Las obras para el saneamiento del plomo acopiado en el acceso a esta ciudad se están desarrollando lentamente. A poco más de tres meses de iniciadas esas labores en el Paraje Mancha Blanca, al que se trasladará el material que se dispondrá en una celda, la firma EWS no hizo público su plan de trabajo. Tampoco la Secretaría de Medio Ambiente provincial informó en qué estado se encuentra la creación y puesta en marcha del plan de monitoreo ambiental, que correría por cuenta de la firma Invap.
Los metales pesados que deben remediarse provienen de Mina Gonzalito, y hace décadas permanecen en el ingreso a la localidad. Esos contaminantes, que se aspiran junto al polvo en suspensión, provocan un grave perjuicio para la salud de los vecinos, sobre todo en el caso de los niños. En ellos generan dolencias en los riñones, la médula ósea y trastornos asociados a la alteración de las funciones cerebrales, como bajo coeficiente intelectual y dificultades de aprendizaje.
El saneamiento, que realiza el área de Minería de Nación con fondos del Banco Interamericano de Desarrollo consistirá en la remoción, traslado y disposición final de esa escoria, que se depositará en Mancha Blanca.
Las actividades de la firma EWS comenzaron a principios de junio, con el inicio de la construcción de la celda y las obras anexas que se requerirán para la etapa de traslado del plomo. Hasta ahora, lo único que trascendió es que el avance de esas tareas es de un 14%, aunque no se detallaron los plazos que faltan para que comience la parte más crítica, que es la de remover y transportar hacia allí los desechos. Cuando arranque esa instancia, ya debería estar en marcha el plan de monitoreo ambiental, porque ante el movimiento de la escoria aumenta el riesgo de incrementar la toxicidad.