Interesados no sólo se habrían reunido con Ponce, sino que a nivel diplomático habrían consultado por el avance del conflicto con Corfo.
Cada vez son más, y con mayor fuerza, los rumores sobre la eventual salida de Julio Ponce Lerou de la propiedad de SQM. Lo que comenzó en abril de este año, cuando el empresario decidió dejar el directorio de la compañía, ha ido creciendo con los meses.
Según cercanos a la empresa, Ponce Lerou habría sostenido conversaciones con varios bancos de inversión internacionales por la posible venta. En todo caso, consultados de su círculo cercano no pueden asegurar que ya exista una definición, debido a que es un asunto que sólo maneja Ponce Lerou.
Lo que sí se sabe es que dos compañías internacionales han sostenido conversaciones con el empresario: Israel Chemicals y la canadiense PCS. De hecho, desde hace años que ambas vienen declarando públicamente su deseo de hacerse de la firma chilena. El punto es que en las últimas semanas delegaciones de ambas habrían sostenido reuniones con Ponce Lerou sondeando la posibilidad de compra.
Según ha trascendido, las consultas de los interesados internacionales no sólo se han limitado a las conversaciones con Ponce, sino que habría sido tema en reuniones informales con personeros de embajadas, especialmente en el conflicto con Corfo, por el Salar de Atacama.
Un fondo estaría cerca
Varias han sido las veces en las que bancos de inversión se han acercado al empresario para preguntarle si está dispuesto a vender. De hecho, lo hacen con cierta regularidad, y con los interesados ya contactados.
En este escenario, es que en el último tiempo una entidad financiera habría contactado a Ponce, ya que existe un fondo internacional que formalmente quiere iniciar las gestiones para quedarse con el control de la minera no metálica.
Por otro lado, un abogado cercano a la compañía cuenta que el controlador de CorpBanca, Álvaro Saieh, estaría sondeando sus posibilidades para ingresar a la firma.
En todo caso, desde el entorno de Saieh niegan el interés en SQM.
Esquemas para la venta
Como en cualquier deal, el precio será uno de los factores que definirían la venta; pero en este caso, además, es relevante el esquema de venta (si es necesario fusionar o no las cascadas).
Esto porque casi 30% de la propiedad de SQM es controlada de forma indirecta por Ponce, mediante su participación en las llamadas sociedades cascadas. Cercanos a éstas cuentan que la salida de Ponce provocaría menos ruido si decidiera fusionar las cascadas, como una forma de entregar un esquema más organizado y simple.
Esto requeriría, primero, tener su aprobación, puesto que la fusión debería aprobarse por dos tercios de los accionistas, y como Ponce controla Norte Grande, la “matriz” de las cascadas, su voto es el que define. De acceder, se deberán dar una serie de pasos, desde informes periciales y valorizaciones, hasta la renegociación con los bancos por préstamos que todas estas sociedades tienen, donde las acciones de la serie A de SQM son las garantías.
Algo así trató de hacerse en 2013, cuando el mismo Ponce propuso la fusión de las cascadas, aunque de forma horizontal (Oro Blanco con Nitratos y Pampa con Potasios). Sin embargo, la idea no prosperó.
Cercanos dicen que había varias dificultades para concretar la propuesta, entre ellas establecer los dividendos a pagar, pero también por la forma de valorizar las compañías. En todo caso, no se siguió adelante porque algunos minoritarios, entre ellos las AFP, se opusieron, ya que buscaban la fusión vertical.
Conocedores del proceso aseguran que quienes prefieren este modelo, lo hacen buscando una mejor valorización de su participación, que actualmente cuenta con un descuento holding, al no ser el activo subyacente (SQM).
Con todo, cercanos a las sociedades afirman que la fusión de las mismas hasta ahora no es un tema que haya sido tratado.
Venta sin fusionar
En todo caso, un abogado cercano a la compañía cuenta que si Ponce quisiera vender su participación y salir de SQM no necesita aglutinar las cascadas en una sola sociedad. El ejercicio podría darse en dos variantes: primero, vender directamente su participación en SQM, sin necesidad de fusionar las cascadas. Esta opción sería mucho más beneficiosa para el comprador, porque su exposición sería directamente a los flujos de SQM; mientras que, comprando las cascadas, sólo recibe los dividendos que pague la minera no metálica a sus accionistas.
Si optara por vender su participación, al quedarse las cascadas sin ningún activo, se activarían las garantías. Por lo mismo, Ponce debería acudir primero con sus acreedores para pedir que alcen las garantías con el compromiso de pagar sus deudas una vez que venda su participación en SQMEsta opción obligaría, además, a que Pampa Calichera llame a junta extraordinaria de accionistas, pues estaría enajenando sobre el 50% de los activos.
La segunda alternativa es que quien compre lance una OPA por Norte Grande, que controla las otras sociedades cascadas. Esto forzaría el lanzamiento de una oferta por estas mismas aguas abajo, asegura un cercano.
En todo caso, la alternativa beneficiaría directamente a Ponce, pues recibe los fondos de una vez, sin tener que esperar que le lleguen mediante el pago de dividendos; mientras que los minoritarios no pondrían objeción, pues deberán recibir el mismo precio que se ofrezca por las acciones de Ponce.