El crecimiento del llamado comercio sur-sur entre economías en desarrollo avanzó a ritmo de tortuga el año pasado, lo que constituye el revés más reciente para los mercados emergentes.
El informe Estadísticas del Comercio Internacional publicado el jueves por la Organización Mundial del Comercio muestra que las exportaciones de las economías emergentes a otras economías emergentes crecieron 0,7% en 2014, el ritmo más moderado desde la crisis financiera global.
La caída refleja los efectos del debilitamiento de la economía global y los esfuerzos de China para depender más del consumo interno y menos de las exportaciones.
Durante buena parte de la última década, el intercambio comercial sur-sur se expandió con un dinamismo que posicionó a los mercados emergentes como los motores del crecimiento del comercio global. El intercambio entre países en desarrollo alcanzó 25% del comercio global en 2012, un alza frente a 12% de 2000.
En su reporte anual de 2014, la OMC vaticinó que el intercambio sur-sur representará 30% del comercio global para 2030. En un informe de 2011, Citigroup Inc. predijo que el comercio entre mercados emergentes acapararía 38% del intercambio global para 2050.
La situación, no obstante, ha cambiado radicalmente desde la publicación del trabajo de Citigroup. Las economías emergentes están creciendo menos de lo que los analistas preveían mientras que China, uno de los principales motores del intercambio sur-sur, atraviesa por un ajuste estructural orientado a reducir su dependencia del comercio para su crecimiento futuro.
Ebrahim Rahbari, director de economía global de Citi y uno de los autores del reporte de 2011, reconoce que las proyecciones sobre el comercio sur-sur fueron excesivamente optimistas y que el crecimiento de los mercados emergentes ha sido menos robusto de lo previsto.
“Los mercados emergentes están un poco más desnudos de lo que pensábamos”, manifestó. “Un crecimiento desenfrenado del crédito y los dividendos de los commodities probablemente jugaron un papel más importante para impulsar el crecimiento económico que lo que estimamos en su momento”.
La desaceleración del crecimiento en los mercados emergentes también está arrastrando el comercio sur-sur, dijo Rahbari en una entrevista. “La dependencia del crecimiento de los mercados emergentes en el crecimiento de China, el eslabón más importante en el intercambio sur-sur, fue un motor significativo de la expansión del comercio en los mercados emergentes, y eso se ha corregido bastante”, añadió.
Un análisis de los volúmenes de órdenes de las empresas chinas realizado por CBB International, una empresa neoyorquina de asesoría y análisis de datos, resalta la menor importancia del comercio con otras economías emergentes. “Los pedidos de las compañías chinas de otros países en desarrollo se estancaron en el segundo trimestre de 2015 y luego se contrajeron en el tercero”, dijo Shehzad Qazi, gerente de proyecto sénior de la firma.
El estancamiento del comercio sur-sur, junto con la brusca depreciación de las divisas de la mayoría de las economías emergentes en los últimos doce meses, está obligando a las multinacionales que habían aprovechado el comercio entre mercados emergentes a empezar una “rigurosa repriorización” de sus inversiones, señaló Lauren Goodwin, directora de economía global de FSG Economics.
“El entorno a corto plazo es de extrema competencia. La depreciación de las monedas encarece los bienes y servicios de las compañías estadounidenses y europeas y le concede a los mercados emergentes una ventaja importante”, añadió Goodwin.
La OMC estima que el comercio global se acelerará en 2016 para crecer 3,9%, pero advirtió que su pronóstico puede pecar de optimismo. La mayor preocupación del organismo es una nueva desaceleración de los mercados emergentes.
Capital Economics sostiene que ello es improbable y prevé una mejora paulatina del crecimiento de los países emergentes. La consultora londinense ya advierte de “una leve mejoría” en los activos de los mercados emergentes y proyecta que el índice MSCI de mercados emergentes subirá al menos 15% en 2016-2017.
Rahbari, el analista de Citi, es más cauto y señala que el actual entorno caracterizado por condiciones financieras más estrictas y precios bajos de las materias primas es “bastante difícil de navegar”.
Jim Barrineau, codirector de deuda de mercados emergentes de la gestora de fondos Schroders, estima que el comercio sur-sur seguirá cayendo durante varios trimestres. “Necesitamos algún grado de estabilización en los precios de las materias primas antes de ver a los inversionistas apostar a favor del comercio sur-sur”, indicó.