La promesa electoral de Daniel Scioli de no recortar los subsidios vigentes en los servicios públicos va camino a provocar un doble impacto en el sector eléctrico. Por un lado, dejaría como principales beneficiarios a los usuarios residenciales de la región metropolitana de Edenor y Edesur. Y por lado, agravaría los desequilibrios tarifarios que afectan con más intensidad a los clientes hogareños de las provincias de Jujuy, Santa Fe, Córdoba, San Luis, La Pampa, Río Negro y Tierra del Fuego.
Más allá del costo fiscal que implicará para el Estado, el mantenimiento del “statu quo” en materia de tarifas y subsidios eléctricos tiende a preservar la asimetría económica que desde 2003 ha beneficiado a los usuarios de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires en detrimento de las familias del resto del país que tienen que hacer frente a facturas que son hasta 7,4 veces más abultadas que las que cobran las distribuidoras metropolitanas.
Un reciente trabajo de la Fundación para el Desarrollo Eléctrico (FUNDELEC) actualizó la radiografía de la fuerte dispersión tarifaria que existe a nivel nacional y que—a priori—el candidato presidencial del Frente para la Victoria (FPV) promete mantener con la prolongación de los subsidios.
Mientras los usuarios residenciales de Edenor y Edesur por un consumo de 500 kWh/bimestrales pagan una tarifa libre de impuesto de solo $ 37, los clientes hogareños del interior llegan a abonar por el mismo nivel de consumo hasta $ 280, es decir siete veces más.
En el escalón de los 750 kWh/bimestrales, los usuarios de la región metropolitana pagan una tarifa sin impuesto de $ 53 frente a los $130 y $ 388 que deben afrontar las familias del resto del país por un consumo similar.
Según el informe de FUNDELEC, la situación favorable a los porteños y bonaerenses del Conurbano también se repite en el nivel de los 1.000 kWh bimestrales. Los clientes de Edenor y Edesur abonan-- en promedio y sin impuesto-- $ 70, mientras que en las provincias los usuarios que tienen igual demanda deben desembolsar entre $ 175 y $ 537.
En los tres casos, la contracara de las eléctricas metropolitanas en cuanto al cobro de las tarifas más elevadas son las distribuidoras provinciales de Río Negro, Santa Fe, Jujuy, Tierra del Fuego y Córdoba.
Axel sigue nombrado
Mientras tanto y sin levantar la perdiz, el ministro de Economía, Axel Kicillof decidió dejarle al próximo gobierno otros dos nombramientos de militantes camporistas en áreas clave de la Secretaría de Energía.
Son dos nuevos “directores generales” que a menos que renuncien, tienen asegurada una continuidad en los cargos hasta el segundo semestre de 2016.
Por medio del decreto 2293 fue designado Pablo Peréz como “Director Nacional de Gas Licuado”. Sin experiencia en el sector, Pérez es un “Licenciado en Sociología” que está enrolado en La Cámpora desde hace tres años y que por instrucción de Kicillof aterrizó en el ámbito energético.
En tanto, por el decreto 2294 fue nombrado Marcelo Gabriel Echague como nuevo “Director General de Cooperación y Asistencia Financiera”. Licenciado en Economía y asesor de la titular de Energía, Mariana Matranga, Echague ha venido desempeñándose desde mediados de 2014 como un virtual Jefe de Personal de la Secretaría y fue el encargado de despedir a los técnicos contratados que no comulgaban con el “modelo” y el gobierno.
Como o reunían los requisitos mínimos que exige el Sistema Nacional de Empleo Público (SINEP), los dos nuevos funcionarios tuvieron que ser nombrados mediante un mecanismo de “excepción” con el argumento de que ambos cunetan con la “experiencia e idoneidad para ocupar los cargos”.
Para amortiguar los cuestionamientos, en los decretos de designación se incluyó una cláusula que establece que los cargos en juego deberán ser cubiertos en un plazo de 180 días hábiles “conforme los requisitos y los sistemas de selección que rigen para el personal del SINEP”. Mientras tanto, los dos licenciados camporistas podrían seguir ocupando esos puestos.
El economista Carlos Melconian, referente del candidato a presidente de Cambiemos, Mauricio Macri, afirmó que para reducir los subsidios a los servicios públicos a cero, con el objetivo de bajar el gasto público del año próximo, será necesario aumentar de tres a cinco veces el importe promedio de las facturas de electricidad para domicilios, comercios e industrias, y duplicar las tarifas de gas y de transporte.
"Es clave que en el primer trimestre esto sea todo corrección de precios relativos por única vez", aseguró Melconian a través de un informe titulado "Argentina 2015 y 2016: Hoja de Ruta", presentado la semana pasada ante ejecutivos del Grupo Macro.
En dicho documento, el economista de Macri aseguró que para eliminar los subsidios en electricidad es preciso aumentar 250% la factura domiciliaria promedio, lo cual significa que de 50 pesos bimestral pasaría a $ 175.
"Es clave que en el primer trimestre sea todo corrección de precios relativos por única vez"
Sin embargo, diferenció que en el caso de los "consumos pequeños subsidiados deberían subir 500%", es decir, de 50 a 300 pesos; y en el caso del "comercio y la industria deberían aumentar 400%".
En cuanto al servicio de gas, indicó que "la factura domiciliaria promedio debería subir entre 70% y 100%", aunque destacó que "más de la mitad de los hogares con pequeños consumos deberían pagar casi 200% más"; lo que elevaría los actuales 120 pesos bimestrales promedio a 240 pesos, aunque en algunos casos podría llegar a 360 pesos.
"Más de la mitad de los hogares con pequeños consumos de gas deberían pagar casi 200% más"
Sobre el valor del transporte, remarcó que para eliminar subsidios habría que aumentarlo en un 115%, con lo cual el boleto de colectivo pasaría en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) de 3,50 pesos a 7,50; aunque aclaró que "en el interior también debería subir".
Con este planteo, Melconian ensayó un "ejercicio para una familia con dos mayores que trabajan e ingresos medios y bajos", y estimó que el gasto mensual en luz, gas y transporte que actualmente promedia los 345 pesos, con su plan se iría a 894 pesos.
"El boleto de colectivo pasaría en el Area Metropolitana de Buenos Aires de 3,50 pesos a 7,50"
De esta manera, y tomando el ingreso promedio de la familia del ejercicio del economista de Macri, estimado en 15.000 pesos; el gasto en estos tres servicios pasaría de tener una carga de 2,3% por mes a 5,96 %, es decir, casi se triplicaría, ya que se incrementaría en 159%.
No conforme con esto y ante la necesidad, a su criterio, de "remover el atraso tarifario dentro de los precios relativos y el problema fiscal que genera", el referente económico del PRO consideró que "las tarifas deberían multiplicarse, de transporte por 3; de gas, por 2,5; y de luz, por 4 ó 5 mínimo".
"Las tarifas deberían multiplicarse, de transporte por 3, de gas por 2,5 y de luz por 4 ó 5 como mínimo"
En el mismo informe también ratificó la necesidad de aplicar una devaluación del peso respecto del dólar, ya que afirmó que la economía atraviesa "uno de los atrasos cambiarios más pronunciados de la historia".