A diferencia de otras áreas del Gobierno donde los timoneles apuestan todos sus boletos al triunfo de Daniel Scioli, en la cúpula directiva de la estatal Enarsa predomina una postura más cautelosa y abierta a que el ballotage deje como ganador a Mauricio Macri.
Si bien públicamente muestran sus preferencias por el candidato del Frente para la Victoria (FPV), puertas adentro los funcionarios “devidistas y camporistas” que comparten la conducción de Enarsa han comenzado a abrir el paraguas para no sufrir contratiempos en caso de que el líder de Cambiemos desembarque en la Casa Rosada.
Más allá de tener que buscarse otros refugios laborales, a los directivos de la energética estatal lo que más preocupación les genera es el “relevamiento y la auditoría integral” que prevén llevar adelante los técnicos macristas que responden a Juan José Aranguren sobre el estado y la herencia que dejará la empresa al próximo gobierno.
Los especialistas energéticos de Cambiemos ya dejaron trascender que hay cinco aristas clave de la gestión de Enarsa que van a mirar con lupa: las importaciones de GNL por barco, los costos de operación de las regasificadoras de Bahía Blanca y Escobar donde está involucrada YPF, las últimas adjudicaciones del programa de “energía delivery”, las inversiones en las grandes centrales térmicas y la contratación de generadores móviles.
Ante un escenario de Macri presidente, el futuro del actual titular de Enarsa, Walter Fagyas se encamina hacia las oficinas del Congreso. De bajo perfil y enfrentado con La Cámpora, Fagyas podría convertirse en uno de los principales asesores de Julio De Vido una vez que asuma como diputado nacional.
Por su parte, el camporista Juan José Carbajales (gerente general y virtual vicepresidente de Enarsa) viene desplegando una movida a dos puntas.
Por un lado, le habría enviado señales a Aranguren para mantener una reunión con el fin de ponerlo al tanto de la realidad de compañía y sondear alguna chance de continuidad en el área de Energía.
Además de su experiencia en Enarsa, Carbajales conoce los pasillos y el entramado administrativo de la secretaría de Energía donde pasó varios años integrando el staff de los técnicos contratados.
Y por otro lado –junto con Arturo Trinelli, otro camporista que también es director de Enarsa— Carbajales logró armar un seminario universitario para defender la continuidad de las empresas estatales de energía.
Lo hizo por medio del CEARE –el Centro de Estudios de la Actividad Regulatoria Energética que funciona en la UBA— y con el objetivo de “analizar la relevancia del rol del Estado en la economía y recuperar los debates sobre la necesidad de impulsar políticas públicas que promuevan y fomenten la soberanía energética”. Obviamente entre los temas analizados estuvo el rol de Enarsa junto con los casos de YPF, CAMMESA y EBISA.
En tanto, Alejandra Fernández Scarano (contadora pública de la UBA y militante camporista que aterrizó en la empresa en agosto de 2014) ya se encuentra transitando sus últimas días como funcionaria. Tanto con Macri, como con Scioli su ciclo como directora expiraría sin pena ni gloria el próximo 10 de diciembre.
A su vez, Fernando Salim –el otro director de Enarsa que llegó con el respaldo de De Vido—deslizó que aspira a quedarse en el puesto con la ayuda de algunos contactos políticos.
Ex diputado nacional por Santiago del Estero y ex intendente de Frías, Salim le pidió a su amigo Carlos Haquim –el vicegobernador electo de Jujuy—que interceda junto con Gerardo Morales ante Macri para que lo mantengan en el cargo.
Por último, la representante delas provincias, la rionegrina Tamara Pérez Balda volverá a poner a prueba sus habilidades para permanecer en el sillón del directorio que ocupa desde 2012.
Ex secretaría de Energía de Río Negro y tras afrontar dos causas penales por incompatibilidad de funciones y supuesto enriquecimiento ilícito, Pérez Balda maneja desde su llegada a Enarsa los emprendimientos vinculados con la energía eólica y la explotación petrolera convencional.
Para seguir deberá obtener el apoyo del gobernador rionegrino, Alberto Weretilneck y esperar que el nuevo mandatario de Neuquén, Omar Gutiérrez no reclame ese puesto para un referente de su provincia.