El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) cayó hoy un 5,10 % y cerró en 47,10 dólares el barril, en un descenso atribuido por los analistas a la toma de ganancias tras el fuerte avance de la semana pasada.
Al final de la sesión de operaciones a viva voz en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos de futuros del petróleo WTI para entrega en noviembre bajaron 2,53 dólares.
El descenso de hoy se produce después de que la semana pasada el WTI, el crudo de referencia en Estados Unidos, tuviera una ganancia acumulada del 9 % y estuviera rozando los 50 dólares el barril, un nivel que no se ve al cierre del mercado desde el 22 de julio.
El descenso de hoy en el WTI coincidió con el anuncio de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) de que en septiembre pasado se batió un nuevo récord en la producción de crudo de ese cártel, hasta los 31,57 millones de barriles diarios.
La Opep también anticipó que en 2016 bajará la producción de crudo en Estados Unidos, especialmente en los yacimientos de placas de esquisto, que han tenido un fuerte desarrollo en este país y que tienen costos mayores que las plataformas tradicionales.
Por otra parte, los contratos de gasolina para entrega en noviembre, los de más próximo vencimiento, bajaron 8 centavos y quedaron en 1,38 dólares el galón. Además, los contratos de gasóleo para calefacción para entrega en ese mismo mes bajaron 9 centavos y terminaron con 1,50 dólares el galón.
Finalmente, los contratos de gas natural para entrega en noviembre subieron 3 centavos y quedaron en 2,54 dólares por cada mil pies cúbicos.
EL ECONOMISTA
El nuevo paradigma petrolero implica que los precios de crudo que estamos viendo han llegado para quedarse y difícilmente superarán los 60 dólares por barril, pero que tampoco debieran ser muy inferiores a los mínimos de agosto.
Después de tocar un mínimo de 39 dólares por barril a finales de agosto y oscilar en alrededor de 45 dólares durante septiembre, las últimas dos semanas se ha dado un rebote que ha llevado el precio del barril a casi 50 dólares (el Brent, que es un crudo más ligero, llegó casi a 53 dólares), su mejor nivel desde julio.
Para algunos observadores, este movimiento es la primera indicación de que los precios del petróleo están entrando a un periodo de estabilización al que le podría seguir una recuperación hasta los 70 dólares por barril. Sin embargo, para otros especialistas esta recuperación es simplemente un rebote temporal al que podría seguir una nueva recaída que llevaría los precios a 20 dólares por barril.
Para entender qué escenario es más probable, vale la pena repasar los cambios fundamentales recientes que ha sufrido la industria petrolera. Independientemente de la desaceleración económica que ha contribuido a un menor crecimiento de la demanda de petróleo a nivel global, el factor primordial detrás de la caída de los precios del crudo ha sido el incremento en la oferta, producto del perfeccionamiento de las técnicas de perforación horizontal y de fracturación hidráulica de roca (fracking en inglés), que en combinación con un periodo prolongado de precios altos detonaron un boom en la producción de petróleo a partir de formaciones de roca tipo shale en Estados Unidos. Estos avances tecnológicos hicieron realidad la posibilidad de extraer crudo de sitios anteriormente inviables desde el punto de vista económico. Esto catapultó a Estados Unidos del cuarto al primer lugar en producción mundial de petróleo entre el 2007 y el 2013, pasando de 8.5 a 12.3 millones de barriles en ese periodo.
Históricamente, Arabia Saudita ha tenido una influencia única y notable sobre los precios internacionales del petróleo al gozar de reservas gigantescas de fácil extracción y capacidad de producción ociosa, lo que le permitió convertirse en el productor marginal por excelencia, moviendo el mercado hacia un lado o hacia otro con la simple decisión de cuanto recortar o aumentar su producción. Con la revolución del shale oil, Estados Unidos se ha convertido en un nuevo productor marginal, aunque con costos de extracción considerablemente más altos que Arabia Saudita.
