Las pérdidas de la estatal brasileña Petrobras relacionadas con un extendido escándalo de corrupción posiblemente superarán los 20.000 millones de reales (5.300 millones de dólares), dijo el viernes el fiscal federal, Deltan Dallagnol.
El funcionario, parte de un grupo de autoridades que supervisan las investigaciones por la mayor red de corrupción jamás descubierta en Brasil, dijo que los 6.200 millones de reales en pérdidas que Petrobras asumió en abril por los sobornos y otras prácticas ilícitas son apenas "la punta del iceberg".
Fiscales han acusado a ejecutivos de las principales firmas de ingeniería del país de formar un cártel para manipular los contratos y cobrar excesivamente a Petrobras por sus servicios, usando los montos adicionales para llenar sus propios bolsillos, sobornar a políticos y financiar campañas electorales.
En declaraciones en un evento en Río de Janeiro, Dallagnol dijo que la estimación de más de 20.000 millones de reales incluye pérdidas directas y las ganancias ilícitas obtenidas por las compañías de ingeniería y construcción a través de los sobrecargos y la manipulación de precios.
Fernando Baiano, preso por el caso de corrupción de Petrobras, confesó supuestos pagos a cuentas personales de un hijo de Luiz Inácio Lula da Silva, expresidente brasileño y fundador del Partido de los Trabajadores (PT). El empresario que hizo estas declaraciones está acusado de ser intermediario del pago de sobornos entre empresas contratistas de la petrolera estatal y dirigentes políticos.
Baiano es uno de los arrestados por el caso que se acogieron a delatar aspectos del caso a cambio de que se les reduzcan las penas que les correspondan y el único de ellos que no fue liberado, luego de que se comprobara la veracidad de sus declaraciones. El empresario aseguró al juez que pagó gastos personales de Fábio Luís Lula da Silva -apodado Lulinha– por casi 2 millones de reales (unos 530.000 dólares) con dinero procedente de la red de corrupción, reportó el diario O Globo.
La “delación premiada” de Baiano fue homologada el viernes por el juez Teori Zavascki, pero el empresario permanecerá encarcelado hasta el 18 de noviembre próximo, cuando se cumpla un año de su arresto. La semana pasada, el Supremo Tribunal Federal (corte suprema) autorizó a la Policía Federal (PF) a citar al expresidente Lula para interrogarlo en calidad de testigo y no como investigado en relación con el caso Petrobras.
El permiso para interrogar a Lula fue pedido en septiembre pasado por un comisario de la PF que cree que el exmandatario pudo haber “obtenido beneficios para sí mismo, para su partido o para su gobierno con la manutención de una base de apoyo partidaria sustentada a costa de negocios ilícitos” en Petrobras.
El desvío de cerca de 2.000 millones de dólares Petrobras para el financiamiento de campañas políticas es investigado desde hace un año y la Justicia ya condenó por él a varios empresarios, ex ejecutivos de la petrolera y políticos implicados.