Miguel Galuccio atraviesa sus días más complejos desde que asumió la presidencia y dirección ejecutiva de YPF, en mayo de 2012. El reciente fallo de la Corte Suprema de Justicia, que le ordena hacer públicas las cláusulas confidenciales del acuerdo con Chevron, y la disputa presidencial son dos frentes de extrema presión que lo acorralan.
Galuccio está acostumbrado a lidiar con la intrincada red de intereses políticos que pululan alrededor de una empresa que es mucho más que la petrolera más grande del país: hoy es una bandera en torno a la cual se disputan los dos modelos de Estado que se enfrentarán en el ballotage.
Sin embargo, hoy afronta un escollo más complejo. El fallo de la Corte, a pocos días de la definición presidencial, abrió una puerta que hace temblar los cimientos de YPF y que pone en vilo a todo el sector petrolero.
Si bien la vocera de la Justicia, María Bourdin, indicó que "el fallo es un leading case en la materia, pero no sienta jurisprudencia", hay una gran preocupación en el sector empresarial. El gran interrogante es cómo hará de ahora en más YPF para cerrar negocios si queda abierta la posibilidad de que los contratos sean públicos. Las cláusulas de confidencialidad son habituales entre las petroleras para proteger estrategias comerciales, tecnología, herramientas financieras, inversiones y cuestiones industriales.
La compañía considera que, al operar como una sociedad anónima abierta, no le es aplicable legislación o normativa administrativa alguna que reglamente a las entidades en las que el Estado tenga participación. Esa posición fue respaldada por la Justicia en primera instancia y por la Cámara de Apelaciones.
Sin embargo, la Corte dio vuelta el pleito al determinar que YPF funciona bajo jurisdicción del Poder Ejecutivo Nacional, por lo cual debe cumplir con las disposiciones del decreto 1172/03 en materia de información pública.
El fallo de la corte cayó a días del ballotage y puso en la mira al ceo de ypf.
Los buitres sobrevuelan
El fallo también otorga argumentos a los fondos buitre, que mantienen acciones judiciales en Estados Unidos para embargar activos de YPF en ese país, pues la consideran un alter ego del Estado argentino.
Los abogados de Paul Singer ya se mueven para reclamar a la Justicia norteamericana que avance en un pedido formal contra Chevron, para exigirle que muestre todas las cláusulas del acuerdo.
Buscan una medida similar al fallo de la Corte argentina, pero contra la compañía norteamericana. El fondo buitre sospecha que entre los puntos ocultos esté la conformación de cuentas en los Estados Unidos, y buscan embargarlas.
YPF anunció que hará pública la información. La Corte no puso plazos, con lo cual se especula con que podría suceder con el inicio del mandato del nuevo presidente y que se negociará con los jueces la protección de los datos del negocio que no revistan de interés público.
Fuera del frente judicial, Galuccio quedó inmerso en el barro del largo año electoral. Se mostró cómodo al lado del aspirante Florencio Randazzo, hasta que quedó fuera de carrera, mantuvo encuentros con Mauricio Macri y compartió escenario en varias oportunidades con Daniel Scioli.
El bonaerense fue el primero en respaldarlo el miércoles pasado, tras conocerse el fallo. Fue a verlo a la Torre de Puerto Madero y luego cuestionó la decisión del máximo tribunal, a la vez que hizo una fuerte defensa de la gestión estatal de YPF.
Pese a la buena relación entre ambos, Scioli nunca definió en público si le pedirá a Galuccio que continúe al frente de la petrolera en caso de ser presidente.
¿Se baja?
Hasta hace unos días el deseo del directivo era seguir y honrar su compromiso con los socios que atrajo en un escenario complejo para las inversiones petroleras -de alto riesgo-, sobre todo por el cepo cambiario y las restricciones al giro de dividendos al exterior. Con el amparo político de la Casa Rosada, logró que Chevron desembolsara unos 2500 millones de dólares en dos años; convenció a Petronas para desembolsar unos otros 475 millones de dólares, y obtuvo 120 millones de Dow, entre los principales proyectos en marcha en Vaca Muerta.
Una fuente del gobierno nacional indicó a este diario que el presidente de la petrolera argentina está desgastado por los cortocircuitos internos en la empresa, las presiones políticas y el reciente revés judicial que hace tambalear su mayor apuesta en Vaca Muerta. Indicó que por estas horas Galuccio evalúa pasar sus últimos meses al frente de YPF con una transición ordenada para tener una salida decorosa en el segundo trimestre de 2016, cuando la asamblea de accionistas defina las autoridades.
Si resulta electo Mauricio Macri, su continuidad se vislumbra más complicada. El referente petrolero de Cambiemos, el ex Shell Juan José Araguren, dijo que el autoabastecimiento –el principal caballito de batalla de Galuccio- no es una cuestión relevante. Además ya avisó que en caso de permanecer en la empresa, a Galuccio le recortarán poder. Mantendría su rol de CEO, pero debería convivir con un presidente.
En estos años, el titular de la petrolera tuvo una fuerte impronta en las políticas energéticas, tal es así que fue el artífice de la reforma de la Ley de Hidrocarburos, lo cual le significó un fuerte enfrentamiento con el gobernador Jorge Sapag. Los equipos técnicos de Cambiemos quieren terminar con ese privilegio. Ven a YPF como una sociedad anónima que debe responder por los intereses de todos sus accionistas, inclusive los privados. En ese escenario, le será difícil mantener el alto nivel de inversiones si la nueva gestión opta por un mayor nivel de reparto de dividendos.
Aranguren ya anunció que revisarán la gestión y su plan de negocios. Le cuestionan el nivel de endeudamiento de la compañía –que estuvo destinado a sostener las inversiones- y que haya mantenido el acelerador en Vaca Muerta en pleno derrumbe del precio internacional del petróleo. El ex Schlumberger considera que sería un error paralizar un proyecto a 35 años por un bajón coyuntural de precios, y muestra como carta que Loma Campana se convirtió rápidamente en el segundo yacimiento productor de crudo del país.
Gran parte del establishment del sector lo respalda. Así lo hizo saber días atrás el titular del Club del Petróleo, Oscar Vicente, quien indicó que "YPF está trabajando mucho, y con mucha tecnología". "Galuccio armó un equipo de muy buenos técnicos. En 48 años que llevo trabajando en el petróleo, este es el mejor presidente que ha tenido YPF", remarcó.
Pese a lograr el incremento de la producción de petróleo y gas en el país tras una década de caída sin freno, aumentar el empleo en el sector petrolero y dinamizar la economía de las provincias productoras con su fuerte apuesta a la inversión, Galuccio no tiene ninguna garantía sobre su futuro
cercano.
Fuerte apuesta inversora
El alto nivel de inversiones que acumula YPF en los últimos tres años tiene impacto en la utilidad neta, que en el tercer trimestre de 2015 mostró una caída del 42 por ciento. En ese período, los desembolsos crecieron 14%, y en exploración aumentaron un 30 por ciento.
La compañía informó que "mantuvo una estrategia sólida de financiamiento de sus operaciones, con un ratio de deuda neta sobre el EBITDA de 1,37, por debajo de los estándares internacionales para esta industria".