A partir de hoy, vuelve a aumentar el precio de la nafta. El puntapié inicial lo dio la petrolera YPF que determinó –a partir de la hora 0– una suba promedio del 4,5% en todos sus combustibles. Se trata del mayor aumento en los últimos dos años y se espera que el resto de las petroleras sigan también la iniciativa.
En el caso de YPF, la empresa que concentra el mayor volumen de ventas del mercado, el alza llevaría el litro de nafta súper de $ 12,45 a $ 13,01 tras una suba del 4.3%. Para la nafta premium, cuyo volumen comercializado es el que más crece, se aplica la suba más alta, del 4,5%. En este caso, pasará de $ 14,03 a $14,65 en las estaciones de la ciudad de Buenos Aires, que son las que tienen los precios más bajos de todo el país. En tanto, el gasoil es el combustible con menor porcentaje de aumento, estimativamente en el orden del 4%. Pasó de $11,32 a 11,82 y el Euro Diesel, de $12,97 a $13,54. YPF es dueña de un 55% del mercado de naftas y gasoil en el país.
El último aumento de la empresa fue en agosto, también en vísperas del acto eleccionario de las PASO. En ese momento la suba había sido la mayor del año con el 2,5% promedio. Sin embargo, este incremento fue superado por esta nueva remarcación de las pizarras de las estaciones de servicio, que entró en vigencia en el día de hoy.
Según las estadísticas, se trata del aumento más fuerte en dos años, desde noviembre de 2013.
Hay que recordar que, después de una rebaja del 5% a comienzos de año, los combustibles subieron sus precios durante todos los meses, a un ritmo de un 1% mensual. Pero este aumento representa la variación más significativa para los bolsillos de los consumidores y lleva los precios a un alza promedio del 10,45% en lo que va del año.
En este contexto, mientras que el importe de los combustibles está bajando en la mayoría de los países del mundo, por la caída del precio del crudo, en la Argentina –donde además se produce el combustible– se está dando el proceso inverso. Sólo los superan los precios de Uruguay.
En enero de este año, el litro de nafta súper estaba a $ 11,31 y el de la variante “premium” cotizaba a $ 12,74. Desde ese momento, se vino remarcando todos los meses.
Se espera que, como es habitual, las alzas sean mayores en el interior del país, donde la súper puede llegar a $ 13,6 o más, como sucede en Córdoba o las provincias del Noreste (Misiones, Corrientes).
La petrolera angloholandesa Shell suele remarcar al mismo ritmo que YPF. Incluso cuando sus precios son los más altos del mercado. En cambio, Axion (la marca que sustituyó a la ex Esso) está buscando darle pelea a la petrolera YPF en materia de precios. También se sumarían Petrobras y Oil.
En cuanto a la política utilizada por YPF para aplicar los aumentos, el de hoy conforma la tercera vez que la petrolera aumenta los valores después de las elecciones. En noviembre de 2013, tras los comicios legislativos en los que se impuso el candidato Sergio Massa, la compañía aplicó un aumento general a nivel nacional de 3,2%.
En esa ocasión, la petrolera postergó un aumento previsto para las PASO (de agosto de 2013) para después de las elecciones generales. Finalmente, hoy, las pizarras fueron remarcadas nuevamente.
Pablo Fernández Blanco
Seis horas después del cierre de los comicios, YPF aplicó el mayor aumento de combustibles de todo el año. Desde las 0 horas de hoy, los precios de las naftas y el gasoil de la compañía estatizada, que maneja Miguel Galuccio, subirán 4,5% en todo el país, confirmaron a LA NACION fuentes al tanto de esa decisión. De esa manera, el precio de la nafta súper en la ciudad de Buenos Aires pasará de $ 12,45 el litro hasta $ 13.
Igual que en ocasiones similares, el resto de las petroleras continuarán los pasos de YPF, que lidera el mercado con un 55% de la oferta. Son Shell, Axion, Petrobras y Oil, la empresa del empresario kirchnerista Cristóbal López.
En enero, el precio de la nafta súper de YPF en la ciudad de Buenos Aires era de $ 11,31 por litro, por lo que el incremento en el año será cercano al 15%.
El aumento de los combustibles es el resultado de un acuerdo, nunca documentado, entre el sector y el ministro de Economía, Axel Kicillof, en diciembre del año pasado. Desde ese momento, las empresas remarcaron las pizarras en línea con la devaluación. Sucede que el petróleo, principal insumo de las refinadoras, está atado al dólar, pero los combustibles se venden en pesos. Así, con cada depreciación de la moneda local, las petroleras requerían más billetes para comprar la misma cantidad de materia prima.
Los combustibles aumentaron 1% en febrero y marzo, otro 1,5% en mayo y en junio y 1,3% en julio. Pero a principios de octubre pasado el salto fue mucho mayor: llegó a 2,5% y se aplicó un día después de las PASO.
