Según los cálculos de los ingenieros del downstream argentino, no aparece en el horizonte cercano la necesidad de instalar una nueva refinería en el país. Por lo menos para los próximos diez o quince años la demanda de combustibles puede ser atendida con la capacidad instalada actual. Y si bien en el último tiempo, apoyado en una parrilla de mejores precios, el despacho general de combustibles comenzó a mejorar, aún no logra equilibrar las bajas que mostró tras los años de crecimiento continuado. El cálculo parece ajustado.
Pero aquella tormenta pasajera fue mucho más leve en la región y casi no se descargó. Aun siendo un mercado "chico", atados al boom de Vaca Muerta los surtidores de Río Negro y Neuquén continuaron marcando en positivo. Incluso con los contratiempos que atraviesa la fruticultura, el desembarco de la flota petrolera empujó el despacho de gasoil cuando todo el país mostraba números negativos.
En el último foro organizado por la Confederación de Entidades del Comercio de los Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha), los empresarios estacioneros redundaron en una compleja situación graficada por la baja rentabilidad y la reducción de estaciones de servicio en un contexto marcado por el crecimiento del parque automotor. Desde la Cámara local de expendedores se consolaron diciendo –palabras más, palabras menos–: "Por lo menos acá no cierran".
Ahora bien, con el plato de los convencionales que se entibia por la baja mundial del precio del crudo, las expectativas no parecen cambiar alrededor de la Cuenca Neuquina. No sólo no se cierran estaciones de servicio de la región sino que con el aumento del tránsito y la apertura de nuevas trazas, como la Autovía Norte de Neuquén, se proyectan más bocas de expendio.
LA AUTOVÍA NORTE SIRVIÓ PARA DESCOMPRIMIR EL TRÁNSITO HACIA NEUQUÉN. CONCENTRA UNA GRAN PARTE DEL TRANSPORTE Y LA LOGÍSTICA PETROLERA.
Dos casos específicos son los nuevos puntos de carga a granel dentro de un corredor petrolero ampliado que amenaza con extenderse ya por todo el este del Alto Valle. Uno de esos puntos se termina de montar sobre la Ruta 22, a pocos kilómetros de Roca, mientras que el segundo está reservado para la Autovía Norte, que une Neuquén y Plottier.
La apuesta de abastecer un punto estratégico, como es la Autovía Norte, pegada al Parque Industrial de la capital provincial, cuenta con el aval y el impulso del gobierno provincial que pidió el acompañamiento al sector empresario para que se "ilumine" el sector con bocas de despacho, principalmente para la industria y la maquinaria pesada. Es que desde esa traza también se planifica que parta la nueva Ruta 51, que busca absorber el transporte petrolero y descomprimir la cargada Ruta 7.
El caso del punto que, por estas horas, se termina de montar sobre la Ruta 22 tiene que ver con la reactivación de la actividad petrolera en Río Negro. Puntualmente con la apuesta de YPF para la Estación Fernández Oro (EFO), un área que produce el 50% del gas de toda la provincia. Además interviene la proyección, con la licitación de las áreas no renegociadas, que en suma apunta a convertir la 22 en un corredor que compartirá el movimiento del agro con un desarrollo petrolero que proyecta su sombra por todo el Valle.
Más allá de que el impacto del shale acusó recibo de la desaceleración por los bajos precios internacionales, Vaca Muerta sigue prendida con el desarrollo intensivo de Loma Campana (YPF-Chevron) y por los proyectos de gas que comienzan a multiplicarse. Aquella imagen que da cuenta del paso diario de 3.000 camiones por los corredores petroleros de la Cuenca Neuquina parece no estar salpicada de parate.
Sin embargo, las pymes locales y los empresarios de la región se manifestaron por los ajustes a los que deben acomodarse, producto de una industria que busca sostener la actividad y ordenar su cadena de proveedores casi con brutalidad. Por eso, aun cuando las posibilidades actuales no son las mejores, toman mayor dimensión aquellas proyecciones que marcan las expectativas intactas en la región.
Instalar una estación de servicios puede demandar de una inversión cercana a los 40 millones de pesos y, dependiendo del volumen de venta y el margen de ganancias, el desembolso inicial logra recuperarse en siete o diez años.
SOBRE LA RUTA 22, A POCOS KILÓMETROS DE ROCA, SE TERMINA MONTAR UN NUEVO PUNTO DE DESPACHO A GRANEL.
Si bien los precios mejoraron en el último año, desde la cámara de expendedores aseguran que la relación entre los ingresos y los costos aún entrega ganancias moderadas, lo que lentificaría el tiempo de recupero.
Pero no son pocos los empresarios que reconocen que Neuquén, pese a estar abastecida, se ha transformado en una plaza atractiva para el despacho de combustibles. Según los cálculos de un especialista, la región tiene lugares estratégicos en los que se podría despachar con comodidad hasta un promedio mensual de entre 200 y 250 metros cúbicos mensuales, algo que enciende la luz verde para la rentabilidad de un proyecto de este tipo.
DESPACHO AL PÚBLICO
Además del transporte y el consumo de combustible industrial, la venta al público también tiene proyectos en marcha para ampliar en el corto plazo la capacidad de despachos. Uno de los puntos en rojo es Añelo.
En la meca del shale se amplía la histórica estación, en el centro de la localidad, y ya está en marcha la construcción de una nueva boca de expendio. Se trata de una estación de servicio de bandera Shell, impulsada por los concesionarios de la marca en la región, que se monta en la parte de la meseta de Añelo, en el acceso al Parque Industrial.
También se encuentran presentados los proyectos para ampliar una estación instalada al costado de la Ruta 22 en Neuquén, para la que sus propietarios no sólo buscan actualizarla sino ampliar la oferta al transporte. Otro de los proyectos en carpeta es una megaestación camino a Vaca Muerta que por estas horas analiza la petrolera nacional.
LA SALIDA DEL PARQUE INDUSTRIAL DE NEUQUÉN SUMA TRÁNSITO Y EMPUJA LA DEMANDA CON MÁS ACTIVIDAD.