Si la segunda vuelta electoral fuera hoy, Mauricio Macri se convertiría sin dificultades en el sucesor de Cristina Kirchner.
Ésa es la principal conclusión de la encuesta que Poliarquía Consultores elaboró para LA NACION, según la cual el candidato de Cambiemos aventaja a Daniel Scioli por 8,5 puntos cuando faltan 11 días para el ballottage.
El detalle indica que Macri tiene una intención de voto de 48,7 por ciento y Scioli, de 40,2 por ciento. El margen de error de la encuesta es de 3,5 puntos, para un nivel de confianza de 95%.
Para el estudio, que se hizo entre anteayer y ayer, se encuestó por teléfono a 800 personas en centros urbanos de más de 10.000 habitantes.
El número de indecisos es significativo. El 6,4 por ciento de los encuestados dijo no saber todavía a quién votará el domingo 22.
La opción por el voto en blanco o anulado, que Poliarquía sumó dentro de la misma categoría, alcanza al 4,7% de los consultados. En la primera vuelta votó en blanco el 2,57%.
Los números no sólo dan cuenta de un intercambio de lugares en el podio, sino además de un crecimiento significativo de Macri respecto de su desempeño del 25 de octubre.
En las elecciones que se celebraron hace 16 días, el postulante de Cambiemos había quedado segundo, a casi tres puntos de Scioli, con el 34,15 por ciento de los votos. El pronóstico de Poliarquía le asigna a Macri casi 15 puntos más (14,6%).
Scioli, en cambio, sumaría apenas 3,2 puntos a los 37 que obtuvo en la primera vuelta.
"A pesar de la ventaja de Cambiemos que muestra la encuesta, no se puede considerar definida la elección", advirtió no obstante Eduardo Fidanza, director de Poliarquía Consultores a LA NACION.
El analista recordó que "falta el debate", previsto para el domingo próximo, y lo que llamó "las apelaciones finales de los candidatos", esas que podrían reservarse para los actos de cierre de campaña. "Un gran acierto o un gran error de cualquiera de los dos puede cambiar el destino de la elección", cerró Fidanza.
También Alejandro Catterberg, otro de los directores de Poliarquía, se mostró cauto. "La encuesta muestra una ventaja para Macri, pero estamos entrando en los días clave de la campaña, con el inicio de la publicidad electoral y el debate", planteó.
Destacó además que la del 22 será "la primera experiencia" de ballottage para una elección presidencial y que "por el movimiento de votos que suele ocurrir en los últimos días de campaña no se puede sostener que la elección ya esté definida".
¿Cómo se repartirían los votos de los candidatos que disputaron la primera vuelta?
Según Poliarquía, tanto Macri como Scioli retendrían casi la totalidad de los votos conseguidos el mes pasado. De cada 100 electores que en la primera vuelta optaron por el candidato de Cambiemos, 97 volverían a elegirlo dentro de dos domingos, dos optarían por Scioli y uno está todavía indeciso.
Scioli, en tanto, retendría al 95 por ciento de los votos conseguidos el 25 de octubre. Los cinco puntos restantes se reparten entre quienes pasarían a votar a Macri (3%) y los que todavía no definieron su voto (2%).
¿Y los votos de Sergio Massa? Poliarquía pone números a una de las incógnitas que dominó, y aún domina, la previa del ballottage.
El estudio indica que el 59 por ciento de quienes en primera vuelta eligieron a Massa votarían ahora a Mauricio Macri y el 22 por ciento, a Scioli. Ocho de cada 100 votarían en blanco o anularían el voto y el 11 por ciento restante está indeciso.
"La encuesta muestra que los votantes de Massa siguen teniendo la llave de esta elección y que la mayoría acató el mensaje de su ex candidato: sostener una posición opositora y de demanda de cambio", apuntó Fidanza sobre el destino final de los 5,2 millones de votos de Massa.
También Catterberg hizo foco en ese reparto para explicar el nuevo escenario. "Una de las claves para comprender el liderazgo de Macri es el apoyo que recibe entre el voto massista. Casi seis de cada 10 personas que votaron a Massa en octubre se inclinan por el candidato de Cambiemos", detalló.
El ejercicio respecto de la mudanza de votos se repite con las cosechas de Nicolás del Caño, Margarita Stolbizer y Adolfo Rodríguez Saá en primera vuelta.
Los votos de Del Caño se repartirían casi en tercios. La mayoría (35%) se inclinaría por el voto en blanco, tal como sugirió el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) a sus militantes y votantes, o por anular el sufragio. El 30 por ciento elegiría a Scioli y el 29, a Macri. Sólo el 6% dijo no haber decidido aún.
