El Banco Central (BCRA) lleva vendidos US$ 430 millones de las reservas en las apenas 3 jornadas hábiles que lleva el mes: el 71% de los billetes expedidos fueron a manos de ahorristas, mientras que un 18% a cancelar pagos por importaciones de energía, y el resto se repartió entre pagos varios y giros a organismos.
La sola mención de la cifra -que se agrega a los US$ 6000 millones perdidos en intervenciones de mercado en los tres últimos meses sólo para evitar que un deslizamiento en el tipo de cambio realimentara el temor a una abrupta devaluación del peso- provoca escalofríos, ya que deja a la entidad comandada por Alejandro Vanoli al borde de la iliquidez.
"El riesgo es que se tienten con usar recursos de terceros para tratar de mantener esto que ya se asemeja mucho a una verdadera ficción cambiaria", apuntó inquieto ayer a LA NACION un avezado operador.
El temor surge porque, más allá de declarar una tenencia valuada contablemente en los 26.795 millones de dólares, se sabe que en ese cómputo el BCRA incluye préstamos y dólares de terceros.
"En el total que declara hay US$ 11.000 millones que son yuanes depositados en una cuenta en Hong Kong y de dudosa disponibilidad, al menos en lo inmediato; otros US$ 8700 millones que corresponden a encajes prudenciales de depósitos en dólares mayoritariamente de privados y otros US$ 2100 millones que corresponden a pagos de deuda que no llegaron a los acreedores externos por disposición judicial y están en Nación Fideicomisos", aclaró en un reciente informe el economista Federico Muñoz.
Con números al pasado viernes, el consultor estimaba las reservas netas "en torno a los US$ 5200 millones", aunque aclarando que ese número incluye "unos US$ 2400 millones en oro".
Ese total líquido reducido entonces a US$ 2800 millones, según esos números, sufrió otra merma de US$ 430 millones en apenas 72 horas.
"Cuando mirás en serio las reservas líquidas del BCRA, te das cuenta de que no hay", dijo ayer a Radio Mitre el economista Enrique Szewach en relación con la estrechez de estos números. Esta situación tiene al mercado haciendo cuentas e imaginando nuevas restricciones de acceso al mercado cambiario en breve, sólo para lograr mantener en alto la promesa de "no devaluar", bastante mancillada luego del abrupto ajuste dispuesto al tipo de cambio imprevistamente a fines de enero de 2014.
Incluso hace que algunos crean que el BCRA ya está poniendo en juego dólares que tomó prestados para sus intervenciones en el mercado. Esa sospecha surge porque, pese a haber vendido US$ 430 millones en 3 días según admite, las reservas contables sólo registraron una merma de apenas US$ 166 millones en ese lapso,
"Entraron US$ 800 millones del Banco de Francia. Eso es lo que les permite seguir disimulando la caída de las reservas contables aun cuando ya usaron todo el swapchino", explicó un mesadinerista con buena llegada a la "línea" del BCRA, en relación con los funcionarios de carrera que temen que se estén usando esos recursos para las intervenciones de mercado. "Esto es lo que obligó a algunos de esos funcionarios a buscar asistencia legal para no firmar resoluciones por las que pueden ser acusados penalmente luego", abundó dando por cierta una versión que circula profusamente en Twitter.
El volumen de contratos diarios negociados en el mercado de futuros de Rosario (Rofex) se desplomó ayer, tras dos jornadas de inactividad, al entrar en vigencia la duplicación de las garantías impuesta por el Gobierno para desalentar la actividad. Los negocios se vieron más restringidos aun porque, a última hora de anteayer, el propio Rofex y la cámara compensadora (Argentina Clearing) avisaron que no se permitiría tener más de 5000 nuevos contratos abiertos (cada uno equivale a US$ 1000) a cada operador por vencimiento, ni más de 10.000 en total.Esto supone fijar en US$ 5 millones el tope máximo de coberturas por mes y en sólo US$ 10 millones el total. Esto ayudó a que la cantidad de contratos negociados cayera de 866.600 el viernes a 146.000 ayer.
