impacto que esto ha tenido en el número de productores ha sido relativamente bajo. Si uno compara diciembre de 2014 con octubre de este año, alrededor del 10% de los productores dejaron de entregar. En otras épocas, ante una caída similar de precios, el impacto fue mayor”.
¿Podría agravarse la situación? “Ahora, que el precio promedio ha caído a cerca de US$ 2,20 o menos, si aplicamos los US$ 0,30 de costo de sustentación, es difícil que superemos los US$ 2,50, y ya no están disponibles esos US$ 0,10 que Enami agregó en meses pasados”, afirmó Pérez de Arce.
“Los pequeños y medianos productores que tengan costos de operación sobre los US$ 2,50 tendrán problemas para continuar en operaciones. Aún no tenemos las estimaciones, pero sí sabemos que enfrentarán una situación crítica”, dijo el ejecutivo de Enami.
Agregó que esto, de paso, golpea a la compañía. “Cuando los pequeños y medianos ven disminuida su producción, nosotros vemos reducido el crecimiento de nuestros planteles productivos. Hoy, muchos de ellos funcionan comprando por debajo de las capacidades instaladas, por lo que los costos unitarios son más grandes y las pérdidas para Enami aumentan”, explicó.
En la presentación que hizo Pérez de Arce ante la Comisión de Minería y Energía de la Cámara de Diputados, informó que al 30 de septiembre, la compañía anotaba pérdidas por US$ 39,2 millones, lo que implica un aumento de 80,65% respecto a las pérdidas reportadas a igual lapso de 2014.
El precio del cobre se desplomó casi 4% y se cotizó en dos dólares con cuatro centavos la libra. Una cifra que preocupa ya que el metal rojo alcanzó su menor nivel desde mayo de 2009.
Una realidad que pone en alerta tanto al Gobierno, como a las mineras, sobre cuál es el camino que deben seguir ante el deterioro del valor del commodity.
En entrevista con CNN Chile, el director de Minería de la Universidad Central y ex CEO de Anglo American, Miguel Ángel Durán, analizó este escenario y aseguró que "el próximo año todos los expertos hablan de un leve repunte".
"China, la FED y el precio del dólar, están haciendo que la demanda de cobre tienda a bajar", agregó.
La debacle en el precio del cobre en las últimas semanas pone presión a la gestión de las mineras en todo el mundo. Resguardar el margen operacional es el primer objetivo de las compañías en estos momentos, sin embargo, no pueden escapar de la caída en sus ingresos y, tampoco, de la desvalorización de sus principales activos: las reservas de sus yacimientos.
Aunque en las minas con extensa vida útil, se utiliza el precio de largo plazo para calcular el valor de los minerales todavía bajo tierra, el escenario cambia si se trata de unidades con un horizonte cercano para terminar su operación, ya que en algunos casos deberían rehacer las proyección debido al descenso mucho más brusco que el esperado.
Esto se evidencia el descenso en el precio de 5,5% en sólo una semana. ¿Cuánto impactó en la valorización de las reservas, probadas y probables, de las principales minas chilenas? De acuerdo a información de IntelligenceMine, las reservas de las principales faenas del país suman 147,1 millones de toneladas, las que al cierre del lunes 16 de noviembre tenían un valor de US$ 700.487 millones, la que cayó a US$ 661.571 millones en base a la cotización de ayer del metal rojo, que finalizó en US$ 2,04 la libra.
En otras palabras, en solo una semana, las principales faenas -que cuenta a Escondida, Collahuasi, Los Pelambres, Los Bronces, El Teniente, RT, Andina y Chuquicamata- se desvalorizaron, medido en las reservas contabilizadas por IntelligenceMine, en US$ 38.916 millones, equivalente a una baja de 5,5%.
Las más afectadas
En el análisis particular, las compañías con mayor cantidad de reservas, tanto probadas como probables, son las que presentan una mayor caída nominal en valor. Es por eso que Escondida, que cuenta con 50,6 millones de reservas según el sitio especializado, lidera también el descenso en este ejercicio, pasando de US$ 240.956 millones el lunes 16 a US$ 227.569 millones a ayer. Es decir, una pérdida de valor de
US$ 13.387 millones en siete días. Eso sí, apuntan los expertos, para este caso, debido a las expectativas de vida útil de la faena, las estimaciones internas de la empresa no cambiarían mucho al considerar el precio a largo plazo.
El mismo fenómeno ocurre con Collahuasi, ya que los 26,2 millones de reservas que tendría, valían al inicio de la semana pasada US$ 124.764 millones, mientras que siete días después pasó a US$ 117.832 millones, es decir, un deterioro de US$ 6.932 millones.
¿Recalcular reservas?
El principal efecto en la caída en el precio es la caída en los ingresos y, pese a los esfuerzos por contener y disminuir costos, en los márgenes. Sin embargo, un componente del valor que el mercado le asigna a las mineras que transan en bolsa es la valorización de sus activos.
Así lo explica el ex ejecutivo de Anglo American y director de la Escuela de Minería de la Universidad Central, Miguel Ángel Durán, quien señala que “los recursos y reservas de las minas tiene relación con el LOM (vida útil de la mina) de las faenas, aunque se hace con el precio del largo plazo, periodo en el que se disipan estas caídas de corto y mediano plazo en la cotización”.
Pero, comenta, esta situación sí podría impactar a las faenas con menos vida útil, las que deberían recalcular los ingresos pronosticados para el periodo de operación de las minas. “No creo que estemos de manera generalizada en que las empresas deban revalorizar sus reservas, aunque en minas que tengan menores perspectivas de operación, como un cierre para 5 años más, y las empresas llegan a la convicción que el precio será en realidad menor que al proyectado, en algún momento tienen que reconocerlo y hacer un recálculo”, sostiene.
Para el profesor de la Universidad Católica, Gustavo Lagos, el impacto en los ingresos es lo que más analizan los inversionistas, pero sí existe un componente en la acción relacionada a la valorización de sus reservas.
“Hay fórmulas para establecer cómo impacta en las reservas las caídas del precio de cobre, lo que influye en el mercado, pero no es lo más relevante”, finaliza.