La Cámara de Comercio de Energía Eléctrica (CCEE) ha dado conocer datos del consumo eléctrico del pasado mes de agosto, en donde sobresale que la energía producida a partir de la paja y el bagazo de la caña de azúcar alimentó el Sistema Interconectado Nacional (SIN) con 3.207 GWh, y significó un 8% del consumo eléctrico del país, el mayor volumen energético mensual ofertado por la biomasa.
En números totales respecto a la generación por fuentes, el liderazgo fue para las hidráulicas mayores de 30 MW, con 37.485 MW (63%); seguido de la térmica, 16.171 MW (28%); la eólica, 3.382 MW (6%, un crecimiento de casi el 80% respecto a agosto del año anterior) y las pequeñas centrales hidráulicas, 1.899 MW, (3%).
Respecto al mismo mes de 2014, se trata para la biomasa de un 9,5% de crecimiento. Mientras tanto, y ya dentro de la generación térmica total, la biomasa alcanza el 24%, segundo por detrás de las térmicas a gas (41%). En términos de consumo, esto representa el 30% del total de la electricidad residencial, o lo que es lo mismo, el 8% referido anteriormente.
Según se explica desde la asociación que reúne a las empresas del sector de la caña de azúcar, UNICA, se trata de marcas históricas. Para el gerente en Bioelectricidad de la entidad, Zilmar José de Souza, este hito alcanzado por la bioelectricidad de caña de azúcar está estrechamente vinculado a las inversiones en el sector a mediados de la década pasada, cuando el escenario económico era más atractivo. "Estas cifras -dijo- son buenas porque la biomasa en los últimos cinco años ha instalado más de 6.000 MW nuevos en la red de energía eléctrica".
"Este fue el resultado de las decisiones de inversión tomadas cuando había un marco institucional más favorable para la expansión de proyectos de azúcar y etanol en su conjunto", agregó de Souza.
De acuerdo con la CCEE, de enero a agosto de 2015 la paja y el bagazo de caña produjeron 13.740 GWh para el SIN, un aumento del 14% en comparación con el mismo período del año pasado. A pesar de este crecimiento, Souza advierte que la falta de una política pública específica para la bioelectricidad ya está poniendo en peligro la expansión de la industria de la caña de azúcar en la matriz energética.
"El escenario es diferente ahora; según la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (ANEEL), en 2019 se espera que la biomasa instale sólo 2.770 MW en el SIN, menos de la mitad de lo que se instaló entre 2010 y 2014. Sin medidas adecuadas para la bioelectricidad de caña de azúcar, su potencial seguirá subutilizado", concluyó el gerente en Bioelectricidad de UNICA.