Los que argumentan que el precio del petróleo seguirá bajando dicen que se requiere un precio más bajo para absorber la sobreoferta y el exceso de inventarios a nivel global. Sin embargo, vale la pena destacar que el más vocal de los pesimistas, Goldman Sachs, ve el escenario de los 20 dólares como el peor de todos y que su escenario base ubica el barril de petróleo WTI en 45 dólares para el fin del 2016. Por otro lado, los optimistas reconocen que actualmente hay un exceso de inventarios pero que durante los próximos 12 meses se dará un rebalanceo con una reducción en la producción, incentivada por el bajo nivel de precios, y una mejoría en la demanda que llevaría el petróleo hasta 70 dólares por barril.
La nueva realidad de precios bajos ha hecho incosteable la extracción de shale oil de los pozos más marginales y ha desincentivado la perforación de nuevos pozos; sin embargo, cualquier alza en los precios incentivaría un aumento importante en la producción de shale oil, al que habría que sumar un incremento en la producción de petróleo en Irán.
En ausencia de choques geopolíticos, la realidad es que el nuevo paradigma petrolero implica que los precios de crudo que estamos viendo han llegado para quedarse y que difícilmente superarán los 60 dólares por barril, pero que tampoco debieran ser muy inferiores a los mínimos que observamos a finales de agosto.
CNN Expansion
¡Ya podemos olvidarnos de la gasolina barata!
Los precios del petróleo subieron esta semana, al romper de nuevo la barrera psicológica de los 50 dólares por barril por primera vez desde julio.
Los futuros del crudo estadounidense se cotizaban con un alza de 2%, a 50.50 dólares la mañana del viernes.
Apenas el mes pasado, algunos analistas advertían del riesgo de que los precios se derrumbaran a 20 dólares por barril. ¿Qué está pasando?
Estas son tres razones del rebote:
Las tensiones en Medio Oriente, la región productora más grande de petróleo, han impulsado los precios al alza.
Rusia lanzó una operación militar en Siria esta semana, lo que marcó el comienzo de una nueva y más estrecha cooperación entre Moscú y el régimen sirio del presidente Bashar al-Assad. Occidente es crítico ante Rusia por la medida.
Los inversionistas están preocupados de que una mayor violencia en la región afecte la producción y el transporte. Reportes de misiles de crucero rusos que han quedado cortos y aterrizado en Irán no han ayudado a calmar sus nervios.
Las minutas de la más reciente reunión de la Reserva Federal, difundidas el jueves, mostraron que el banco central no tiene prisa por subir las tasas de interés en Estados Unidos. Las minutas hicieron énfasis en el dólar —que bajó 0.75% frente al euro el viernes—, que a su vez respalda los precios del petróleo a nivel mundial.
El petróleo y otras materias primas se cotizan en dólares, por lo que un dólar más débil los hace más asequibles, lo cual significa que los precios pueden elevarse para compensar.
La Administración de Información de Energía de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés) dijo que la producción estadounidense de crudo se redujo en 120,000 barriles por día en septiembre, en comparación con agosto.
Dijo que la producción estadounidense continuará disminuyendo hasta mediados del próximo año, antes de que el crecimiento se reanude a finales de 2016. La agencia también dijo que espera que la demanda mundial de petróleo en 2016 crezca a su ritmo más rápido en seis años, lo cual también es bueno para los precios.
El petróleo ha estado bajo presión en los últimos meses, después de haber caído más de 50% desde el verano pasado. Los precios cayeron a su nivel más bajo en seis años y medio en agosto, al operar por debajo de 42 dólares el barril.
La racha alcista de esta semana ha despertado la esperanza de que el mercado finalmente haya cambiado de tendencia, pero algunos analistas siguen siendo cautelosos.
“Nosotros pensamos que el precio del petróleo tendrá que luchar para mantenerse por encima del nivel de 60 dólares, ya que todo esto reiniciará todas las plataformas que habían sido suspendidas”, dijo Naeem Aslam, analista en jefe de mercado de Avatrade.