El Servicio de Evaluación Ambiental de la región del Bío Bío decretó el inicio del proceso de consulta a pueblos originarios para el proyecto del terminal de GNL Penco Lirquén.
Lo anterior debido a la presencia de una asociación indígena cuyas mujeres se dedican a la recolección de recursos marinos.
La solicitud la hicieron en abril de este año organizaciones opositoras al proyecto de BioBiogenera, argumentando la existencia de comunidades en el área de influencia del proyecto, lo cual requería de este proceso contemplado en el convenio 169 de la OIT.
La iniciativa de 165 millones de dólares se encuentra en plena evaluación ambiental de los servicios implicados, y en el ámbito de la participación ciudadana ya ha recibido más de 400 obervaciones.
El tema de la consulta indígena es algo que estaba pendiente, y que el director del Servicio de Evaluación Ambiental, Nemesio Rivas, resolvió favorablemente, asegurando que el proceso debe realizarse de buena fe y con mecanismos apropiados a las características de este pueblo.
Los plazos, mecanismos y alcances de dicho proceso de consulta serán consensuados con la comunidad Koñintu Lafken Mapu, que según ha reconocido la misma empresa, cuenta con integrantes que recogen recursos marinos de orilla desde Penco a Punta de Parra, y otras que se dedican de manera permanente a la pesca artesanal.
Su presidenta, María Flores Quilapán, se mostró conforme con el decreto del SEA, pues asegura serán afectados negativamente con este terminal.
Esta resolución es considerada un triunfo para la asociación lafquenche que ha venido desarrollando actividades en contra del proyecto y que celebró el 12 de Octubre pasado una rogativa en la playa de Lirquén.