En medio de las especulaciones por cómo podría intervenir un fin de semana largo en medio del ballottage que definirá el próximo Presidente, y tras un pedido de Cambiemos,finalmente el Gobierno decidió pasar el feriado por el Día de la Soberanía, previsto para el 23 de noviembre.
La conmemoración, finalmente, será el viernes 27, cuatro días después. Aníbal Fernández confirmó que, en las próximas horas, la presidenta Cristina Kirchner firmará un decreto para oficializar la decisión.
El Día de la Soberanía Nacional conmemora la Batalla de la Vuelta de Obligado, en que las fuerzas de la Confederación Argentina repelieron un ataque naval anglo francés, sobre el río Paraná en 1845, en tiempos del rosismo.
Este año, tocaba que el lunes 23 de noviembre sea feriado nacional, para hilvanar un fin de semana largo, y promover fines turísticos. No obstante, el ballottage (el primero en la historia argentina) previsto por la legislación nacional tras las elecciones del domingo, debía celebrarse el domingo 22, es decir, justo en el medio.
Hace dos semanas, la candidata a diputada nacional por Cambiemos, Patricia Bullrich, impulsó un proyecto de ley para adelantar "por única vez" el feriado al 16 de noviembre.
Esta mañana, finalmente, el jefe de Gabinete contó, en diálogo con la prensa, que el feriado será movido, pero al viernes 27 de noviembre, cinco días después de la segunda vuelta.
Clarin
Las 300 mesas testigo en el búnker de Costa Salguero ya les habían anticipado los resultados. También, los primeros contactos telefónicos con los responsables del centro nacional de cómputos. Sin embargo, detrás del escenario, los integrantes del equipo de campaña de Mauricio Macri seguían incrédulos, también cuando los datos se proyectaron en televisión. La sensación de irrealidad se terminó dos minutos después, cuando escucharon el rugido de algarabía de sus militantes del otro lado. Entonces empezó la euforia, que siguió en la madrugada en Asia de Cuba, el boliche de Puerto Madero preferido por los dirigentes del PRO en cada celebración. No estuvieron Macri ni Horacio Rodríguez Larreta ni María Eugenia Vidal, pero el jefe de campaña Marcos Peña se ubicó al lado del DJ, al que no le quedó otra que pasar el jingle de campaña y los hits de Tan Biónica que el macrismo hizo propios, mientras una multitud cantaba y bailaba.
El festejo, con mucha juventud, duró hasta las seis de mañana. Nada impidió que los principales dirigentes del espacio, que se retiraron más temprano que la mayoría, asistieran a la conferencia de prensa que encabezó Macri a las 8.15 de la mañana en el Hotel Sheraton Libertador. Tampoco faltaron al almuerzo característico de la mesa política de los lunes en la jefatura del Gobierno, en Parque Patricios. Era muy prematuro para realizar análisis concluyentes. Fundamentalmente repasaron el flamante mapa territorial de Cambiemos en todo el país, desde las intendencias y hasta las legislaturas provinciales y municipales.
Macri no tuvo tiempo ni energía para reunirse con su mesa chica. El último encuentro fue el viernes previo a la elección. Sin embargo, en Cambiemos empiezan a delinear la estrategia de cara al balotaje. En sintonía con el pensamiento del asesor estrella del jefe de Gobierno Jaime Durán Barba, en el macrismo se concentrarán en persuadir a los votantes y no a los dirigentes opositores. Es al electorado al que buscan seducir, tal como anticipó el domingo en Costa Salguero el candidato y reiteró en la conferencia de prensa. De todos modos, los contactos con los principales referentes de la oposición como Sergio Massa y Margarita Stolbizer ya empezaron. Un Macri más político que nunca es desde hace meses el motor de esos diálogos.
Cerca del líder del PRO están convencidos de que para crecer mordieron votos de todo el electorado, incluso de Daniel Scioli. Llegan a esa conclusión al constatar –con entusiasmo– que Massa también subió respecto a las PASO. De todos modos, el grueso del millón seiscientos mil de votantes nuevos que sumó Macri el domingo en relación a las PASO no había votado el 9 de agosto. Están convencidos de que quienes no participaron de los comicios son más propensos a votar a Cambiemos que al FPV.
Representa un peligro para sumar voluntades y mantener el índice altísimo de participación del domingo el feriado previsto para un día después del balotaje. A pesar de ello, Macri no pedirá cambios. “Lo único que vamos a pedir es el voto”, sostuvieron. Sin embargo, ayer Patricia Bullrich reclamó postergar el día festivo. El macrismo ya sufrió un fin de semana largo en el balotaje porteño, que casi fue un golpe de nocaut.
Los asesores de Macri, que confirmaron que habrá un solo debate, encontraron respuesta a sus votantes por la penetración del voto útil. Destacaron que los acompañó un “voto vergonzante”, de quienes sentían vergüenza de reconocer que los votaban y también del “voto miedo”, de quienes temían una posible reacción de los kirchneristas.
