El kirchnerismo profundizó ayer una estrategia durísima contra el candidato presidencial de Cambiemos, Mauricio Macri, con el poco disimulado objetivo de causar miedo entre los votantes y que eso le permita a Daniel Scioli retomar la iniciativa en la campaña electoral.
En esa estrategia se inscriben los sucesivos intentos de ligar a Macri con la última dictadura militar, el neoliberalismo económico de los ‘90 y la crisis de la Alianza en 2001.
Se trata de un cambio notable en la parsimoniosa campaña electoral que desplegó Scioli hasta las elecciones del 25 de octubre, donde evitó confrontar con Macri y se mostró “con fe y optimismo” frente a lo que ocurriría en las elecciones.
Scioli comparó ayer al frente Cambiemos con “la Alianza”, el frustrado gobierno de Fernando de la Rúa. “El camino del ajuste lo propone la Alianza. La prioridad del candidato de la Alianza es el poder concentrado económico, que es el de unos pocos. Ya se empieza a hablar de dejar librado al mercado, devaluaciones, ajuste de salarios por la inflación o de dejar todo en manos de los privados”.
Ante las críticas por el tono que está tomando su campaña, Scioli dijo que “la nuestra no es ninguna campaña del miedo, como quieren hacer creer, es una campaña para crear conciencia colectiva, en defensa propia de los trabajadores”.
En la misma sintonía se expresó el jefe de Gabinete Aníbal Fernández, al defender el video que la TV Pública emitió el día anterior en el entretiempo del partido de Boca contra Tigre, donde 6-7-8 comparó a Macri con el ex ministro de Economía de la última dictadura militar. “Las cosas que decía Martínez de Hoz y los economistas de Macri son iguales. ¿Por qué tiene que meter miedo? ¿Decir la verdad es meter miedo?”
Esa metodología de campaña y el uso de los medios públicos para hacer campaña generó el repudio del macrismo. “El oficialismo hasta su último día hará campaña sucia con el dinero de la gente”, aseguró la diputada Patricia Bullrich. Y el jefe del bloque de diputados del PRO, Federico Pinedo, sostuvo que “como tienen tanto miedo de perder los cargos y las prebendas que tienen desde hace doce años, le quieren poner miedo a la gente”.
La estrategia del miedo, que algunos sciolistas habrían tomado del consultor brasileño Joao Santana, también incluyó los supuestos “despidos” que provocaría María Eugenia Vidal en territorio bonaerense. Esa campaña se replicó ayer entre los principales dirigentes kirchneristas y el aparato de propaganda K, que maneja el subsecretario de Comunicación Pública, el camporista Hernán Reibel Maier, quien además distribuye la publicidad oficial.
Para el ministro de Defensa, Agustín Rossi, “no hay campaña del miedo, pero sí hay miedo en la sociedad; miedo de que Macri gane las elecciones, y no porque se lo hayan impuesto a la gente, sino por todo lo que Macri dijo durante su carrera”.
Alicia Castro, embajadora argentina ante el Reino Unido, añadió: “Sería riesgoso que llegue a Presidente quien no entiende sobre la soberanía territorial de nuestro país y considera un déficit la recuperación de las Islas Malvinas”.
Esa estrategia fue criticada por Macri el domingo, cuando dijo que “el oficialismo despliega ahora una estrategia oscura de llenar de pesadumbre y de miedo a la población, con el único objetivo de asustarlos ante la posibilidad de cambiar”.
Sin embargo, el kirchnerismo redobló la apuesta: “Los que hacen campaña sucia son ellos. Le llaman miedo a que digamos lo que van a hacer”, dijo el candidato a vicepresidente y hombre fuerte del Gobierno, Carlos Zannini, para quien en el balotaje se votará entre “el neoliberalismo” de los ‘90 y “el movimiento nacional y popular”.
En cambio, para el diputado radical José Cano, “la sociedad ya no cree en los voceros de un modelo agotado. El 22 de noviembre, la esperanza derrotará al miedo”.