El Departamento del Interior anunció que cancelará las licitaciones futuras y no extenderá los permisos vigentes para perforaciones petroleras en las costas árticas del norte de Alaska, una decisión que reduce de manera significativa la posibilidad de futuras operaciones petroleras en la región.
La noticia se da después del anuncio del 28 de septiembre por parte de Royal Dutch Shell de que cesaría la exploración en los mares de Chukchi y Beaufort, luego de gastar más de 7.000 millones de dólares en la exploración en el Ártico.
La compañía citó como motivos los decepcionantes resultados en el pozo perforado en la región del Chukchi y las impredecibles regulaciones ambientales del gobierno federal.
Los permisos federales en el Mar de Beaufort expiran en 2017 y en la región de Chukchi en 2020.
"A la luz del anuncio de Shell, la cantidad de superficie bajo contrato y las condiciones del mercado actual, no tiene sentido preparar arrendamientos en el Ártico en el próximo año y medio", dijo la secretaria del Interior, Sally Jewell, en un comunicado.
El portavoz de Shell, Curtis Smith, dijo que la empresa no está de acuerdo con la decisión de la agencia de no extender más permisos.
"Cuando se trata de la exploración en Alaska, no todos somos iguales", dijo Smith. "Seguimos creyendo que el permiso original por 10 años necesita extenderse".
"Es grandioso para el Ártico y los osos polares", dijo Miyoko Sakashita, del Centro para la Diversidad Biológica. "Necesitamos mantener el petróleo del Ártico bajo suelo".
La decisión de Shell de cesar su exploración provocó júbilo entre los activistas ambientales, que señalaron que buscarán aprovechar la oportunidad para poner fin a todas las perforaciones en la región.
El pozo exploratorio de la compañía encontró petróleo y gas, pero no en cantidades suficientes para justificar el gran gasto para la perforación en el Ártico, donde Shell respaldó sus plataformas con una flotilla de apoyo y buques de seguridad y realizaba frecuentes vuelos en helicóptero desde una zona de concentración a 241 kilómetros (150 millas) de distancia en Barrow, la comunidad más septentrional de Estados Unidos.
Los reguladores federales requirieron dos embarcaciones perforadoras en la región ártica, para que se pudiera realizar con rapidez un pozo de alivio en caso de que estallara uno de los pozos.
Las operaciones en el Mar de Chukchi disminuyeron casi inmediatamente después del anuncio.
La última perforación de Shell en costas del norte de Alaska fue en 2012 y sufrió de importantes problemas con las embarcaciones en tránsito una vez que finalizó la perforación.