Macri buscará consolidar el voto de quienes no lo votaron con pleno convencimiento y del resto del arco político. Algunos aliados sostienen que la provincia de Buenos Aires y la gobernadora electa María Eugenia Vidal volverán a tener un rol fundamental.
Sobra la confianza, pero aseguran que la elección aún sigue abierta. “Depende de nosotros”, dicen.
El candidato presidencial del Frente para la Victoria, Daniel Scioli , evitó hoy hacer autocrítica ante la derrota del kirchnerismo en su distrito, al remarcar que no era "analista" de "resultados electorales", y advirtió de cara al ballottage con el postulante de Cambiemos, Mauricio Macri , que "se viene la gran final".
Además, Scioli pidió un debate con Macri, algo que el jefe de Gobierno porteño aceptó pocas horas después. El gobernador bonaerense no había querido participar del debate que se llevó a cabo en la Facultad de Derecho de la UBA con los otros cinco candidatos presidenciales.
"Voy a ser más Scioli que nunca", planteó sobre el perfil que tendrá la campaña de cara a la compulsa de 22 de noviembre, aunque aclaró que "eso no es contradecir en nada" al kirchnerismo, cuyas ideas, planteó, "son las más coherentes".
En ese sentido, dijo "tener" sobre sus "hombros" la "responsabilidad" de "ir a jugar esta final" contra Macri, tras lo cual apeló a una figura boxística para advertir: "Te sacan el banquito, el gong y a pelear".
Un día después de los comicios que lo depositaron en una segunda vuelta junto a Macri, dijo que interpretó los resultados, confirmó que debatirá con el líder de PRO y pidió el apoyo de los votantes del progresismo, el Frente Renovador y del espacio que lidera Adolfo Rodríguez Saá para lo que calificó como "la gran final por el futuro del país".
Por su parte, Macri convocó a los votantes de las otras fuerzas políticas a que lo apoyen en el ballottage y planteó que "se vienen épocas de consensos".
En un guiño a los seguidores de Sergio Massa, y convencido de que los resultados de la puja de ayer representan "un cambio trascendente, absoluto en la política argentina", Macri sostuvo que los votantes de su rival de UNA Sergio Massa "piensan lo mismo" que quienes lo respaldan en su espacio.
"Siento que piensan lo mismo que los que estamos acá. También apostó por un cambio con matices en términos de quién lo llevaba a cabo", expresó el jefe de Gobierno porteño al evaluar el electorado del líder del Frente Renovador, en tanto ratificó su disposición a mantener un mano a mano con Scioli: "El tema del debate no se discute", subrayó.
La fecha elegida para la segunda vuelta se convirtió en otro motivo de controversia entre el oficialismo y la oposición: el fin de semana largo podría provocar una sensible caída en la participación del electorado y ya hubo pedidos para correr el festivo previsto en el calendario.
Sin embargo, el Gobierno no parece dispuesto a acceder a la solicitud que realizó el frente Cambiemos; al menos eso dejó entrever esta mañana Aníbal Fernández en la rueda de prensa que ofreció en la Casa Rosada.
Al ser consultado sobre la posibilidad de que se dictara un decreto para correr el feriado, el jefe de Gabinete respondió con una repregunta y una breve reflexión: "¿Para qué? No ha sido analizado, hay que mirarlo con prudencia"; de esa manera quedó en claro que por ahora el deseo de la oposición está lejos de hacerse realidad.
Cambiemos pretende modificar la conmemoración por el Día de la Soberanía para evitar un descenso en la participación electoral, que el 25 de octubre superó el 80% según los datos del escrutinio provisorio: los registros del movimiento turístico que suele darse en este tipo de fines de semana largos permiten estimar que, si la fecha del feriado se mantiene, podría haber un millón de votos menos en el ballotage.
El funcionario kirchnerista habló además del debate de candidatos previsto para el próximo 15 de noviembre en la Facultad de Derecho. Y la sorpresa fue que esta vez se expresó a favor de que Daniel Scioli y Mauricio Macri confronten sus proyectos de país en un encuentro público.
"Es lo más sensato, ahora hay más tiempo y se pueden analizar y refutar los temas", fundamentó en esta ocasión. Hace menos de un mes había criticado con dureza el debate que se llevó a cabo en la misma sede universitaria: consideró que fue "un show mediático paupérrimo".
En cuanto a la pelea electoral estimó que el candidato presidencial por el oficialismo, Daniel Scioli, "tiene todas las posibilidades de ganar sin ningún inconveniente" as elecciones del 22 de noviembre próximo.
Por otra parte, Fernández volvió a cuestionar a los "traidores" del oficialismo, a quienes acusó de buscar ensuciarlo con "una denuncia falsa y mentirosa" que salió por televisión y -estimó- tuvo un "impacto fuerte" en las elecciones bonaerenses en las que se impuso María Eugenia Vidal.
"Mi tarea es acompañar la propuesta de mi partido como siempre lo hice y no hicieron algunos traidores de mi partido, pero Dios no quiere cosas puercas y los ha castigado en sus distritos", disparó el actual jefe de ministros.