Si bien la producción nacional de hidrocarburos (petróleo y líquidos de gas natural) aumentó en septiembre 0.6 % respecto a agosto de 2015, el escenario sigue siendo complicado para el sector.
Para los expertos, además de los bajos precios del petróleo, que ronda los US$ 40 el barril, el principal problema de la industria en Perú es la compleja maraña burocrática y las duras condiciones de los contratos. Estos factores complican cualquier actividad en hidrocarburos que se quiera hacer en el país, aunque el off shore tenga un gran potencial geológico petrolero y gasífero.
El problema: la poca exploración. No ha habido grandes descubrimientos y es poco probable que se realicen nuevos hallazgos sobre todo por las condiciones de los contratos que está dando el ente promotor.
“Las tres últimas licitaciones de lotes han quedado desiertas y esa es una señal bastante clara que el Estado tiene que ir más allá de lo que ahora hace. Tenemos que ser creativos en este tema”, señaló Janinne Delgado, Gerente de Hidrocarburos de la SNMPE.
Cuando se ha apostado por la exploración se han encontrado reservas que hasta la fecha son vitales para el país como el Lote 192. Giancarlo Guardia, Gerente Legal de Geopark señala que hay que recordar que en los setentas el Perú llegó a producir más de 200.000 barriles / día, lo que justificó la construcción del oleoducto que tiene capacidad para transportar más de 120.000 barriles y hoy en día el ducto opera al 20 % de su capacidad. La producción del Perú apenas alcanza los 50.000 barriles / día.
“Si hacemos una ligera comparación con nuestros vecinos, la realidad nos abofetea. Brasil está en el orden de 3.000.000 de barriles por día, Colombia acaba de llegar a 1.000.000 de barriles y Ecuador está en el orden de 550.000. Por otro lado, en el Perú han perforado en los últimos cinco años 10 pozos petroleros, en el mismo período en Colombia se han perforado 120 pozos”, explican.
En el caso de los contratos vigentes, el panorama puede ser más complicado. De 87 contratos firmados en el 2010, solo hay 66 vigentes y 33 están en fuerza mayor. Existe una fuerte crisis en todo lo que es exploración y producción de hidrocarburos.
“Los números en hidrocarburos no son buenos. Si no hay exploración no hay producción, nuevas reservas, no se genera crecimiento de otras actividades, no hay ducto, no hay refinería, no hay nada”, advierte Guardia.
¿Por qué debería el Estado preocuparse por el sector hidrocarburos, si en este escenario de precios bajos sería más fácil importar? Para los expertos, la seguridad energética es muy importente, los países industrializados han avanzado mucho con esto y es uno de sus puntos clave.
“Un país tiene que ser dueño de sus fuentes de energía. La energía es su motor de crecimiento y debe crecer en base a su propia producción”, sostiene Guardia.
Los expertos coinciden en afirmar que la agenda pendiente del sector es facilitar el acceso de las empresas petroleras al campo. El Estado debe ser un socio y no un obstáculo, “pero lograr superar esa valla es difícil porque el ingreso de una compañía a un determinado lote es político y no técnico”, dice Guardia.
Luego de ganar una licitación pública, para poder acceder a un lote petrolero se debe contar primero con el visto bueno del Ministerio de Energía y Minas, del Ministerio de Economía y Finanzas y finalmente con la aprobación del presidente de la República.
“Se debe despolitizar la actividad petrolera. Es un sector importante y estratégico, pero no tiene por qué aprobarlo el presidente. Al momento que se definió los lineamientos del sector hidrocarburos, el Gobierno quería tener cierto control político, pero esto debe cambiar”, enfatizó Guardia.
Por su parte, Delgado señala que aunque el Estado ha hecho denodados esfuerzos por simplificar los trámites, “los privados siguen percibiendo que es un vía crucis poder realizar actividad en hidrocarburos”.
El panorama energético sería complicado para el país y no gozaríamos de tan buenos precios si Camisea no hubiera entrado en operación. Pero tampoco, hay nuevas reservas de gas que se estén explorando y el consumo se ha ido incrementando exponencialmente.
Para Delgado, Camisea nos ha salvado la vida como país. “Lo más importante es la generación térmica, casi el 48 % se sustenta en gas natural, por ende, si hubiera escases tendríamos complicaciones a nivel de todo el país en lo que es generación”, precisó.