La Autoridad Internacional de los Fondos Marinos(ISBA), institución dependiente de la ONU, y el Ministerio de Minas y Energía de Brasil alcanzaron este lunes un acuerdo que permitirá al país sudamericano a explorar la riqueza minera de algunos de sus yacimientos en el Océano Atlántico.
En concreto, la zona a ser explorada "Elevado de Río Grande" se encuentra a 1.100 kilómetros y 3.500 metros de profundidad frente a la costa de Río Grande en el estado de Río Grande del Sur justo en el límite de la Plataforma Continental Jurídica Brasileña (PCJB), por lo que el asunto estaría además siendo tramitado por la Comisión de Límites de Plataforma Continental de la ONU (CLPC).
Se trata del primer acuerdo de este tipo conseguido por un país del hemisferio Sur y sitúa a Brasil a la altura de otras naciones como Rusia, Noruega, Alemania, China, Corea del Sur y Japón, además supondrá una inversión inicial de 11 millones de dólares en los primeros cinco años de los 15 totales acordados por la ONU como plazo para explorar 150 bloques de 20 Km cuadrados cada uno.
"Diría que es de una gran importancia geoestratégica, porque Brasil está clavando su bandera en una región que era océano internacional", afirmó el director del Servicio Geológico de Brasil (CPRM), Roberto Ventura, en referencia a que el yacimiento que fue llamado por los expertos la "Atlántida brasileña" se encuentra fuera del límite de 370 km de la Zona Económica Exclusiva de Brasil.
La "Elevación de Río Grande" es un inmenso yacimiento mineral de 400.000 Km2 rico en cobalto, hierro, cobre, níquel y manganeso que además contiene metales raros como el circonio, tántalo, tungnstenio, telúrico o niobio, siendo este último especialmente valioso en la fabricación de componentes electrónicos y en la industria aeronáutica, teniendo Brasil el 97 por ciento de la producción mundial.