El precio del bitcoin sigue dando que hablar. La moneda virtual ha alcanzado un pico de 500 dólares, ha subido un 20% en un solo día. Es el precio más alto al que ha llegado desde noviembre de 2014.
Su evolución se resume en etapas. La primera en 2013, cuando su precio pasó de 120 dólares a 1.150 en pocos meses. Fue una burbuja en toda regla, la moneda cayó bruscamente al no compaginarse con su valor real. Desde el mes de agosto, ha pasado por una etapa de estabilidad, fluctuando entre los 210 y 250 dólares. Sin embargo desde hace algunas semanas, el alza es la tónica dominante.
¿Qué hay detrás de estas fluctuaciones? Todos los expertos coinciden en que la fuerte demanda que se está produciendo en China está alentando su compra. ¿Pero por qué? Desde que fue anunciada en China la devaluación del yuan y el aumento de los controles cambiarios en el país, los chinos aseguran el valor de sus capitales cambiando sus ahorros en yuanes por bitcoins. Lo prefieren en lugar de un depósito de valor tradicional como el oro y cada día eliminan más sus prejuicios sobre la moneda.
¿Qué ventajas observan? Es mucho más fácil de intercambiar y se pueden realizar transacciones evitando las restricciones que los controles de capitales chinos imponen a sus ciudadanos. Incluso BTCC, la casa de intercambio chino más importante ha comenzado a aceptar depósitos directos en cajeros automáticos o en banca online.
Además, a estas condiciones en el mercado oriental, se une el hecho de que la UE haya cambiado el status de Bitcoin de commodity a moneda, algo que aumenta la confianza de los europeos en el efectivo digital y aumenta la inversión.
Todos los datos parecen indicar que la moneda se dirige a una nueva burbuja como la del 2013. Si el incremento solo se debe a causas especulativas, llegará un punto en el que el precio sea excesivamente alto y la burbuja se rompa, por lo que la caída sería abismal. Aunque por el momento, los poseedores de criptomonedas, pueden sentirse contentos por la revaloración de sus ahorros.