La filial brasileña de la petrolera española Repsol dijo el lunes que las pruebas de una prospección de gas costa afuera que posee junto a socios noruegos, brasileños y chinos confirmaron el gran potencial esperado en la zona.
La filial, conocida como Repsol Sinopec, dijo que la prospección Pão de Açúcar en el bloque costa afuera BM-C-33 produjo 15 millones pies cúbicos de gas natural y 3.330 barriles de gas condensado al día durante una prueba, cuya producción se vio limitada por el equipo a bordo de la plataforma de prueba.
Un 35 por ciento de BM-C-33 es propiedad de Repsol Sinopec, una sociedad cuyo 60 por ciento pertenece a Repsol y el 40 por ciento restante a la china Sinopec.
Repsol también es el operador. La noruega Statoil ASA posee un 35 por ciento y la brasileña Petroleo Brasileiro SA, o Petrobras, otro 30 por ciento.
Este martes, Repsol ha recibido una muy buena noticia, con la que está más cerca de empezar a producir en Pão de Açúcar (Brasil). Recuerden que éste fue un importante descubrimiento que tuvo lugar en 2012 y se unió a los de Gávea y Seat, realizados en 2011 y 2010 también en la cuenca de Campos.
Su filial brasileña, la cual opera junto a la petrolera china Sinopec ha confirmado el fuerte potencial del bloque offshore (situado en alta mar) BM-C-33. En concreto, produjo 15 millones de pies cúbicos de gas natural y 3.330 barriles de gas condensado. Esto es muy positivo, además, la compañía que preside Antonio Brufau es ya una gasera, pues el petróleo sólo representa el 32% de su producción.
Repsol no está sola en este bloque. A través de su filial Repsol Sinopec Brasil posee el 35%, el resto es propiedad de la petrolera noruega Statoil (35%) y de la brasileña Petrobras (30%). Al hilo de esta última, aunque no afecta al proyecto, conviene subrayar que sufre una gran presión, debido a una huelga, que va camino de convertirse en la peor en 20 años. De hecho, sus consecuencias ya se han notado en la producción, la cual ha descendido en 115.000 barriles diarios. Una situación que continuará, pues, por el momento, los sindicatos y la dirección de Petrobras no han llegado a un acuerdo.
Volvamos a la noticia sobre la prospección Pão de Açúcar. La confirmación de que tiene un fuerte potencial es un paso más dentro de la fase de exploración, pero aún es pronto para saber si Repsol iniciará la producción (es decir, la fase de desarrollo, en el lenguaje técnico del sector).
Según informa la petrolera en su web, a mediados de 2014 comunicó a las autoridades brasileñas el descubrimiento en el bloque BM-C-33 de una importante columna de hidrocarburos en las aguas profundas de la cuenca de Campos. Es decir, el sondeo que realizó el buque de perforación Ocean Rig Mylos (en la imagen) resultó muy positivo, no como el que hizo el buque Rowan Renaissance en Canarias.
La noticia de este martes, ya con el sondeo de evaluación finalizado, es un paso más en la buena dirección, que quizá invite a dar otro mayor. Y es que Brasil es una de las claves para crecer en el área de upstream (exploración y producción). En concreto, la zona presal, donde se sitúa entre otras la cuenca de Campos, es una de las áreas de hidrocarburos de mayor crecimiento y potencial del mundo.
Por tanto, un activo estratégico que no se verá afectado por las desinversiones en activos no estratégicos anunciadas en la presentación del Plan Estratégico 2016-2020. Sin embargo, este incluye diversas áreas prioritarias, como las aguas profundas. Y la prospección de Pão de Açúcar se puede encuadrar en este epígrafe: se sitúa a 2.821 metros y fue perforada hasta una profundidad de 7.012 metros.