Debido a la falta información “relevante y esencial” para estimar los efectos del proyecto, el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) decidió poner fin anticipado al proceso de calificación ambiental de la Fase 2 de minera Sierra Gorda SCM.
Con esto, el proyecto de ampliación de la faena, ubicada en la comuna del mismo nombre y avaluado en US$1.500 millones, quedará en compás de espera y la compañía deberá ingresar una nueva Declaración de Impacto Ambiental (DIA), aportando más información en las áreas que el servicio consideró débiles.
La “Optimización Proyecto Sierra Gorda-Área Mina Planta” fue ingresada al SEA en agosto de este año, recibiendo en las semanas siguientes una serie de observaciones de once de veinte servicios públicos consultados.
Las principales dudas planteadas durante este primer análisis tenían que ver con la mayor generación de relaves asociada al aumento de la producción en la mina.
Sierra Gorda proponía como solución la ampliación del tranque de relaves existente, sin embargo, no incorporó en su DIA una evaluación de posibles infiltraciones, ni del efecto que tendría la más acelerada acumulación de desechos en la vida útil del depósito.
Los servicios evaluadores también consideraron insuficientes los datos proporcionados respecto a la incidencia del proyecto en la generación de material particulado PM10, y pidieron clarificar el impacto de la ampliación en el sistema de transporte de concentrados autorizado en los permisos ambientales vigentes (transporte en tren).
“La importancia de la información omitida es tal, que su ausencia no es susceptible de ser subsanada mediante aclaraciones, rectificaciones o ampliaciones posteriores y, por lo mismo, resulta imposible continuar la evaluación ambiental”, dice el SEA, aludiendo a las carencias ya señaladas, y a otras, de corte más técnico, expresadas en diversos oficios enviados por los servicios.
Empresa
Aunque la decisión del SEA puede ser recurrida ante el mismo organismo en un plazo de cinco días hábiles, la compañía minera de inmediato desechó esta opción y comunicó que acatará lo resuelto y preparará una DIA más completa.
“La autoridad ha estimado que se requiere más información para dar inicio al proceso de evaluación ambiental de nuestro proyecto Fase 2, el cual contempla algunas modificaciones y optimizaciones. Esta posición la acogemos favorablemente, porque nos da la oportunidad de volver a ingresar con una presentación que incorpore las observaciones recibidas”, dijo en un comunicado oficial la vicepresidenta de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad de Sierra Gorda SCM, Ana Zúñiga.
La ejecutiva puntualizó que el deseo de la empresa es “contribuir desde el inicio a la labor de la autoridad, en pos de una tramitación más eficiente”.
Cambios
El proyecto Sierra Gorda inició sus operaciones en octubre de 2014 con una producción de 110 toneladas de cobre al día (ktpd), cifra que durante 2015 debía paulatinamente elevarse hasta llegar a 190 ktpd.
La Fase 2 busca aumentar la producción a 220 ktpd, capacidad que se mantendría durante los 20 años de vida útil del yacimiento.
Esta mayor producción se lograría a través de tres grandes acciones: cambios al plan minero aprobado, modificaciones de diseño y ajustes en el emplazamiento de instalaciones existentes, y la construcción de nuevas obras.
Entre estas últimas destacan dos líneas eléctricas, tres tuberías de agua, una planta termosolar, un segundo acopio de chancado primario, un chancador secundario o chancador terciario (HGPR), un molino de bolas o una línea de flotación, cancha de contingencia para secado de concentrado de cobre, dos espesadores, además de la elevación de los muros del tranque de relaves.
El proyecto emplearía 5 mil trabajadores en su etapa de construcción, cuyo inicio estaba fijado por la empresa para enero de 2016.