Según The Wall Street Journal, Glencore analiza reducir su deuda acudiendo a la financiación con empresas de streaming (transmisión), una herramienta que se está volviendo muy popular entre las mineras necesitadas de dinero en efectivo.
El CEO de la multinacional suiza, Ivan Glasenberg, dijo en una reunión con los administradores de fondos en Nueva York la semana pasada que la compañía espera recaudar entre US$ 1.000 millones y US$ 1.500 millones mediante el streaming.
En estos acuerdos, los mineros reciben un pago por adelantado una suma global de las llamadas empresas de streaming a cambio de la entrega futura de metales como el oro y la plata.
Glencore necesita efectivo rápidamente para seguir adelante con el compromiso de reducir su deuda neta en US$ 10.000 millones este año. Ya ha emitido US$ 2.500 millones en nuevas acciones, prometió otra US$ 2400 millones por dividendos de corte, y está tratando de vender una participación en su negocio agrícola.
La multinacional suiza también estaría buscando compradores para algunos de sus activos de gas y petróleo.
Los inversores están preocupados por la deuda neta de Glencore de casi US$ 30.000 millones. La acción ha caído más de 50% este año, y se hundió casi un 30% el 28 de septiembre, antes de recuperarse en los últimos días.
Glencore ha dicho que su empresa "sigue siendo operativa y financieramente sólida" y que la compañía tiene "absolutamente ningún problema de solvencia".
EMOL
A principios de septiembre, la compañía anunció una serie de medidas drásticas para reducir su deuda, entre ellas un aumento de capital, recortes en las inversiones y la venta de algunos activos.
El gigante suizo de las materias primas Glencore, golpeado por la actual caída de los precios de los metales, anunció este lunes la puesta en venta de la mina de cobre Lomas Bayas en Chile y de la de Cobar en Australia.
A principios de septiembre, la compañía anunció una serie de medidas drásticas para reducir su deuda, entre ellas un aumento de capital, recortes en las inversiones y la venta de algunos activos.
El grupo sólo dará más detalles sobre la operación en el caso de llegar a un acuerdo para la cesión de las dos minas.
Las decisiones del grupo no han conseguido hasta el momento tranquilizar a los inversores, y las acciones de Glencore han sufrido violentos sobresaltos en bolsa.
La empresa quiere reducir su deuda en 10.000 millones de dólares y situarla en torno a los 20.000 millones de aquí a finales de 2016.
Pero los inversores temen que caiga su calificación crediticia, lo que podría aumentar sus costes de financiamiento, un problema para este sector que necesita muchos capitales.
Frente a la caída de los precios del cobre, Glencore suspendió la producción en una mina de Zambia y en otra de la República Democrática del Congo.