La Agencia Nacional del Petróleo (ANP), el regulador de la industria petrolera en Brasil, recortó el miércoles su previsión para la producción de crudo del país a 4 millones de barriles por día (bpd) en 2025 ó 2026 desde los 4,5 millones de bpd en 2022.
La reducción se produce tras el declive en los precios del crudo, una subasta de nuevos derechos de exploración la semana pasada que generó escaso interés y los problemas en la estatal Petrobras causados por el aumento de la deuda, el incumplimiento en los objetivos de producción y un enorme escándalo de corrupción.
La directora general de la ANP, Magda Chambriard, dijo además a periodistas que espera que Brasil importe 400.000 bpd de combustible para vehículos, principalmente gasolina, en 10 años.
Las importaciones de gasolina y diésel proyectadas son más del doble de los 176.879 barriles que importó Brasil diariamente durante los primeros nueve meses de 2015, según datos de la ANP.
Pese a la menguante demanda de combustible, que se debe en parte a que Brasil está sufriendo su peor recesión desde la década de 1990, las 14 refinerías de Petrobras en Brasil no pueden satisfacer todas las necesidades del país.
Chambriard también aseguró que el organismo está estudiando un plan para renovar algunos derechos de concesiones petroleras cedidas a Petrobras.
Las concesiones, garantizadas en la denominada "Ronda Cero" a Petrobras implicaron a algunos de los yacimientos más importantes de la compañía.
Las áreas representaron concesiones que Petrobras fue autorizada a mantener luego de que el Gobierno de Brasil puso fin al monopolio de la empresa sobre la producción de exploración y producción en 1997.