Un corte total de energía afectó desde el mediodía a los barrios Recoleta y Palermo por la perforación de dos líneas de alta tensión por parte de una operadora que realizaba trabajos para terceros sin relación con la empresa Edesur, indicaron voceros de la compañía de electricidad.
En un comunicado, la firma confirmó que realizaba trabajos para superar esta “contingencia” y a las 17:30 manifestó que 23 mil usuarios habían recuperado el suministro.
Un vocero de Edesur consignó que el corte se debió a los trabajos que “realiza una empresa para terceros” y que provocó el apagón “ajeno” a su “responsabilidad”.
El desperfecto impidió el servicio de la línea D del Subte durante diez minutos, mientras que también dejó sin semáforos a calles aledañas a los Tribunales de calle Talcahuano y a lo largo de la avenida Santa Fe.
En tanto, usuarios reportaron por redes sociales interrupciones del suministro de energía también en áreas de los barrios de Agronomía y Villa Pueyrredón.
Edesur, por su parte, explicó que una máquina tunelera, ajena a la distribuidora y mientras hacía una obra para terceros en la vía pública provocó un severo daño al perforar dos líneas de alta tensión de 132 kilovatios.
Esta vez no fue como consecuencia del consumo récord por el calor. Tampoco se trató del efecto de una sudestada, de la caída de árboles o de una excesiva demanda para combatir el frío. El problema lo originó una máquina tuneladora ajena a las empresas distribuidoras de energía eléctrica que tuvo la "puntería perfecta" para perforar dos cables de alta tensión y provocar lo de siempre: un apagón que afectó durante varias horas a más de 90.000 usuarios de Recoleta y Palermo.
Las calles de esos barrios se volvieron intransitables minutos antes de las 13, cuando 165 semáforos salieron de servicio por el corte del suministro. Moverse en el transporte público fue un caos porque, además, el desperfecto originó demoras en el subte. Bancos, restaurantes, comercios y edificios se encontraron a oscuras durante varias horas, hasta que lentamente el servicio comenzó a restablecerse. Sin embargo, anoche 57.000 usuarios continuaban sin luz y eran asistidos por 60 grupos electrógenos de gran porte. Recién hoy la situación iba a "normalizarse", según prometió la concesionaria Edesur.
Voceros de la firma informaron que una tuneladora de la empresa Ibercom Multicom, que trabajaba al servicio de Telmex, dañó dos cables de alta tensión de 132 kilovatios cada uno y dejó fuera de servicio las subestaciones Azcuénaga y Paraná. LA NACION consultó Telmex por el incidente y optaron por no hacer declaraciones.
El hecho ocurrió en Figueroa Alcorta al 2100, a pocos metros de plaza Francia y del Palais de Glace. A partir de ese momento, la empresa decretó el Plan Operativo de Emergencia, que consiste en poner todos los servicios disponibles para atender la contingencia hasta que se solucione. Las primeras atenciones las recibieron los pacientes electrodependientes y los hospitales, que fueron recibiendo la energía eléctrica derivada de otras subestaciones; superada dicha instancia se atendieron las demandas del resto de los damnificados. A las 20.30, 28.000 usuarios ya habían recuperado el servicio. Con el correr de las horas también se fue normalizando la situación de los semáforos y la línea D del subte, que estuvo interrumpida durante algunos minutos
Pasadas las 19, y con más de seis horas sin luz, los vecinos salieron a la calle en busca de velas y linternas. Fue el caso de Dorotea Montes, que vive en Quintana 430. "Obviamente tenemos que subir por escalera los ocho pisos. Opté por comprar algunas cosas en el quiosco, habrá que mantener la calma y esperar", dijo a LA NACION.
En el palier del edificio se encontró con Ana Romano, otra vecina. "Yo decidí ir a comprar una linterna, que las están vendiendo a 80 pesos. No entiendo cómo no se anticipan a esta situación y nos avisan, así podemos prepararnos", dijo, preocupada por los alimentos de la heladera que podrían echarse a perder.
En Quintana y Ayacucho, Carlos Stefanali y su empleada improvisaron unas velas en el local donde venden productos regionales argentinos. "Lo peor es que la gente no quiere entrar a un lugar que está oscuro, y se hace muy difícil vender. Además, sin luz no tenemos posnet para las tarjetas, y los turistas no andan con efectivo. Entonces, la falta de luz se convierte en un perjuicio económico", explicó, entre el enojo y la resignación.
Con el mismo problema se encontró Carlos, el encargado de una zapatería de Ayacucho entre Posadas y Avenida del Libertador. "Lo más probable es que cerremos más temprano porque sin luz no podemos trabajar y la gente tampoco quiere entrar. Mira la vidriera y sigue", comentó.
El de ayer fue el segundo apagón importante en poco más de diez días. El 2 de octubre una falla eléctrica dejó a oscuras varias zonas de Palermo, Núñez, Belgrano, Saavedra y otros barrios de la ciudad y la zona norte del conurbano bonaerense.
90.000
domicilios
Esa cantidad quedó sin luz en Recoleta y Palermo cuando la tuneladora rompió dos cables de alta tensión. Al cierre de esta edición, numerosos domicilios seguían sin energía eléctrica
165
semáforos
Es cantidad dejó de funcionar por el apagón. Cruzar en algunas esquinas resultó caótico durante más de ocho horas
50
agentes de tránsito
Es el número de efectivos de la ciudad que asistieron la circulación vehicular en esquinas muy transitadas, principalmente en el barrio de Recoleta