Una coalición de 24 estados liderados por Virginia Occidental presentó este viernes una demanda ante un tribunal de Washington contra el presidente, Barack Obama, por su "Plan de Energía Limpia", que busca reducir las emisiones de CO2 de las centrales eléctricas del país.
La demanda fue presentada ante la corte de apelaciones del Distrito de Columbia, con sede en Washington, el mismo día en que las normas del plan, elaboradas por la Agencia de Protección Medioambiental (EPA, por su sigla en inglés), se publicaron en el Registro Federal para entrar en vigor.
En una conferencia telefónica con periodistas, el fiscal general de Virginia Occidental, Patrick Morrisey, enfatizó que el plan de Obama contiene las "regulaciones más onerosas e ilegales"vistas en mucho tiempo.
"Las reglas de la EPA son completamente ilegales (...) La EPA no puede hacer lo que se propone hacer legalmente", argumentó Morrisey.
La coalición demandante considera que el plan de Obama, que plantea que Estados Unidos reduzca para 2030 en un 32 por ciento las emisiones de carbono de las centrales eléctricas respecto a los niveles de 2005, hará daño a la industria del carbón e incrementará el costo de la energía.
Por ello, en la demanda solicitan a la corte de apelaciones que detenga de inmediato la aplicación del "Plan de Energía Limpia", presentado por Obama en agosto pasado.
En la rueda de prensa diaria de la Casa Blanca, el portavoz adjunto de Obama, Eric Schultz, defendió que el plan tiene "una fuerte base legal" y, además, otorga a los estados "la flexibilidad que necesitan para implementarlo".
Al dar a conocer la iniciativa en agosto, Obama recordó que de las plantas termoeléctricas procede "aproximadamente un tercio" de la contaminación total por carbono del país y remarcó que su plan es el paso "más importante" tomado jamás en Estados Unidos para combatir el cambio climático.
El "Plan de Energía Limpia" complementa el objetivo general con el que Washington se ha comprometido ante la ONU con miras a la conferencia global sobre cambio climático que se celebrará en diciembre en París.
Esa meta, formalizada en marzo, consiste en que Estados Unidos reducirá para 2025 sus emisiones de efecto invernadero en total, no solo las procedentes de centrales termoeléctricas, entre un 26 y un 28 por ciento respecto a los niveles de 2005.
Gracias al "liderazgo" de Obama, "más de 150 países han dado un paso al frente y se han comprometido a reducir la contaminación global por carbono", indicó hoy Schultz.