La mayoría de los votantes de Stolbizer, un 48%, elegiría ahora a Macri y sólo el 18 al candidato del Frente para la Victoria, mientras que el 24 por ciento se inclinaría por votar en blanco o anular el sufragio.
El 39% de los votantes de Rodríguez Saá se inclinaría por Scioli y el 28%, por Macri. Otro 18 por ciento votaría en blanco o anularía el voto y el 15 por ciento restante todavía no decidió.
Como en otras encuestas conocidas en los últimos días, el último sondeo de Raúl Aragón de cara al ballottage muestra al candidato del PRO, el jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri, con una buena ventaja sobre el kirchnerista gobernador bonaerense Daniel Scioli. Sin embargo, el consultor advirtió que los número pueden cambiar con el debate del próximo domingo, dado que aún hay alrededor de un 10 por ciento de indecisos y muchos votantes no del todo convencidos que podrían modificar la decisión que tomaron para “elegir al menos malo”.
“Tenemos una diferencia de 8 puntos (a favor de Macri), de 54 a 46. Pero este resultado se puede modificar después del debate, se puede achicar o agrandar”, resaltó Aragón en declaraciones al programa Otros Ámbitos de Pop Radio de Rosario.
Según el consultor, el debate del domingo puede influir en la intención de voto “por una combinación de factores”
“La sociedad está altamente politizada, hay un alto grado de conciencia de la trascendencia de esta decisión y hay un sector significativo del electorado, de alrededor del 10%, que todavía está indeciso. Sobre ese sector, seguro va a tener efecto”, apuntó.
Pero añadió además que “también” puede influir “sobre un sector del electorado que ha decidido su voto pero no está muy seguro, lo que podría aplicarse al 21,5% que en la primera vuelta votó a Massa”. “La gran discusión –añadió- es el voto de clase media”.
Ahora, además, se da un debate a apenas siete días de los comicios. “El efecto espuma –la influencia inmediata y de corto plazo del resultado del debate en la intención de voto- podría influir esta vez porque la elección está ahí nomás”.
Ante una pregunta sobre cómo se explican los índices de aprobación del Gobierno con los de reclamos de cambio, Aragón apuntó que, en realidad, lo que hay es “un montón de gente que quiere cambiar algunas cosas, no todas”. Según dijo, en sus encuestas un 70% contestaba que no quería ni cambio total ni continuidad total. “Un público muy amplio está conforme con algunas cosas y disconforme con otras”, insistió.
Aragón expresó su convencimiento de que con el debate del domingo –que se transmitirá en directo y con una cobertura especial por Cronista.com- “va a quedar más claro qué es lo que estamos eligiendo realmente”. Y concluyó: “Cualquiera de los dos va a tener que hacer cambios y los cambios van a ser dolorosos socialmente en algunas cosas (…) Lo que uno ve es que si gana Macri va a haber cambios rápidos, una recuperación más rápida de la economía y un grado de conflictividad social significativo. Y si gana Scioli, va a haber mucha menos conflictividad social, gradualidad en los cambios y una recuperación económica un poco más lenta”.
El candidato presidencial del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, recorre Florencio Varela junto a su candidato a vicepresidente, Carlos Zannini. En ese marco, de visita en la Universidad Nacional Arturo Jauretche, Scioli prometió "garantizar paritarias libres y sin techo salarial".
En ese sentido, Scioli reiteró que en el balotaje del 22 de noviembre "se trata de decidir entre el Estado y lo público y el mercado y lo privado". El gobernador bonaerense destacó las políticas educativas actuales y se refirió a "los sectores sociales que han resurgido en los últimos años" y aseguró que "ahí tiene que estar el Estado para garantizar que no se pierda lo conquistado".
Además, el candidato del Frente para la Victoria llamó a "definir si a la energía la va a manejar el gerente de Shell o la va a manejar el Estado junto a las provincias".
Por su parte, el candidato a vicepresidente por el FPV, Carlos Zannini, recordó que "en 2001 había un Estado ausente" y destacó las nuevas universidades creadas en los últimos años, así como también las autopistas, hospitales y otras obras. Al respecto, Zannini criticó al PRO, "que votó en contra" de la creación de universidades nacionales.
Finalmente, Scioli agradeció el apoyo del público presente y aseguró que "se viene la definición del futuro de la Argentina: el Estado y lo público o los que nos quieren hacer volver a la lógica del mercado y lo privado".