Tras la buena performance opositora en las elecciones del 25 de octubre pasado se reforzaron las expectativas de un salto del tipo de cambio oficial en el futuro cercano y, con ellas, se deprimió a mínimos del año la oferta de divisas y saltó a máximos históricos para un sólo día la demanda de dólar ahorro.
Para el Banco Central (BCRA) esto significó la necesidad de vender u$s 160 millones de sus propias reservas ayer para evitar que la escasez de dólares golpee a los ahorristas a pocas semanas de una segunda vuelta presidencial. Mientras tanto, el mercado de futuros estuvo virtualmente paralizado por el aumento impuesto por el Gobierno a los costos de operarlo y el dólar oficial subió a $ 9,555.
Ayer la entidad conducida por Alejandro Vanoli dejó que el dólar oficial acelere su suba con un avance de 9 milésimas en el día y que el nivel de reservas internacionales retroceda u$s 31 millones. Las reservas del BCRA perdieron u$s 6279 millones en octubre, su peor baja mensual desde enero de 2006, cuando se cancelaron de una sola vez todas las deudas con el FMI. Ayer continuaron bajando y cerraron en u$s 26.930 millones, su nivel más bajo desde abril de 2014.
Las reservas caen porque ante la falta de oferta privada el BCRA se ve obligado a cambiar sus dólares por pesos si quiere mantener satisfecha a la demanda mínima indispensable que le permita llegar a las elecciones sin sobresaltos. Ayer, primer día hábil del mes, se destacó la fuerza de las compras de dólar ahorro, que rozaron los u$s 140 millones, récord para esa operatoria.
"La falta de ingresos genuinos se mantuvo y obligó a una fuerte intervención del Central para suplir el faltante con un monto de ventas que superó los mejores registros diarios por ese concepto", escribió un corredor cambiario en un informe.
El mes pasado el BCRA debió vender u$s 85 millones al día, en promedio, según datos de operadores privados. Ayer, esos mismos operadores calcularon las ventas oficiales en u$s 160 millones mientras que voceros de la autoridad monetaria estimaron u$s 150 millones.
Las ventas oficiales son algo cotidiano desde el final de la temporada de cosecha, que este año se extendió hasta fines de julio. Desde agosto hasta ayer la entidad se debió desprender de u$s 5272 millones, unos u$s 82 millones en ventas por día. Si las reservas no caen tanto como el Central vende es porque el BCRA recurre a maquillajes como el swap con China, que ya explica más de u$s 11.000 millones de las reservas.
Entre abril y julio, las liquidaciones de exportaciones del agro que registra la Cámara de la Industria Aceitera-Centro de Exportadores de Cereales, estuvieron por encima de los u$s 100 millones al día, con excepción de dos semanas.
Tras ello, la oferta de sojadólares en el mercado se desplomó hasta tocar el mínimo del año la semana pasada con u$s 38 millones por rueda. La caída se dio inmediatamente después de las elecciones presidenciales del 25 de octubre pasado, cuando el desempeño mejor al esperado de Mauricio Macri permitió apuestas por una unificación rápida del tipo de cambio.
En futuros, tanto en Mercado Abierto Electrónico en el que mandan los bancos como en el Rofex, no hubo actividad de nuevas posiciones en ningún plazo, debido al sistema de negociación fue interrumpido por dos días para adecuarlo a una medida decidida por el BCRA y la Comisión Nacional de Valores la semana pasada.
El Gobierno extendió las garantías necesarias para operar al 20% del monto de los contratos desde el 12% promedio previo, una iniciativa destinada a restar operaciones en las plazas a término. Privados calculan que el BCRA lleva vendidos contratos por u$s 14.000 millones.
