JULIETA MARINO
China supo conocer la primacía mundial de las llamadas tierras raras, acaprando el mercado mundial. Debido a las alzas de los precios y al exceso de oferta que ha desatado la minería ilegal del país asiático, países como Estados Unidos y Australia están pujando para poder abrir la industria y el comercio al resto del mundo.
La minera Lynas Corp de Australia emitió un crítico documento en donde denuncia que los precios deprimidos se deben en parte a la creciente competencia entre la minería legal y la ilegal en el gigante asiático.
"Entendemos que los productores ilegales representan actualmente casi la mitad de la producción de tierras raras de China" explicó Lynas.
Lynas reportó que sus ventas cayeron un 11% a US$ 46.2 millones en el trimestre de septiembre.
Las empresas canadienses de tierras raras también se vieron golpeadas en los últimos años. Las acciones de Avalon Rare Metals se han reducido un 96% desde 2011, mientras que las acciones de Quest minerals cayeron alrededor de 90%, desde marzo de 2012.
La Association of China Rare Earth Industry informó que alrededor del 90% de los productores del país están operando a pérdida, y muchos se espera que deban cerrar su negocio antes de fin de año.
Hasta 2010, China controlaba alrededor del 97% del suministro mundial de tierras raras, pero cuando trató de imponer controles de exportación para dar una ventaja a los productores nacionales de la electrónica, los precios se dispararon hasta en un 20 o 30 veces los niveles anteriores.
La situación alentó la inversión en el sector en los EE.UU., Australia y otros lugares fuera de China, pero, al mismo tiempo, se puso en marcha el contrabando de la nación asiática y la consiguiente caída de los precios, explica Mining.com.
El grupo minero China Northern Rare Earth (Group) High-tech Co Ltd informó que estaba efectuando una reducción del 10% en su meta de producción de tierras raras, ya que los precios han caído drásticamente debido a la sobreoferta y la minería ilegal.