En medio de cruces entre el oficialismo y Cambiemos, equipos técnicos del gobernador saliente Daniel Scioli y de la mandataria entrante María Eugenia Vidal iniciarán hoy formalmente la transición hacia el recambio de poder del próximo 10 de diciembre.

La cita será en la sede porteña del Banco Provincia y sentará en la mesa a los interlocutores designados por Scioli: el jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez, y el secretario General de la Gobernación, Martín Ferré.

Por la vereda vidalista, en tanto, los representantes serán el funcionario del Banco Ciudad y potencial futuro ministro de Economía provincial, Hernán Lacunza, y el legislador del PRO y mano derecha de la mandataria electa, Federico Salvai.

El objetivo es "saber cuáles son los números y qué provincia vamos a recibir", dijo ayer Vidal, que se convertirá el 10 de diciembre en la primera mujer que mandará la provincia.

"Se hará en la Ciudad de Buenos Aires a pedido de ellos", dijeron desde el sciolismo.

Uno de los ejes centrales de la transición es el diseño del proyecto de Presupuesto 2016, que regirá el primer año de Gobierno de Vidal. En los últimos días, Lacunza advirtió que las cuentas cerrarán este año con un déficit de $ 15 mil millones, y que la provincia hoy virtualmente sólo se dedica a pagar sueldos.

La antesala del encuentro fue ayer una jornada signada por los cruces entre oficialismo y oposición en torno a las supuestas amenazas sobre planes sociales que entrañaría el desembarco de Vidal en el Ejecutivo provincial.

"Van a despedir gente del proyecto Envión (un plan social educativo para completar los estudios secundarios), tanto en maestros como en alumnos y van por más de 50 mil becas; están pensando en atacar caso por caso para poder provocar reducciones de fondos en lugares sensibles de la comunidad", disparó el jefe de Gabinete,Aníbal Fernández, quien cayó en las urnas el 25 de octubre ante Vidal por el 30,07% de los votos contra el 21,16%.

Fernández incluso dijo que "hay compañeros" del FpV "que formaron parte de esa reunión y la tienen filmada con los teléfonos". "Oportunamente lo vamos a mostrar y vamos a demostrar que no es verdad lo que dice", dijo, ante la desmentida de Vidal.

En reacción, la actual vicejefa de Gobierno porteña descartó que planee dar de baja planes sociales que hoy rigen en la provincia y que constituyen uno de los pilares de la gestión de Scioli.

En esa línea, remarcó que en 8 años de administración del PRO en la Ciudad de Buenos Aires "no hay nada privatizado, no hubo ningún despido masivo de empleados públicos y no se privatizó ni se cerró ninguna escuela, ningún hospital, ningún servicio; al contrario, en el balance hay más Estado".

Vidal además criticó la "campaña sucia y de agresión" que la tiene como blanco. "No creo que la gente vote el miedo o la mentira; ya nos conocen muy bien a todos, saben en qué gobiernos estuvimos, qué hemos hecho", dijo.

En paralelo, en las últimas horas la flamante gobernadora electa destacó que se hará cargo de una provincia con "déficit y desequilibrio", aunque prometió soluciones con base en el aporte nacional y el financiamiento externo.

Bajo ese escenario, consideró necesario articular un fondo del Gobierno nacional que no tenga que pasar inicialmente por el Congreso y que vaya dirigido a Buenos Aires.

"Con Mauricio lo anunciamos durante la campaña y tiene como objetivo que, gradualmente al cuarto año, ese fondo llegue al 25% de la coparticipación, pero también hay otro camino, que es el del financiamiento externo", indicó, en la previa al balotaje entre Macri y Scioli.

Vidal además sostuvo que, "con reglas macroeconómicas más favorables, la provincia tiene oportunidad de gestionar créditos internacionales a tasas bajas que le permitan hacer obras e infraestructuras, tanto hidráulicas, como viales y de transporte".

Con ese objetivo -dijo- Lacunza ya asistió a la cumbre en Lima del FMI y el Banco Mundial. "Y estamos avanzando con otros, porque son procesos que muchas veces demandan tiempo, pero que necesitamos agilizar", remarcó el funcionario en las últimas horas.