Los pronósticos no se ven auspiciosos. Ya se habla de incluso cuatro años de precios bajos. En la semana del cobre en Asia, se ajustó a la baja el precio promedio para 2016
Días negros tuvo el cobre. En la semana que recién termina, el metal ha registrado sus peores niveles de cotización en los últimos seis años. El jueves, el cobre cerró en US$ 2,09 la libra, su peor precio desde mayo de 2009, mes en que el metal estaba comenzando a repuntar tras llegar a su menor nivel del llamado “superciclo”, debido a la crisis de Lehman Brothers.
Pese al leve repunte de 1,74% del viernes, el deterioro en la cotización hizo que las alertas en una alicaída industria minera se encendieran con más fuerza. El sector ha tomado varias medidas para paliar el impacto de un año con un cobre bajo los US$ 3 la libra. Se ha anunciado, incluso, una “economía de guerra” que tiene a las mineras limitando beneficios, como el traslado en aviones, restringiendo celebraciones y reduciendo dotación de personal, lo que ha impacto incluso a ejecutivos de segunda y tercera línea.
Pero las 11 caídas consecutivas del precio del cobre hicieron que la industria comenzara a sincerar el escenario, aunque en las grandes mineras no hay consenso sobre la extensión que tendrá esta racha negativa. Pero ya sabemos que esta situación podría durar dos, tres o incluso cuatro años.
El propio presidente de la Sonami, Alberto Salas, reconoció que existían otras expectativas en términos de recuperación del metal. “Esto va a demorar un poco más. Antes se pensaba en seis meses y ahora se habla de dos años”, indicó antes de viajar al Asia Copper Week.
Lo crítico del escenario hizo que la ministra de Minería, Aurora Williams, también desde Asia, interviniera, afirmando que el cobre “repuntará en 2017, impulsado por un aumento de la demanda china”.
Entonces, ¿sorprendió la fuerte caída que tuvo el cobre? El presidente ejecutivo de Antofagasta plc, Diego Hernández, reconoce que sí. “Sí sorprendió esta baja. En octubre, en la LME Week, los productores y consumidores esperábamos que el mercado se fuera a mantener en los niveles de ese momento (2,36 la libra) y que en 2016 podríamos ver un precio de alrededor de US$ 2,30 a US$ 2,45 la libra. Esto, considerando la oferta y la demanda”, señala a La Tercera.
Agrega que en el análisis, los bancos de inversión y los hedge han sido más pesimistas, tomando en cuenta el mercado financiero y el mercado especulativo de corto plazo, pero indica: “Ellos han tenido la razón”.
Para Hernández, la pregunta ahora es “si esta baja adicional es de corto plazo, es decir, tomará uno o dos trimestres, o si volverá a niveles de US$ 2,40 la libra será de más largo plazo, es decir, uno a dos años”.
Pero parece que el escenario se ve aún más negativo. Así lo señala el director ejecutivo de Plusmining, Juan Carlos Guajardo, quien estuvo esta semana en Asia y desde donde indica que en el evento que organizó Cesco y que reúne a los grandes exponentes del sector, se bajaron los rangos de precio promedio del cobre para 2016 y lo sitúan entre US$ 1,8 y US$ 2,1 la libra, lejos de los US$ 2,5 la libra que Cochilco estimó a fines de octubre y de la Dipres, en el último informe de Finanzas Públicas, de septiembre de este año.
“La mayoría de la industria piensa que estamos cerca del piso, que es el decil 90 de la curva de costos de la industria del cobre, actualmente en US$ 2,05 la libra. La caída de los últimos días parece desafiar ese consenso”, señala Guajardo.
Pero, ¿el cobre podría cotizarse bajo los US$ 2 la libra? El gerente de Estudios de la Sonami, Alvaro Merino, dice que sí. “No se descarta, pero considerando las condiciones actuales del mercado, se ve poco probable, pues de persistir la menor cotización del cobre, se debería producir un nuevo ajuste en la oferta a nivel mundial, lo que gatillaría el alza del precio o bien pondría un muro de contención para que la cotización no siga el ritmo decreciente en los últimos días”.
A nivel mundial, explica Merino, y por la actual coyuntura, las mineras han informado recortes de producción por un monto de 600 mil toneladas de cobre para 2015 y del orden de 750 mil toneladas para el próximo año. Estos recortes representan el 2,7% y 3,3%, respectivamente, de la oferta mundial, dice. “Para el próximo año se espera un marginal incremento de la producción de cobre mundial y un aumento mayor en la demanda, por ello, gran parte de los analistas y bancos de inversión están apostando a un mercado deficitario en 2016”, detalla Merino.
