Para nadie es un misterio que ejecutar proyectos de inversión se ha vuelto mucho más complejo. Realidad a la que ahora se suma el desplome del precio de las materias primas que ha complicado la “caja” de grandes compañías del rubro que, además, arrastran niveles críticos de deuda.
Así, al momento de analizar proyectos, la industria se apropió del concepto del realismo, eso sí, con mucha renuncia. Expertos del sector apuestan porque el desarrollo de inversiones en el país se centrará en las iniciativas de reposición de producción más que el “greenfield”.
“Hace un tiempo que existe un cambio en los énfasis. Los proyectos empezaron a tener dificultades para obtener permisos, luego vinieron inconvenientes del ámbito ingenieril, ya que nunca estaban a tiempo ni dentro del presupuesto y, ahora, se suma el factor del mercado que generó problemas de financiamiento. Esto ha obligado a la industria a dejar de lado los grandes desarrollos y concentrarse en expandir los activos con los que cuentan”, explica el presidente ejecutivo de la consultora Plusmining, Juan Carlos Guajardo.
Bajo el prisma de expandir la vida útil de operaciones ya existentes, las inversiones en el sector entre 2015 y 2024 informados por Cochilco, y que entran en la tipología de reposición, son sólo 11, los que suman un total de US$16.021 millones. Lo que contrasta con el recuento hecho por el organismo de 42 iniciativas con un desembolso estimado de US$ 77.290 millones para igual periodo. Es decir, en este nuevo escenario, la inversión a firme de la industria alcanza sólo el 20% de lo contemplado por el gobierno para ese lapso.
Eso sí, el catastro de Cochilco considera proyectos como Escondida Organic Growth Project 1 (OGP1) y Antucoya, ambos en fase de término, que suman una inversión total de US$ 6.099 millones. También incluye el lado chileno de Pascua-Lama (US$ 4.250 millones) y Andina 244 (US$ 6.524 millones), ambos detenidos.
“Veo que este es el momento para las fusiones y adquisiciones, creo que esas son las posibilidades de crecimiento para las compañías que tengan una mejor posición financiera, porque desarrollar proyectos está muy complicado y caro. Las empresas se dedicarán a administrar sus activos y buscar alternativas de crecimiento por estas otras vías”, agrega Guajardo.
En el listado de las inversiones que sí se tienen que realizar en los próximos periodos destaca Codelco. Pese a que la estatal ha tenido problemas en la ejecución de sus proyectos estructurales -y muchos de ellos sufrirán un desfase- iniciativas como Chuqui Subterráneo o Nuevo Nivel Mina están en el “punto de no retorno”, según señaló en su minuto el presidente ejecutivo de la estatal, Nelson Pizarro.
Justamente son estas dos iniciativas las de mayor peso en la cartera de nuevas minas para la reposición de producción y totalizan US$ 8.736 millones en inversión, según Cochilco. Eso sí, la faena ubicada en la Sexta Región presenta complicaciones geológicas que dificultan su avance y, aunque la fecha prevista para su puesta en marcha era 2021, es muy probable que se retrase producto del rediseño en el que trabaja la compañía.
También el catastro de Cochilco considera “otros proyectos de desarrollo” de Codelco y que cifra su puesta en marcha entre este año y 2019.
En la vereda de los privados destaca Antofagasta Minerals (AMSA) a través de las iniciativas de reposición como Encuentro Óxidos, modificación de El Tesoro, y la ampliación marginal de Los Pelambres que, en conjunto, suman US$ 1.912 millones de capital requerido para realizarlos.
Otra inversión relevante es la de Cerro Colorado que necesita de unos US$ 467 millones y que recientemente BHP obtuvo las aprobaciones ambientales para seguir adelante con el proyecto.
También relevante -y catalogada por actores de la industria como la “esperanza de Atacama”- es el proyecto Candelaria 2030 que contempla una inversión de US$ 460 millones y estará a cargo de la canadiense Lundin, que compró a Freeport este yacimiento.
La también canadiense Kinross , en tanto, tramita La Coipa 7, proyecto que haría posible reabrir esta faena de oro que hoy se encuentra paralizada.
En otras categorías, la expansión de Sierra Gorda aparece como la gran inversión en la idustria, Cochilco la tipifica como una expansión y requiere de unos US$ 1.500 millones para su desarrollo. La firma, controlada por la polaca KGHM , tiene intenciones por crecer en su producción de cobre y, dicen en la industria, no debería tener grandes problemas para recibir la autorización ambiental. También, el mercado está a la espera de la decisión que tome el fondo Audley Capital Advisor sobre el proyecto de súlfuros de Mantoverde que requiere cerca de US$ 1.000 millones para crecer.
LAS SEÑALES DE ALERTA
9 de agosto de 2014
En el acumulado hasta esa fecha del año pasado, el precio del cobre promediaba US$ 3,14 la libra.
9 de agosto 2015
Un año después, el promedio acumulado del año del metal rojo alcanzaba US$ 2,57 la libra. Cifra que caería, incluso a US$ 2,36 la libra.
Los primeros despidos
En los últimos meses, solo la gran minería suma 2.500 despidos de personal propio. Esto fue liderado por el retiro programado de 1.014 operarios en Escondida, seguido por el anuncio de El Abra de la salida de 650 trabajadores.