En Chile, el impacto no es menor. Ya se espera una rebaja considerable del aporte a la minería en los ingresos fiscales. De acuerdo con las estimaciones de la Dipres, y tomando en cuenta que su estimación de cobre para este año es de US$ 2,52, se espera que la minería aporte US$ 3.157 millones este año, lejos de los US$ 4.728 millones que registró en 2014 y muy lejos de los US$ 14.078 millones que entregó el sector al Estado el año 2007.
Del aporte proyectado para 2015, Codelco, indica Dipres en su Informe de Finanzas Públicas, entregará al Fisco excedentes por US$ 1.103 millones.
Para 2016, el escenario empeora. De acuerdo con el documento, la minería provisionará al Estado US$ 2.139 millones y Codelco reducirá su aporte hasta totalizar US$ 990 millones.
La mediana y pequeña minería es la industria que peor lo está pasando con la actual coyuntura de precios. De acuerdo a Alberto Salas, en su discurso en el Boletín Minero, hasta agosto ya habían cerrado cerca de 180 faenas de la pequeña minería, tomando en cuenta que la Enami recibía en 2014 mineral de 1.100 operadores para comercializar y en los primeros ocho meses del año ese número llegó a 920 faenas.
La preocupación por este sector también la manifestó el presidente de Codelco, Oscar Landerretche, quien en entrevista con este medio dijo ayer que “hay un ajuste en el sector minero mediano y pequeño que hay que ponerle atención”. Agregó que esta industria es la primera afectada cuando se termina un ciclo al alza del cobre como el que se está viviendo en la actualidad, y que esto “va a significar un ajuste en la economía chilena. Un ajuste de personas que se dedican a la minería que van a tener que moverse hacia otros sectores”.
La producción también tendrá impactos relevantes. Si bien en 2014 se hablaba de una pujante industria minera, con inversiones por sobre los US$ 100 mil millones, y con una producción récord de seis millones de toneladas, la situación se ajustó abruptamente. Ese año la producción llegó a 5,7 millones de toneladas, situación que no cambiará en 2015, año en que Cochilco proyecta una caída de 1,2% para lograr las 5,68 millones de toneladas de cobre fino.
Para 2016 se ve un leve repunte, situando a Chile con una producción de 5,89 millones de toneladas. ¿Y el salto a los seis millones? Los incentivos para aumentar la producción han disminuido marcadamente. Los seis millones de toneladas creo que seguirán esperando hasta fines de esta década”, indica Juan Carlos Guajardo.
Merino piensa igual. “Considerando la baja de precios que están enfrentando las compañías mineras, vamos a tener que esperar un tiempo para alcanzar ese nivel de producción, el que estimo se lograría hacia el año 2018 o 2019”, señala.
Grandes consumidores de cobre, desde fabricantes de cables hasta productores de material para tuberías, han sostenido que no tiene mucho sentido impulsar las compras debido a las reducidas carteras de pedidos.
Los productores de cobre mostraron pocas señales de estar tentados a comprar más metal en el marco de una importante conferencia del sector esta semana en China, incluso en momentos en que los precios del cobre han sido afectados por la mayor corriente vendedora en seis años.
En la reunión realizada en Shanghái, grandes consumidores de cobre, desde fabricantes de cables hasta productores de material para tuberías en el mayor consumidor mundial, han sostenido que no tiene mucho sentido impulsar las compras debido a las reducidas carteras de pedidos.
El precio de metal, a menudo considerado como un referencial de la demanda industrial global, bajó casi un 5% esta semana y se dirige a su peor periodo de siete días desde mediados de enero, y el descenso se ha profundizado por fuertes ventas de fondos y debates sobre si los precios están cerca de tocar fondo o a punto de registrar otro desplome.
Para muchos, el reciente pesimismo destacó el desalentador panorama en momentos en que el ajuste de crédito, los abundantes inventarios y la débil demanda en la segunda mayor economía del mundo prolonga la tendencia a la baja del cobre.
Otros en la industria, no obstante, dijeron que poco ha cambiado para justificar el fuerte retroceso.
"Los actuales precios del cobre no son razonables y se han distorsionado de los fundamentos. En el largo plazo, el mercado de cobre esta en equilibrio", dijo Wu Yuneng, subdirector general de Jiangxi Copper, el mayor productor de cobre de China, en la conferencia.
Aún así, al margen del evento el ánimo era desalentador para muchos.
"Nuestros clientes no están interesados en reabastecerse en medio de expectativas de una mayor caída en los precios del cobre, por lo que tampoco nos estamos reabasteciendo de cobre", dijo un operador en un pequeño fabricante de cobre.
La oferta de la chilena Codelco, el mayor productor mundial de cobre, a sus clientes chinos para reducir los cargos adicionales en los contratos del próximo año en un 26% sirvió como advertencia sobre las perspectivas para el próximo año.